«Por más que África sea rica, existen otros que parecen beneficiarse más que África de sus riquezas. Al conceder contratos y hacer concesiones para la extracción de minerales a las multinacionales por ejemplo, existe un juego de intereses, en los cuales ‘los beneficios’ y los ‘compromisos’, ‘los arreglos’ y ‘los agradecimientos’ tienen como consecuencia la explotación del país productor, sin un verdadero aumento del nivel de vida de las poblaciones» Raphael Takougang, abogado camerunés de Comunión y Derecho, delinea con fuertes pinceladas el cuadro de la realidad que se vive hoy en África: «La corrupción en África no es sólo obra de ciudadanos individuales, es sobre todo, un modo consolidado con el cual las potencias económicas “crean” y sostienen a políticos déspotas con tal de que estén dispuestos a proteger sus intereses, con la complicidad silenciosa dela comunidad internacional». Los que pagan son siempre los más pobres. Takougang no se limita sólo a hacer denuncias, al contrario, a pesar de todo se manifiesta optimista «porque está naciendo una nueva generación de líderes políticos en África que ha comprendido que tendrá que ser principalmente el ciudadano quien controle la acción de quien lo gobierna para asegurar la defensa de los derechos fundamentales de los pueblos africanos a la vida, a la educación, a la salud, al bienestar espiritual y material». Patience Lobé, ingeniera – responsable mundial de las voluntarias, quienes, junto con los voluntarios animan Humanidad Nueva – durante todo su mandato como dirigente en el Ministerio de Obras Públicas en Camerún recibió pesadas amenazas: «Para la concepción africana de la solidaridad cualquier persona necesitada debe sentirse satisfecha en sus necesidades. . Por este motivo pasaban continuamente personas por mi oficina, algunos para pedir trabajo, otros para pedir apoyo económico. Durante mi permanencia como responsable en esa oficina no hubo un día en el cual no hubiera sido tentada o amenazada. La corrupción es un virus difundido, contagioso, difícil de extinguir. Como todos los virus hay una vacuna que sirve para poderlo debilitar. La vacuna podría estar representada por un verdadero cambio de mentalidad: la educación a una cultura distinta de la consumista, que encuentra en la posesión de los bienes y en recorrer el tener como único camino hacia la felicidad». Del mismo modo, no es fácil comenzar a abrir caminos y buenas prácticas en el campo de la lucha contra la ilegalidad en la gestión del dinero público. Françoise, funcionaria francesa en el Ministerio de Finanzas, cuenta: «Por la variedad de las situaciones, de los servicios públicos y de las cuestiones que debo tratar, no es siempre fácil mantener el discernimiento, defender la legalidad, sostener las buenas prácticas de gestión o simplemente ser coherente con los principios de honestidad (también intelectual), rectitud, cooperación y solidaridad con los colegas. Pero la experiencia de trabajo en el correr de los años me ha confirmado, que, cada vez que fui fiel a estos valores, descubrí siempre nuevos horizontes, nuevos modos de actuar, las situaciones se resolviendo y la unidad entre instituciones y personas fue posible». Paolo, dirigente Municipal de una gran ciudad italiana, agrega: «No debemos olvidar que como empleados públicos nuestra función primaria es la dedicarnos al bien de la comunidad en todos sus aspectos, asumiendo el peso de las responsabilidades que deriven de esta actitud. Cada acción debe realizarse conforme a principios y valores sin los cuales no se puede vivir juntos, de tal manera que favorezcan el bienestar y el progreso humano de todos los ciudadanos». Lucha contra la corrupción, por lo tanto, pero no sólo esto. Difundir buenas prácticas, respetar los derechos del ciudadano y de sus necesidades, pero también acogida, capacidad de ponerse a trabajar en red con otras instituciones: son es éstos los grandes desafíos para quienes trabajan en la Administración Pública. Los participantes en el Congreso están convencidos de esto e hicieron suyo este procedimiento para continuar llevando adelante cada día. Son semillas de una cultura de la legalidad que fructificará, sin hacer ruido, en su propio país.
Poner en práctica el amor
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