Comienza en el hemisferio norte la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (18-21 de enero de 2022). Los cristianos de Oriente Medio, que han preparado las propuestas para esta semana, dicen: “El camino nuevo de las Iglesias es el camino de la unidad visible que perseguimos con sacrificio, valentía y audacia a fin de que, día tras día, “Dios reine realmente en todos” (1 Cor 15,28)”. En una entrevista realizada por la TV bávara en 1988 en Montet (Suiza), Chiara Lubich habló precisamente de cómo avanzar en el camino de la unidad de los cristianos. Si hablamos de unidad entre los cristianos, tenemos que pensar que el primer promotor no fue un cristiano de una o de otra Iglesia. Sabemos que es el Espíritu Santo el que empuja a los cristianos hacia la unidad. El programa, antes de estar en nosotros, está en Dios. Entonces, somos realmente personas prudentes y sabias si lo seguimos a Él y lo hacemos escuchando su voz que habla en nuestro interior y nos dice: da este paso, ahora da este otro. Las Iglesias se han situado en estas dos vías: construir la unidad en la caridad, el diálogo de la caridad, típico de Atenágoras y de Pablo VI y, además, el diálogo en la verdad entre las Iglesias, o también entre grupos de Iglesias. Estaría muy bien tener como base el ideal de la caridad, porque mediante la caridad se establece la presencia de Cristo en medio de nosotros. Donde está la caridad y el amor allí está Dios. Y bien, si Él está en medio de nosotros, puede sugerir e iluminar también a los teólogos sobre los caminos que llevan a la unidad y a encontrar una única verdad, una única verdad considerada, quizá, desde muchos puntos de vista. ¿Qué es lo que hace falta? Continuar en esta línea que las Iglesias han tomado, haciendo el diálogo de la caridad; y sobre este, el diálogo en la verdad, de la verdad. Con respecto a la unidad de la humanidad, veo que hay muchos impulsos hacia la unidad y un pequeño impulso es también el nuestro. Lo que pienso es que tienen que derribarse muchas barreras; si caen las barreras muchas cosas se resuelven (…) Si difundimos el cristianismo y lo reavivamos en nuestras Iglesias, si logramos testimoniar mejor a Cristo y difundimos principios cristianos mediante el diálogo con las otras religiones y con los hombres de buena voluntad, seguramente seremos cada vez más uno; Jesús vino a la tierra para construir la fraternidad universal. Pero el final lo conoce solo Dios.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Una espiritualidad para la unidad de los cristianos, Città Nuova, 2020, p. 122-123)
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