¿Cuáles son las perspectivas futuras del instituto universitario? ¿Cómo podemos responder a las necesidades educativas de los jóvenes de hoy? Le preguntamos al Rector, profesor Giuseppe Argiolas, designado el 20 de febrero por la Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede. El profesor. Giuseppe Argiolas, Rector del Istituto universitario Sophia desde el 20 de febrero, explica cuáles son las perspectivas futuras de la universidad. Hoy Sophia es un ateneo universitario. De hecho, desde hace algunos meses cuenta con la figura de RECTOR de la universidad. ¿Qué significa esto y qué cambios habrá para los estudiantes? “Estamos en el primer cambio de guardia en Sophia, y esto también coincide con la atribución por parte de la Congregación para la Educación Católica del título de “Rector” al ex director. De hecho, es un reconocimiento del desarrollo que Sophia ha tenido en estos 12 años, por lo que expresamos nuestra gratitud. Los desafíos afrontados fueron enormes, Chiara fundó esta universidad en un instante y, por lo tanto, todos los profesores, el personal administrativo y los estudiantes de la primera hora y los que se unieron a ellos, hicieron un trabajo extraordinario. Acabamos de activar 4 cursos de maestría con varias orientaciones de especialización: “Economía y gestión” (orientación en «Gestión para una economía civil y sostenible»), “Ciencias políticas” (orientación en «Fraternidad en la res publica. Bases teóricas y líneas operativas» y orientación en «Gobernance de los bienes comunes»), “Ontología trinitaria” (orientación en «teología» y orientación en «filosofía») y “Cultura de la unidad” (orientación en «Pedagogía de comunión para una cultura de paz» y orientación en «Procesos comunicativos y mediación intercultural e interreligiosa»). La Escuela de Doctorado es ahora una realidad consolidada y estamos desarrollando la escuela de posdoctorado para jóvenes investigadores. Chiara Lubich vio a Sophia como una universidad global, una sola universidad con varias sedes. En América Latina vemos nacer Sophia ALC (América Latina y el Caribe), pero los primeros indicios también se pueden ver África y Asia. Nuestra tarea será considerar estos proyectos en el espíritu de una Sophia unitaria que se expresa en la diversidad de los contextos en los que se desarrolla”. La emergencia Covid-19 ha tenido un impacto significativo en las lecciones: ¿cómo va sigue la enseñanza? “Gracias al compromiso de todos ha sido posible continuar con las lecciones, los exámenes y lograr que los estudiantes completen el camino académico, utilizando las herramientas que hoy ofrece la tecnología. También hemos activado seminarios web dedicados a la Pandemia para ofrecer nuestra contribución de reflexión y acción sobre un tema tan delicado y urgente, y lo hemos hecho a partir de las diversas disciplinas científicas activando un diálogo interdisciplinario, internacional e intergeneracional. El nuevo año académico comienza regularmente en forma presencial y al mismo tiempo on line, para los estudiantes que no pueden asistir a Sophia debido a las restricciones internacionales causadas por el Covid-19”. ¿Cuáles son las perspectivas para el futuro? ¿Cómo ve Ud. a Sophia dentro de 10 años? “Sophia ha podido mantener el impulso carismático y, en fidelidad al carisma, innovar. Creo que debemos continuar en esta línea: mantener la fidelidad al carisma con la especificidad que contiene para leer los signos de los tiempos. El papa Francisco nos lo dijo con las tres palabras: «Sabiduría, Alianza, Salida», que nos dirigió en la reunión que tuvimos con él en noviembre pasado, dándonos una referencia segura para nuestro futuro. Por lo tanto, me gustaría desarrollar a Sophia en tres frentes: enseñanza, avanzar en la dirección tomada pero con gran atención y sensibilidad para responder adecuadamente a las necesidades educativas de los jóvenes; investigación, mejorar el desarrollo de las diversas disciplinas y promover una marcada interdisciplinariedad, indispensable en la investigación científica actual; la relación con las otras agencias del Movimiento de los Focolares y con otras instituciones universitarias y culturales, de modo que el servicio que ofrecemos a favor del bien común sea cada vez más incisivo. Intentaremos hacer esto, juntos, en unidad, con toda la pasión que podamos expresar. La fase de fundación termina, en ciertos aspectos, y comienza la fase de consolidación y desarrollo. Lo que no debe cesar es el impulso carismático, este debe continuar, de hecho, nos deberá acompañar siempre como un punto de referencia en el camino que acabamos de comenzar y que estamos llamados a acompañar a muchos compañeros de viaje con «alegría, visión y decisión»”.
Lorenzo Russo
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