El Movimiento de los Focolares responde a la inquietud de una formación integral y permanente por parte de los encargados de la formación de los jóvenes expresada en la exhortación apostólica post sinodal “Christus Vivit” y en el documento final de la Asamblea de los Jóvenes de los Focolares FormaT es un proyecto que nació en 2019 a pedido de los jóvenes del Movimiento de los Focolares para una formación continua de los formadores de las nuevas generaciones. Durante ese año una representación de jóvenes a nivel internacional se reunió en Roma para una asamblea de trabajo. Entre las varias indicaciones que surgieron allí hay dos puntos que merecen una atención especial; consisten en proveer a los formadores de los instrumentos para acompañar a los jóvenes de una forma integral y/o abrirse a expertos, según necesidades particulares o momentos de la vida de los jóvenes, y también enseñar a los formadores lo que se refiere al uso de métodos y lenguajes innovadores y atrayentes para la comunicación de la vida y la transmisión del carisma de la unidad. Todo ello apunta a que los jóvenes puedan participar dando su aporte y sus opiniones al respecto. Los jóvenes pedían contar con encargados de la formación mejor formados, para poder ser acompañados de manera integral, con instrumentos adecuados a los tiempos actuales y con el uso de metodologías y lenguajes accesibles, aggiornados y eficaces. Todo ello en plena sintonía con las instancias expresadas también durante el Sínodo de los Jóvenes, recogidas en la Exhortación Apostólica post-sinodal “Christus Vivit”, como así también con el Pacto Educativo Global promovido por el Papa Francisco. Nace así el programa FormaT para ofrecer una respuesta concreta a las exigencias de los jóvenes esparcidos en los distintos países y de la Iglesia. “Sabiduría, pasión, oración, creatividad, apertura, disponibilidad, escucha y acompañamiento por amor. Son palabras incisivas, esenciales y profundas. Ellas serían suficientes para transformar nuestra manera de formar y acompañar –afirmó Margaret Karram, Presidente de los Focolares durante la presentación de FormaT en marzo de 2023–. Acompañar y formar son dos aspectos de una única realidad, o sea ‘caminar juntos’. Estar al lado de los jóvenes es ante todo una gran escuela de reciprocidad, que tiene como fundamento el don de amor de uno mismo, que sus brazos y su corazón al otro, en una dinámica relacional que estimula su crecimiento personal y en relación con los demás. Si dedicamos tiempo y atención a las personas, cualesquiera que ellas sean, nos daremos cuenta de su sed de amor, de comprensión, de verdad, de testimonio en la cotidianidad”. Y Jesús Morán, Co-presidente de los Focolares, en esa misma ocasión, sostuvo: “He tenido una larga experiencia con jóvenes, chicos y chicas; como profesor de filosofía y religión, como asistente, como formador en la pastoral universitaria. Pero aún antes de ello he sido un joven del Movimiento – en mi caso fui un gen– que recibió una formación. Y recuerdo muy bien cuánto tiempo perdieron conmigo los asistentes. Horas y horas de conversaciones. (…) Un formador debe ser una persona muy preparada, pero no debe apoyarse en su preparación, sino en su vida. (…) Diría que un formador necesita tener mucha unión con Dios. Yo lo personalizaría aún más: necesita de la humanidad de Jesús, de su corazón, su mente y sus manos. A veces pienso que a un buen formador le sería suficiente la eucaristía cotidiana. Y luego dejar que él actúe.” El modelo ‘FormaT’ FormaT es un modelo de formación con tres atributos expresados en 3 “T”: ‘T’ = trinitaria: formación que tenga el sello y el estilo de las relaciones de reciprocidad que se inspiran en la vida de un Dios uno y trino. Se trata de una formación que apunta a la escucha, a la contención, a la experiencia de haber actuado y que tenga un amor concreto y desinteresado (que genera la reciprocidad) como regla de base; ‘T’ = integral: formación humana, espiritual, cultural, abierta e inclusiva, que apunta a proveer de los instrumentos para afrontar las cuestiones candentes que se presentan hoy y para crecer integralmente; ‘T’ = formación no sólo teórica sino práctica y activa, que genere impacto positivo y cambios en quienes la reciben y en el ambiente a su alrededor. La metodología de FormaT tiene como inspiración principal la riqueza de vida y de pensamiento presente en la espiritualidad de la unidad y la experiencia vivida con los jóvenes desde el nacimiento del Movimiento en 1943, enriqueciéndose también con las experiencias de cada uno, para poder hacer surgir los talentos en los encargados de la formación y no desaprovechar los aportes que están presentes en los que “generalmente no son interpelados”. Se trata de una metodología inclusiva, de experiencias, que regenera y actúa.
Lorenzo Russo
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