Movimiento de los Focolares

Focolares y abusos: un antes y un después

Ene 20, 2021

Entrevista a Jesús Morán Cepedano, copresidente del Movimiento de los Focolares desde 2014, responsable según los estatutos de la Obra de María para las cuestiones morales y disciplinarias (de Lorenzo Price y Marcello Neri)

Entrevista a Jesús Morán Cepedano, copresidente del Movimiento de los Focolares desde 2014, responsable según los estatutos de la Obra de María para las cuestiones morales y disciplinarias (de Lorenzo Price y Marcello Neri). Como copresidente del Movimiento de los Focolares, se encontrado con las víctimas de abusos en Nantes, Francia, el 18 de septiembre. ¿Puede contarnos lo que pasó y sus reacciones? Fuimos convocados por tres de las víctimas de Jean-Michel Merlin, focolarino francés que cometió abusos, esto después de varios contactos que hemos tenido en los últimos años, para hacer un balance de la situación y concluir dentro de lo posible y de la manera más justa para ellos. Fue una experiencia muy fuerte, para todos los del Movimiento que estuvimos allí y para mí de una manera particular, porque fue un contacto con el dolor vivo, el dolor puro de quienes han sido abusados. No era la primera vez que entraba en contacto con víctimas de abuso, pero antes nunca había tenido una experiencia tan intensa con el dolor. Además, fue una ocasión muy dolorosa para nosotros ver el alcance de nuestras deficiencias, especialmente con respecto al caso Merlin. Esto por lo que concierne el acompañamiento de las víctimas, el hacerse cargo de las situaciones, la desorientación que hemos tenido como Movimiento y también, en ese sentido, la demora en tomar las medidas adecuadas ante la situación y ante los hechos. Fue una experiencia que, en mi opinión, ha representado un antes y un después: a partir de esta relación personal con las víctimas, la visión de este drama ha cambiado mucho. El trabajo que ya habíamos emprendido para tomar las medidas adecuadas ante los casos de abuso en el Movimiento después de la reunión de Nantes se ha acentuado aún más. La presidenta, Maria Voce, tomó la palabra y expresó el deseo aclarar completamente todo. ¿En qué ocasiones? Según los estatutos de la Obra de María, el copresidente es quien debe ocuparse de las cuestiones morales y disciplinarias para que las formas de vida en el Movimiento estén de acuerdo con la doctrina de la Iglesia. Ésta es su tarea específica, pero siempre se hace en unidad y pleno acuerdo con la presidente. En este sentido, Maria Voce siempre ha apoyado todo mi trabajo durante años. Hubo, pues, dos ocasiones particulares en las que nos expresamos juntos. Por primera vez el 26 de marzo de 2019, con una carta escrita a todos los miembros del Movimiento en la que se reconocieron públicamente nuestras deficiencias, el hecho de que los abusos también hayan ocurrido dentro de la Obra de María: afirmando nuestro compromiso. vinculante, especialmente con las víctimas, para reparar todo lo que tenía que ser reparado. La segunda vez, más recientemente, nos volvimos a expresar juntos en una conexión mundial en el transcurso de la cual pedimos públicamente perdón a todas las personas que han sido abusadas en el Movimiento de los Focolares, ya sea en el ámbito sexual, menores, abusos de autoridad o de poder. ¿Cuál ha sido el impacto en los miembros de los focolares y del Movimiento ante la revelación de casos de abuso? La primera reacción en muchos fue casi de incredulidad y desconcierto: fue un impacto muy fuerte, porque para muchos era impensable que estos hechos tan dolorosos pudieran haber ocurrido en un Movimiento tan marcado por el amor recíproco, donde la relación tienen un relieve espiritual central. Hay algunos pilares del Movimiento que van en una dirección muy contraria a cualquier forma de abuso, como ver a Jesús en el otro, la vida de unidad, que nos lleva a creer que los abusos son impensables dentro de nuestras realidades. Entrar en lo que Catalina de Siena llamó la “casa del autoconocimiento” fue un proceso doloroso para los miembros del Movimiento: es decir, descubrir nuestra incapacidad, incluso en cuanto a poner en práctica la vida de unidad, del carisma. Pero es un proceso fundamental para descubrir la propia incapacidad y empezar de nuevo con una confianza que ya no es ingenua en Dios y en los demás. Esta fue básicamente la experiencia de muchos en el Movimiento: lo han escrito, lo ha dicho y comunicado. ¿Las dimisiones de los responsables del Movimiento en Francia y el caso clamoroso de Jean-Michel Merlin son síntomas de cierta fragilidad en los procesos de formación internos? Evidentemente sí, también lo dije en una reciente comunicación a los miembros del Movimiento: estas situaciones de abuso han puesto de manifiesto algunas fragilidades en los itinerarios formativos y por ello debemos cuidar la formación en todas las fases con mayor atención a las personas. De manera particular, debemos hacer un discernimiento vocacional serio y real, y aquí me refiero no solo a las personas consagradas, sino también a la vocación de toda persona que quiera asumir fuertes compromisos en el Movimiento. Otro punto es ocuparse y acompañar mejor a las personas a las que se les confían roles de responsabilidad, procurando que tengan una formación integral, que tengan las capacidades interpersonales adecuadas, de escucha y acogida, de respeto a la persona. Con relación a esto, se trata entonces de establecer formas de verificación del itinerario formativo. Mi impresión es que durante años hemos depositado total confianza en la fuerza de la espiritualidad y del carisma, pero esto a veces nos ha llevado a descuidar de alguna manera algunos aspectos humanos de los que ahora somos conscientes y que necesitan más cuidado. Esto mirando tanto el progreso de las ciencias humanas como los avances en este campo que se están haciendo dentro de la Iglesia. Cuando se abren las compuertas de los testimonios, estos se multiplican. ¿Tiene la percepción de que esto también puede suceder en el Movimiento, es decir, que después del caso Merlín pueden surgir otras denuncias de abuso? Sí, ya lo estamos comprobando y nos estamos preparando, porque están llegando otras denuncias y aquí hay que hacer un verdadero discernimiento con las comprobación necesaria. En algunos casos, se trata más de tensiones y conflictos relacionales que no pueden configurarse como verdaderos abusos; en otros casos, se trata en cambio de abusos reales de los que no teníamos conocimiento, que deben ser tratados como tales con el debido rigor y atención. Es un proceso de “purificación de la memoria” que queremos vivir con humildad y esperanza. ¿Qué herramientas han implementado para responder a estas denuncias de abuso dentro del Movimiento? Tenemos dos comisiones que se ocupan de situaciones como estas: una Comisión para el bienestar y protección de menores y personas vulnerables, que funciona desde hace algunos años con normativa interna que ha sido revisada recientemente, y luego una Comisión independiente de las estructuras de gobierno del Movimiento para la protección de la persona, es decir, para los adultos que pueden sufrir abusos de autoridad, de poder e incluso de carácter sexual. Este segundo instrumento es más reciente, con menos experiencia que la primera Comisión, y en estos días, luego de unos cuatro años de actividad, está redactando un nuevo estatuto alimentado por las experiencias realizadas hasta la fecha, que se hará público una vez que llegue a su redacción final. Estos dos instrumentos actúan de forma centralizada; luego, en lo que respecta a la protección de menores, también existen comisiones regionales. Puede ser que vayamos en esta dirección también para la protección de la persona, en relación con los organismos centrales. Todo este trabajo lo realizamos en diálogo con el Dicasterio para los laicos, porque sentimos la necesidad de mejorar siempre los procedimientos para que quede claro cómo nos podemos dirigir a estos organismos, cómo verificar los diversos casos, cuándo hay abuso. También debemos crear organismos de supervisión en todos los niveles. La comisión de protección de menores ya lo tiene. En estos organismos de vigilancia habrá personas ajenas al Movimiento para garantizar una mayor transparencia. ¿Puede decirnos algo sobre el mandato de la empresa británica GCPS que se refiere a una investigación de todos los posibles abusos dentro del Movimiento? Este es un compromiso asumido con las víctimas, con quienes nos encontramos en Nantes, donde pidieron una comisión independiente en un sentido total, es decir, no solo independiente del gobierno de la Obra compuesta por miembros que no ejercen ningún rol de gobierno, pero también de la Obra como tal, es decir, formada por personas ajenas al Movimiento. Después de una investigación que duró un par de meses, hemos identificado a esta sociedad británica que, por el momento, solo se ocupará del caso Merlin, porque es un caso grave y ejemplar. Veremos cómo evolucionan las cosas, acabamos de darle el mandato a la sociedad británica y estamos empezando a trabajar con ellos. El proceso de investigación probablemente llevará un año: por los hechos, porque aún tenemos que conocer el número real de casos; y también en lo que respecta a las decisiones a tomar y las responsabilidades a asumir. ¿Cuál es el papel de las víctimas en este análisis interno? El papel de las víctimas es fundamental: por ejemplo, participarán en la investigación que le hemos encomendado a GCPS Consulting, sobre todo en la elaboración de la agenda operativa. El contacto con las víctimas es permanente, en los últimos meses les he comunicado cada paso que hemos dado como Movimiento. Entonces las víctimas participan en todo el proceso y siempre estamos en contacto en cada caso y en cada situación, en la medida de lo posible. ¿La próxima Asamblea General del Movimiento, que se inaugurará a finales de enero, prevé algún tipo de información sobre estos hechos? Sí, el tema del abuso está incluido en el informe sexenal de la presidente que abrirá la Asamblea, y también se prevé una intervención ad hoc por parte del copresidente. En este sentido, el tema no solo será presentado sino que también se profundizará y debatirá durante la Asamblea. Ud. ha subrayado la gran confianza en el carisma fundacional de Chiara, una confianza que, por ejemplo, en la reciente transmisión televisiva de Chiara Lubich es testimoniado también a una audiencia muy amplia. ¿Este patrimonio se renueva, se pone a prueba, con estos eventos y cómo se puede volver a proponer? La transmisión sobre Chiara, a pesar de ser una fiction con los límites y méritos del género, fue un gran regalo para todos nosotros, especialmente para los más jóvenes del Movimiento que no han conocido a una joven Chiara Lubich. Creo que la ficción ha logrado resaltar el verdadero fruto del carisma de la unidad, es decir, un pueblo nacido del Evangelio que vive por la fraternidad universal, con énfasis en la comunión y la apertura a la humanidad con atención a dolores del mundo. Creo que son temas de gran actualidad. Estamos ante una fiction, por tanto, que puede ser un gran estímulo para avanzar en la encarnación del carisma en la Iglesia y en la sociedad. Fuente: http://www.settimananews.it/ http://www.settimananews.it/ministeri-carismi/focolari-abusi-uno-spartiacque/

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