Destruida por el aluvión del 2019 ha sido reconstruida gracias al aporte de la Coordinación de Emergencias, la Asociación Familias Nuevas y Acción Mundo Unido del Movimiento de los Focolares. “La experiencia después de la tragedia fue dura, pero nos ha acompañado la certeza que todo sucedió para dar nueva vida a estos lugares y a esta comunidad”. Ildo Foppa, voluntario del Movimiento de los Focolares, responsable de la misión de la Fazenda de la Esperanza de Dombe, en Mozambique, habla del aluvión que afectó al país en marzo de 2019 y de los frutos preciosos nacidos del compromiso conjunto por la reconstrucción. “Se ha vuelto cada vez más fuerte la relación con la Iglesia local, con el obispo y con los sacerdotes, con las organizaciones que llegaron para ofrecer una ayuda y con toda la comunidad del territorio. Hemos encontrado a muchas personas y recibido muchas promesas de ayuda”. De la devastación a la necesidad de reconstruir nació la oportunidad de crear trabajo para muchos: “hemos dado vida a cooperativas compuestas por diez familias cada una, así para muchos ha sido posible volver a empezar viviendo del propio trabajo y pudiendo así volver a empezar a construir su propio futuro”. Casi dos años después del aluvión, la intervención de reconstrucción –de la que han formado parte junto a la Fazenda y la Coordinación de Emergencias, la Asociación Familias Nuevas y Acción Mundo Unido del Movimiento de los Focolares – se lograron reparar la guardería, el hospital, cuatro casas de acogida, la escuela secundaria y la Iglesia. Fueron reconstruidos alojamientos y servicios higiénicos, se preparó un galpón para la construcción de bloques de cemento que servirán para la construcción de las casas definitivas para las familias. En la primera fase de la emergencia se distribuyeron raciones de alimentos a las personas que habían perdido sus casas y se construyeron 550 barracas con letrinas provisionales para las familias damnificadas. Posteriormente se realizó un programa de apoyo para la creación de un fondo de renta y apoyo a la población. En especial, 150 familias recibieron ayuda directa para la reparación de sus casas y para comprar semilla, abono y gasolina para los tractores y asi reiniciar y mejorar la producción agrícola. Fue construida una carpintería para ofrecer formación y trabajo a más de 60 jóvenes huéspedes de la Fazenda, se construyó un molino que está al servicio de alrededor de 330 familias. Las intervenciones se han concluido en los últimos meses a pesar de que también Mozambique ha sufrido mucho por la difusión del contagio del Covid-19. En este link de Amu y Afn es posible seguir la situación de la región.
Claudia Di Lorenzi
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