“La espiritualidad de la unidad me ayuda a conocerme más y a enraizarme como franciscano conventual […]. Provengo de una orden que vive la fraternidad; hoy también la vi realizada aquí”. “La jornada de hoy me recordó que tengo que comprometerme a vivir por la fraternidad en mi comunidad. Al vivir en una casa que se dedica a los estudiantes, a menudo estamos ocupados en nuestras tareas y nos olvidamos de ¡lo importante que es!”. Así se expresan dos religiosos en la conclusión del encuentro del 3 de mayo pasado, organizado por el Movimiento de los Focolares en Yogyakarta (Indonesia), para jóvenes religiosos y religiosas de distintas congregaciones. Recientemente, los focolarinos se trasladaron desde la rica Singapur a este lugar, para infundir vigor a la numerosa y humilde comunidad indonesia. El tema principal fue “El rol del carisma en la vida consagrada para que la Iglesia sea más linda y el mundo más unido”. Fue introducido por Padre Piero Trabucco, de la Orden de la Consolada, quien viajó para la ocasión, desde Roma, del Centro de Religiosos de los Focolares. Después del tema tuvo lugar un intenso intercambio de experiencias y preguntas sobre todo con el fin de clarificar el vínculo espiritual de los religiosos con los Focolares, que se remonta al nacimiento del Movimiento. La vasta difusión, del espíritu evangélico de unidad contenido en el carisma de Chiara Lubich, se debe en gran medida a la acción de los religiosos y de las religiosas, que, habiendo conocido este espíritu de comunión en Italia, lo difundieron en los lugares donde fueron transferidos en muchas partes del mundo. Las impresiones, positivas y por momentos entusiastas de los 80 participantes, de 18 diferentes congregaciones, manifestaron principalmente la voluntad de redescubrir el origen de los diversos carismas, tal como nacieron en el pensamiento de su fundador, y el compromiso de vivirlo con un mayor espíritu de fraternidad y unidad, cada uno en su propia comunidad. A Sary John, jesuita, lo impresionó la idea de “amar en primer lugar” y puso en evidencia la riqueza de la experiencia vivida durante la jornada junto con los religiosos de distintas congregaciones. Sor Valentina comentó: “Este encuentro me impulsó a ‘salir’ de mi congregación para conocer otras comunidades y aprender a amarlas como la propia”. Y Sor Novianti dijo: “El ejemplo de Chiara Lubich, profetisa de paz y de amor en medio del mundo, me impresionó mucho” Sor Pacífica (OSF) escribió: “El Focolar responde a los desafíos del hoy de la vida consagrada. El encuentro me agradó mucho porque reencendió en mí la fe y el amor por el carisma de mi congregación” Y más aún: “Un lindo encuentro, sobre todo cuando se subrayó que hay que volver a las raíces de la espiritualidad de la propia congregación, al sueño del fundador. Esta conciencia me impulsa a desear tener su mismo pensamiento y sus mismos sentimientos”. “Me di cuenta de que hasta ahora no he vivido en el amor pleno y deseo que este encuentro signifique un comienzo para compartir el amor con los demás”. En muchos, bajo la luz de esta jornada y con la consigna de la espiritualidad de la unidad, se proyectan nuevas ocasiones de encuentro para crecer juntos en este camino de comunión y de fraternidad entre los diversos carismas. Galería fotográfica
Poner en práctica el amor
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