Hace más de 10 años Walter Baier y Franz Kronreif iniciaron en Viena un camino entre marxistas y católicos en la perspectiva –osada en ese momento y osada ahora– de elaborar una ética social compartida, sobre la base de un proyecto de diálogo transversal, denominado Dialop, lanzado en 2014. Baier, político, es actualmente presidente de la Izquierda Europea, Kronreif es un arquitecto, miembro de los Focolares. ¿Qué resultados se han alcanzado con la Conferencia de los días pasados en el camino de Dialop? Baier: «Es difícil para mí dar una respuesta porque aún tenemos que evaluar las cosas entre nosotros. He leído varias veces el discurso que nos hizo el Papa Francisco y he descubierto aspectos nuevos. Ello quiere decir que tenemos que profundizar ese discurso para reflexionar atentamente sobre él. De todos modos, sin duda, el encuentro con el Papa abre un nuevo capítulo entre la Izquierda en Europa y la Iglesia católica. El Papa habló justamente de las cosas que nos mueven a nosotros también, es decir la opción preferencial por los pobres, la defensa de la Madre Tierra, los derechos de los migrantes, el derecho a la vida». Kronreif: «Lo que más me ha impresionado es que el Papa quiso realmente este encuentro con una representación de Dialop. Desde el comienzo vimos que se sentía muy bien con nuestro grupo, mitad católicos y mitad marxistas. Habló muy libremente y construyó relaciones, también a través de las preguntas que nos respondía. Nos estimuló a proseguir en el diálogo, porque el diálogo hoy es fundamental. Hizo hincapié también en la lucha contra la corrupción. Y luego nos invitó a soñar con un futuro mejor, porque con los sueños podemos lograr romper los esquemas». Baier: «Es muy importante también lo que ha sucedido en el Instituto universitario Sophia de Loppiano. Pienso que es una nueva etapa del diálogo. Demuestra lo rico que es saber que conseguimos movilizar a otros. La precondición de ello es que hemos logrado crear un espacio en el que todos los participantes han podido expresarse. Por la parte marxista, todos los aportes han sido no ortodoxos. Si hubiéramos dicho estas cosas hace algunas décadas en nuestros partidos socialistas o comunistas, nos habrían expulsado». ¿Por ejemplo? Baier: «Cómo nos hemos movido como marxistas con el vértice de la Iglesia católica es algo inédito. Además la autocrítica que hemos empezado a hacer respecto de nuestras contradicciones. Ello es posible sólo en este tipo de diálogo que hemos creado en Sophia. Y hago hincapié que en esta experiencia de diálogo, la otra parte consigue activar lo mejor de nosotros». ¿Qué perspectivas se han abierto con esta etapa de inicio 2024? Baier: «Para mí, como político, es importante que logremos movilizar a la sociedad y a la opinión pública en los temas de la justicia, de la ecología integral, sobre todo de la paz. A pesar de que no tenemos que hacernos ilusiones. No es una cuestión de discursos sino de una confrontación con poderes fuertes. Ello requiere decisiones democráticas y se necesitan mayorías sobre tales temas. Yo pienso que tenemos que desarrollar nuestro diálogo en esa dirección». Kronreif: «La perspectiva que surgió es que hemos constatado que en nuestro diálogo conseguimos hacer nacer una experiencia de verdadero encuentro que se puede ampliar a otros diálogos o integrar a otros sujetos en nuestro diálogo. Tenemos ya un método, y una experiencia tan sólida y vivida que estamos más abiertos a integrar a otros componentes. Y puede resultar un método democrático útil para saber cómo tratar y afrontar ciertos temas en los parlamentos, en la sociedad y en la opinión pública, en donde ahora prevalece una escisión muy fuerte y una radicalización en posiciones extremas».
Paolo Lòriga
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