«Acoger en lo ordinario, lo extraordinario, acostumbrando la mirada a ver cómo crece el árbol. Si no existieran los profetas, la vida sería el lugar del pesimismo y no de la esperanza que nos une». Es posible resumir con estas palabras del economista Luigino Bruni, lo profundizado en la Convención Nacional de las redes de Economía de Comunión, en el ámbito de la sexta edición de LoppianoLab en donde se registraron más de dos mil participantes de toda Italia y de otros países.. Economía de Comunión, un modelo para reiniciar. «Sólo regenerando las relaciones se vence el temor y puede volverse a reactivar la economía. Mientras que hoy la desconfianza y el pesimismo frenan la recuperación económica en Europa y en Occidente, osamos mirar el panorama desde el punto de vista de los jóvenes africanos –empezó diciendo Bruni. Si queremos contribuir al renacimiento de la economía es necesario regenerar los territorios, las familias, las relaciones y redescubrir y practicar las virtudes civiles». “Más allá del temor. Cultura del diálogo, ciudadanía activa, economía civil”. No es casualidad el título elegido para la edición LoppianoLab 2015, promovida por el Grupo editorial Città Nuova, el Centro empresarial Lionello Bonfanti–Economía de Comunión (EdC), el Instituto Universitario Sophia (IUS) y el Centro internacional de Loppiano (FI). Obviamente es urgente el llamado del sector económico, un ámbito en el cual hay unas 200 empresas, de las 800 en el mundo, que adhieren a la Economía de Comunión poniendo como en el centro de la actividad económica al ser humano y su dimensión relacional. Soñando el África. Fueron frecuentes las referencias al congreso internacional EdC que tuvo lugar en mayo pasado en Nairobi, a propósito del cual la economista centroafricana Geneviéve Sanze, habló de la “vitalidad”. En su continente, hoy día son alrededor de treinta las empresas que han adherido al proyecto y ha nacido una red de apoyo a los jóvenes por parte de los empresarios de la EdC. «Quieren hacernos pensar que la Economía es la ciencia de la riqueza; se cree que es necesario ir a las grandes metrópolis para practicarla, pero con la EdC se ha convertido en la ciencia de la comunión» –afirmó. Intercambio, diálogo, fraternidad. En Nairobi entendimos que cada persona aporta una riqueza a partir de su comprensión y unicidad, así como el empresario creativo trata de enriquecer su ambiente y su territorio sin homologarse a estándares que están lejos de su realidad. Hablar de economía a nivel internacional a partir de África es un proceso nuevo, pero lo es más aún cuando se habla del aporte que África puede dar, más que lo que puede recibir, ofreciendo así confianza y nuevo empuje a los mismo africanos para hacer crecer las posibilidades que hay en sus países». África es un continente joven. De ello dan testimonio Gloria y Melchiot, dos estudiantes africanos del Instituto Universitario Sophia de Loppiano: «Hacer soñar a los jóvenes en África significa evitar el fenómeno de la migración: ¿Por qué no pensar en abrir empresas en África y hacer que encuentren trabajo allí?». Dos proyectos EdC. «En Nairobi iniciaron dos proyectos económicos y ha sido anunciado el nacimiento de un diplomado en Economía de Comunión en la Universidad CUIB (Catholic University Institute of Buea) en Camerún –explica Anouk Grevin, economista (Universidad de Nantes e Instituto Universitario Sophia) –: a partir del 2017 iniciará la incubadora de empresas “Siobhan”, con el objetivo de sostener el nacimiento de nuevas empresas en África. El segundo proyecto está dedicado a François Neveux, pionero francés de la EdC, y tiene como fin poner en contacto a empresarios de todo el mundo, dando vida a una red de acompañamiento económico y del diseño del proyecto, dirigida sobre todo a los jóvenes empresarios». Fuente: Città Nuova
Poner en práctica el amor
Poner en práctica el amor
0 comentarios