«Cuando estaba comenzando el “Festival de los jóvenes” en el gran teatro al aire libre, moderno y elegante, de Bobo-Dioulasso, se fue la luz… y ¡las localidades vendidas eran 420!» Así relatan los protagonistas el incierto inicio de la alegre función realizada el 19 de octubre pasado, organizada por los Jóvenes por un mundo unido de Burkina Faso.
La energía eléctrica de la ciudad se distribuye por barrios, y justamente a esa hora correspondía el apagón en el lugar donde se realizaba el espectáculo. “Cuando nos dimos cuenta, – dicen los jóvenes- fuimos corriendo a la Compañía nacional de electricidad y afortunadamente, cuando se enteraron de que en ese barrio se realizaba un Festival, enseguida aceptaron cambiar el turno de apagón, hecho que evitó que faltara la electricidad durante todo el evento”
“Estuvo lindísimo – dice Omar, un joven musulmán, que integra el grupo de Jóvenes por un mundo unido. Lo más lindo fue la preparación del Festival: estuvimos cuatro meses preparándolo, superando en cada momento nuestras diferencias”.
Y llegó el día de la función. “Durante la mañana tuvimos una rueda de prensa y para nuestra gran sorpresa – explica Liberata- nos encontramos con casi 150 personas, entre ellas el vicario general y el vice intendente de uno de los Cantones de Bobo-Dioulasso, con la salida al aire por radio y televisión”.
>También fueron una sorpresa los 420 participantes – continúa explicando- porque por lo general los conciertos, hasta los más importantes, no llegan nunca a ese número”.
Entre los jóvenes había musulmanes, miembros de la Comunidad de San Egidio, cristianos de distintas Iglesias y representantes de las religiones tradicionales. Estaban presentes también, el vicario episcopal, el vice intendente, el representante del gobernador, el pastor presidente de la asociación de las Iglesias Protestantes y el de las Iglesias de las Asambleas de Dios.
“Enseguida se creó un hermoso diálogo entre los animadores y el público. A través de las experiencias que los jóvenes por un mundo unido contaban, se construyó un cálido clima de familia”, dijo Richard. Y agregó: “Leímos el mensaje que nos mandó María Voce en el cual nos invitaba a difundir a nuestro alrededor la cultura de la paz y de la unidad para que el amor triunfe sobre el odio y para que las guerras desaparezcan. Estas palabras fueron recibidas con mucha atención por los jóvenes presentes”
El programa de canciones, bailes y hermosas coreografías, estuvo a cargo de los Jóvenes por un Mundo Unido, del grupo artístico “Titiama” y de algunos muchachos protestantes. Mme. Toussy, una cantante famosa en Burkina Faso, entonó la canción “Amémonos” y un cantante del Togo interpretó una canción suya sobre la paz.
>Fue conmovedora la intervención de un señor musulmán, hijo de un Imán, ex presidente de las comunidades musulmanas de Burkina, quien alentó a los presentes a no ceder ante las dificultades que surgen en las relaciones entre cristianos y musulmanes. Y concluyó diciendo que “el Movimiento de los Focolares es una corriente de amor que no hace proselitismo, sino que por el contrario, desea crear un mundo de fraternidad”
“Me encuentro ante algo que supera mi pensamiento: nunca imaginé que habría sido tan hermoso, de lo contrario habría invitado a todos los jóvenes de mi Iglesia”, dijo uno de los Pastores presentes. Los participantes se fueron con gran alegría, ansiosos de llevar adelante el ideal de la fraternidad que conduce a la paz y a la unidad. “Trabajando juntos nos dimos cuenta de que esta fraternidad es demasiado hermosa para que quede sólo entre nosotros”, comentó un joven de la Comunidad de San Egidio.
La televisión nacional difundió varias veces parte del evento en los noticieros, y la radio siguió transmitiendo el concierto durante dos días.
“Ahora – explican con entusiasmo los jóvenes por un mundo unido-, queremos comprometernos continuando la colaboración y el diálogo entre nosotros, en este clima de apertura recíproca. Y cuando realicemos la próxima actuación queremos llenar el estadio”
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