Movimiento de los Focolares

Nomadelfia y la ley de la fraternidad

Abr 23, 2018

Loppiano y Nomadelfia esperan, el próximo 10 de mayo, la visita del Papa Francisco. La comunidad de los voluntarios católicos fundada por el Padre Zeno Santini, con la cual los Focolares comparten los sueños de fraternidad y de unidad de la familia humana, visitó el Centro de Rocca di Papa.

Copyright © 2018 Nomadelfia

Nomadelfia está ubicada entre las colinas de la zona de la “Mancha Mediterránea” en el sur de Toscana (Grosseto, Italia). En este lugar viven casi 300 personas que eligieron como “regla” la ley evangélica de la fraternidad. Lo explica bien su nombre, un neologismo nacido de la unión de los términos griegos nomos y adelphia, que significa “la fraternidad es ley”. «Nuestro deseo es mostrar que es posible vivir el Evangelio en forma social donándose enteramente a los demás, realizando así los principios de justicia y fraternidad que elegimos seguir, en un camino que consiste en compartir la fe y la vida» cuenta Francesco Matterazzo, actual presidente de la comunidad. La ciudadela está organizada en doce grupos familiares, compuestos por 25-30 personas. Sus bienes los ponen en común, no existe la propiedad privada, no circula el dinero, el trabajo se vive como un acto de amor al hermano y las familias están dispuestas a recibir como hijos a niños que se les confían. Para la Iglesia Católica, Nomadelfia es una parroquia formada por familias, laicos no casados y sacerdotes, que comparten una experiencia que recuerda la de las primeras comunidades de creyentes. Está muy cerca de la ciudad etrusca-romana de Roselle, antigua sede episcopal. Su origen, procede del norte de Italia, de la ciudad de Carpi.

Padre Zeno Saltini. Foto © 2018 Nomadelfia

Aquí, el Padre Zeno Saltini, alrededor de los años ’30, comenzó a recibir y a criar como hijos a niños abandonados, fundando la Obra “Piccoli Apostoli”. Rápidamente, fue seguido por otros sacerdotes y también por Irene, una joven estudiante que se ofreció para ser madre de esos niños. Con la aprobación del obispo, el padre Zeno le confió los más pequeños, abriendo un camino de consagración nuevo en la Iglesia, el de “mamás vocacionales”. Finalizando la guerra, muchas familias se unieron al Padre Zeno, dispuestas a recibir a los huérfanos de guerra y a ayudarlos a crecer como hijos propios. El 14 de febrero de 1948, toda la comunidad aprobó el texto de una Constitución, que fue firmada sobre el altar: así, la “Opera Piccoli Apostoli” se comenzó a llamar Nomadelfia. Después de una serie de trabajosas aventuras, los “nomadélficos” encontraron una casa adecuada para el desarrollo de la comunidad en la ciudad de Grosseto, en una finca donada por la hija de un conocido industrial italiano. “Hoy, nuestra misión no ha cambiado”, explica Francesco Matterazzo. «En un mundo que está cada vez más interconectado y desarrolla nuevos instrumentos para comunicar y unir, se viven también realidades que niegan la dignidad del otro, que levantan muros… por esto creo que la propuesta del camino de la fraternidad ¡tenga más que nunca sentido para el hombre!. Aquí en Nomadelfia, familias, sacerdotes y personas individuales pueden compartir una vida cotidiana más apropiada para el ser humano, con su natural aspiración a los valores superiores como el amor, la amistad, la oración y la contemplación; y socialmente más rica, por la variedad de experiencias y edades que recibe»
Nomadelfia_Visita Centro Focolari_c

©CSC Audiovisivi

Es una comunidad abierta al mundo, dispuesta a compartir el camino con otros carismas, como lo testimonia la experiencia que están realizando con el Movimiento de los Focolares: «Yo espero – continúa- que el camino que estamos recorriendo juntos, no sólo por la común espera del Papa Francisco, y que tiene como etapa también la participación de nuestros jóvenes en el Genfest del 1º de mayo en Loppiano y el trabajo común por el proyecto de una “Prophetic Economy”, pueda ser un testimonio también para la Iglesia. El Señor ha sembrado muchas flores en esta pradera, que es el mundo, muchos carismasy creo que deberíamos buscar todos los modos para colaborar, porque esto enriquece el don que cada uno de nosotros es para la humanidad». Subrayando las palabras de Materazzo, el domingo 22 de abril, una vivaz delegación de “nomadélficos” constituida por los responsables de la ciudadela, adultos y numeros niños, visitaron el Centro del Movimiento de los Focolares. Algunas horas transcurridas juntos bajo la consigna de la alegría y de un clima de familia.

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