La Mariápolis Ginetta ha celebrado sus bodas de oro el 15 de agosto de 2022. El sueño de los pioneros hoy es una realidad: un faro de unidad, diálogo y una nueva sociedad para todos. Desde su génesis, la Iglesia católica ha tratado de vivir de diversos modos el mandato de Jesús en la llamada oración sacerdotal: “Padre, que sean uno, como nosotros somos uno” (cf. Jn 17-21). La unidad y el diálogo siguen siendo hoy la base de las acciones y de las teorías eclesiales, y fue precisamente durante la Segunda Guerra Mundial, en la ciudad de Trento, en Italia, cuando Chiara Lubich, con veintiún años, comprendió que quería vivir y difundir la unidad entre todos los pueblos del mundo, creyentes y no creyentes. En Brasil, a través de la Mariápolis Ginetta, esta misión ha sido fructífera durante los últimos 50 años. La “ciudad sobre el monte” Al fundar el Movimiento de los Focolares, y siguiendo el ejemplo de sus experiencias, Chiara pensó que sería bueno crear ciudades visibles y luminosas ubicadas “sobre el monte”, que fueran verdaderos faros para la sociedad, donde pudieran vivir el amor recíproco en comunión, el Evangelio y la presencia constante de Dios. En el mundo existen hoy 35 Mariápolis, como se llaman las Ciudadelas nacidas de los Focolares. Tres de ellas están ubicadas en Brasil: la Mariápolis Santa María cerca de Recife, la Mariápolis Gloria cerca de Belem y la Mariápolis Ginetta, ubicada en el Estado de San Paulo, en la Vargem Grande Paulista que, en el día de la Fiesta de la Asunción, el 15 de agosto celebró sus bodas de oro. La Mariápolis Ginetta Fruto de la providencia de Dios, testimoniada por muchas acciones, ha sido lugar de encuentro espiritual y social para miles de personas en todo el mundo. Habitada por familias, personas consagradas, laicos, sacerdotes e incluso personas de otras confesiones religiosas, la ciudad faro, es un espacio donde cada visitante puede hacer una experiencia de Dios. Karina Gonçalves Sobral, que vive con su esposo y sus dos hijas en la comunidad, subraya la importancia de la espiritualidad de la unidad y los valores contenidos en la cultura local: “La Mariápolis tiene como misión ser un lugar de encuentro, una casa abierta a todos. Y es verdaderamente para todos. Quien viene aquí debe sentirse acogido. La acogida es parte de nuestro carisma”. “Ante los diversos terrenos que habíamos propuesto hace cincuenta años, este en Vargem Grande realmente parecía tener las características adecuadas para ser un espacio fecundo, donde podemos encarnar visiblemente el Ideal de la unidad. Aquí nos hemos establecido y hoy celebramos un hito importante”, dice Maria do Socorro Pimentel, una focolarina que vive en la ciudadela desde hace más de 40 años. La presencia de la fundadora Chiara Lubich visitó varias veces la Mariápolis Ginetta y en uno de sus viajes, en 1991, al encontrarse con la gran desigualdad social de la población brasileña, se inspiró particularmente y es aquí donde creó la Economía de Comunión, cuyo principal objetivo es el de desarrollar una red de empresas que comparten sus ganancias, contraponiendo a la cultura del tener con la cultura del dar. La Mariápolis toma su nombre de una de las primeras compañeras de Chiara Lubich, la Sierva de Dios Ginetta Calliari, una de las más grandes impulsoras de la construcción de esta “ciudad sobre el monte” y corresponsable del inicio del Movimiento de los Focolares en Brasil. Su cuerpo está enterrado en el cementerio de la Ciudadela, donde acuden varios fieles a pedir gracias. Reconocimiento Ya en mayo de 2022 el Municipio de Vargem Grande Paulista ha reconocido el trabajo social y espiritual realizado por el Movimiento de los Focolares en la ciudad y la importancia no solo de su Centro Mariápolis, sino de todas las obras que se realizan y que involucran a niños, adolescentes y jóvenes. No hay que olvidar el trabajo de los albergues para personas sin hogar y su Sistema de Comunicación, que trajo inversiones, alianzas y notoriedad al municipio. Con motivo de la Santa Misa celebrada el lunes 15 de agosto de 2022 por Don João Bosco, obispo de Osasco, el Papa Francisco envió la Bendición Apostólica escrita en señal de agradecimiento por esta misión realizada por el Movimiento de los Focolares en la ciudad, en el Estado de San Paolo y en todo Brasil.
Ronnaldh Oliveira (de un artículo publicado en cancaonova.com)
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