A 8 años de la última reunión continental, desarrollada también en aquella ocasión en Italia, representantes de distintas confesiones y tradiciones religiosas presentes en Europa se confrontaron durante algunos días (Castel Gandolfo, 28 – 31 de octubre). El miedo a lo distinto, al otro, al extranjero, son sentimientos que se agudizan cada vez después de eventos trágicos como los sucedidos estos días en París y llevan a la islamofobia y cristianofobia. Frente a esto es necesario captar las grandes oportunidades que se abren a nivel continental, sobre todo para las jóvenes generaciones. “La horrible matanza terrorista de París, reconozcámoslo, es un profundo dolor para todos y tal vez aún más para cuantos se empeñan en favorecer la coexistencia pacífica fundada en el valor de la dignidad humana y en el respeto positivo de las diferencias, declara religiones por la Paz inmediatamente después de los atentados del 13 de noviembre: “ Toda persona de buena voluntad –continua- puede contribuir a fin que el Miedo no tome posesión definitiva en nuestros corazones y en nuestras mentes con toda la carga de violencia y destrucción que la misma inevitablemente comporta”. Ir “del miedo a la confianza” – Acogiéndonos el uno al otro, – decía el título del congreso que ha reunido a una cincuentena de jóvenes y ciento cincuenta adultos. Entre los participantes había algunos representantes de relieve de distintas tradiciones religiosas. Experiencias positivas de diálogo y de integración, narradas por sus protagonistas provenientes de diversos países de Europa han constituido las buenas prácticas que, compartidas por todos, resultaron particularmente eficaces. Los trabajos, en la sesión plenaria y en los talleres, han tratado de responder a los desafíos que el continente europeo enfrenta hoy, tanto frente a las oleadas migratorias, como por el crecimiento de sentimientos personales y grupales de carácter racista. Una atención especial fue dada al rol de los medios de comunicación, y a la posibilidad que los mismos tienen de manipular en sentido negativo la opinión pública, aumentando los miedos en detrimento de lo positivo que existe y que no es noticia. De la presentación de los jóvenes surgió una síntesis de la Europa multiétnica, multicultural y multireligiosa que, más que una proyección futura, es ya una realidad en la que pueden empeñarse las jóvenes generaciones para trabajar, a fin que haya relaciones constructivas entre personas de distintas tradiciones. De los cuatro días de trabajo surgió un perfil actualizado del papel de Religiones por la Paz en Europa. El organismo, que ya tiene varios decenios de actividad, hoy estáٞ llamado a coordinar y a trabajar en colaboración y en net-working con otras organizaciones empeñadas activamente tanto en el campo del diálogo interreligioso e intercultural como en la acogida y la integración. Un empeño que, mientras manifiesta “la fraterna cercanía a los familiares y a los amigos de las víctimas inocentes y a todo el pueblo francés, a través del afecto y la oración”, se renueva en el deseo de “continuar en la acción común por la justicia y la paz”. Lee también: Protagonistas en el construir un mundo de paz – discurso de la presidente de los Focolares Maria Voce en la apertura de los trabajos.
Poner en práctica el amor
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