Un grupo de personas que participan del Movimiento de los focolares en la ciudad de Bahía Blanca se propusieron, en 2010, replicar un proyecto que, desde hace un tiempo se viene llevando a cabo en algunas parroquias locales. Fue así que partieron de una idea simple: armar cajas con los ingredientes necesarios para preparar la cena de Nochebuena, artículos navideños, cartas y regalos que harían llegar a algunas familias carenciadas de la ciudad. “Elegimos destinarlas a 34 familias que sigue el Centro Social Semillas de Esperanza, que funciona en Bahía Blanca como parte del proyecto ‘Solidaridad a distancia’”, nos cuentan. El objetivo que se plantearon fue que la propia Navidad no quedara sólo en el encuentro con los afectos sino que llegara a aquellos que tienen más necesidades. Enviaron por mail una carta a familiares y amigos invitándolos a sumarse a la iniciativa y fue tal el grado de aceptación que debieron abrir una casilla de correo electrónico para recibir las “inscripciones” de todos aquellos que querían participar. Luego de confeccionar una detallada lista con los destinatarios de la acción se le asignó a cada persona o grupo que habían decidido participar una familia y su composición, de manera que cada caja pudiera ser bien personalizada. Cuando llegó la fecha límite para la inscripción comprobaron que habían superado ampliamente el número de cajas que necesitaban para las familias de Semillas: de 34 iniciales que se habían propuesto juntar la cifra había alcanzado las 77. Fue entonces que decidieron destinar las sobrantes a la ONG “Crecer por la vida” (que realiza sus actividades en un barrio cercano a Semillas) y al Centro Social Nuevos Horizontes, de la vecina ciudad de Punta Alta. “Todas las cajas traían detalles que materializaban el amor y el entusiasmo con que fueron preparadas”, sintetizan desde Bahía, al tiempo que detallan: “Traían regalos envueltos con delicadeza, artículos de bazar, juguetes, pesebres, artículos de limpieza e higiene, arbolitos de navidad”. Finalmente llegó el día de la entrega. Para ello se organizó un brindis en las instalaciones del centro social donde se invitó no sólo a quienes recibían las cajas sino también a los que las habían preparado. Las repercusiones no se hicieron esperar. Quienes prepararon las cajas rescataron la alegría de ese gesto para con las familias. Y quienes las recibieron se sintieron muy agradecidos y reconfortados por estas muestras de amor concreto que llenó a todos de un verdadero espíritu navideño. (Extractado de Revista CN, Buenos Aires, diciembre 2011 – www.ciudadnueva.org.ar)
Poner en práctica el amor
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