Una llamada decisiva a “tener la audacia de ser uno” en la situación de fragmentación que el mundo está viviendo; a proseguir el camino de amistad emprendido, así el Santo Padre a la delegación de obispos de diversas Iglesias cristianas.
“Frente a las ‘sombras de un mundo cerrado’, donde muchos sueños de unidad ‘se hacen pedazos’ donde falta ‘un proyecto para todos’ y la globalización navega ‘sin una ruta común’ donde el flagelo de la pandemia corre el riesgo de exasperar las desigualdades, el Espíritu nos llama a ‘tener la audacia de ser uno’ como evoca el título de su encuentro. “Atreverse a la unidad”. Estas las palabras del papa Francisco que concluyó el congreso “Atreverse a ser Uno. El don de la unidad en un mundo dividido” (23-24 de septiembre) de los obispos amigos de los Focolares pertenecientes a varias Iglesias. Esta mañana los recibió en audiencia en la Sala de los Papas en el Vaticano: estuvieron presentes 10, mientras que 180 de 70 Iglesias siguieron la audiencia conectados a través de la Web. Los exhortó a vivir la unidad, corazón del Carisma de Chiara Lubich, un carisma: “crecido atrayendo a hombres y mujeres de toda lengua y nación con la fuerza del amor de Dios que crea unidad sin anular las diversidades, más aún, valorizándolas y armonizándolas”. Luego explicó que la unidad que nos ha dado Jesucristo “no es humanismo, no es estar de acuerdo a toda costa. Obedece a un criterio fundamental, que es el respeto a la persona, el respeto al rostro del otro, especialmente del pobre, del pequeño, del excluido”. Finalmente, es importante la llamada a continuar el camino ecuménico emprendido, que debe ser -dice el Papa Francisco-: “siempre abierto, nunca exclusivo” y concluye con una nota de afecto: “sigan sonriendo, que es parte de su Carisma”. Presentes, junto con la delegación de los obispos, el Card. Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, además de Margaret Karram y Jesús Morán, presidenta y copresidente de los Focolares. Mons. Brendan Leahy , Obispo católico de Limerick (Irlanda), coordinador de los Obispos amigos de los Focolares, presentó al Papa los dos días del congreso, definiéndolos “extraordinarios” , mientras que el Obispo Christian Krause (Alemania), ex presidente de la Federación Luterana Mundial, presentó al Santo Padre el compromiso de los obispos de “ampliar el círculo de estos encuentros entre obispos de varias Iglesias” para contribuir a la curación de las heridas de un mundo dividido, de jóvenes que tienen miedo de afrontar el futuro. También anticipó el deseo de llevar encuentros similares al continente africano y otros. El Metropolita Chrysostomos, de la Iglesia Ortodoxa de Kyrenia (Chipre), destacó con fuerza la experiencia de unidad vivida durante los días del congreso: “(…) nos hemos redescubierto ‘uno’ como en la primera Iglesia cristiana, con el amor evangélico entre nosotros. Hemos compartido experiencias, admitiendo nuestros errores; hemos compartido preocupaciones y juntos hemos querido abrazar a Jesús en la cruz, solución para todo tipo de desunión; hemos rezado para ir más allá de estas divisiones. Queremos contribuir a la difusión de la luz de Cristo, así las personas no se verán privadas de esperanza”.Stefania Tanesini
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