“Move for something greater”, moverse por algo más grande; es éste el lema del proyecto con que el Gen Rosso está trabajando, desde el 30° de enero hasta el 5° de marzo, junto con los jóvenes estudiantes de distintas ciudades de Filipinas, como signo de solidaridad concreta y comunión después del tifón del pasado noviembre. Ya desde hace meses la llegada del conjunto internacional fue preparada involucrando a algunas escuelas públicas y privadas.
A su llegada a Manila, el Gen Rosso fue recibido también por el Ministro de Educación filipino, quien expresó una gran estima por la iniciativa, y el deseo de proseguir en el futuro la colaboración.
El International Performing Arts Group, para preparar junto a los jóvenes sus primeros espectáculos en Manila (el 1° y 2 de febrero), animó varios talleres en los que participaron 210 chicos entusiasmados por tener la oportunidad de expresar sus talentos. Música, danza, coreografías, los textos del “Streetlight”, se convirtieron en canales para crear comunicación y sintonía con los jóvenes.
Algunos de ellos provenían de zonas marginales de la metrópolis. “Precisamente ellos –escriben los artistas del conjunto- eran los más convencidos en la fuerza del proyecto. Se fueron con una sonrisa abierta en su rostro y una expresión de satisfacción única”. Los talleres se concretaron después en la presentación de dos conciertos que tuvieron lugar en el Gimnasio “Ynares” de Manila: los jóvenes y el conjunto unidos llevaron a escena el musical. En cada una de las veladas se registraron más de 2200 presencias; entre los cuales un grupo de cuarenta musulmanes. Una de ellas puso en evidencia “la convicción, la valentía, la inspiración” que el espectáculo trasmitía.
Algunas de las impresiones de los estudiantes que participaron como protagonistas: “Han sanado las heridas de nuestro corazón, ¡qué bello volver a casa y poder vivir por los demás!”., “Gracias por habernos hecho sentir en familia”, “Con este proyecto volví a encontrar las ganas de vivir”, “Aprendí a ser más seguro de mí mismo y a tener más confianza”, y todavía “gracias a estos días transcurridos con el Gen Rosso volví a encontrar una buena relación con mi padre”.
Segunda etapa: Masbate, una isla al sureste de Manila en medio de la naturaleza tropical, (7 y 8 de febrero). “Esta gira –confiesan- nos está regalando emociones imborrables. Estamos en una isla que vive de la pesca y del cultivo del arroz. La “Fazenda” donde nos alojamos se encuentra en medio del campo a una hora de la ciudad, por las calles sobreabundan los sidecar (especie de motocicleta). La gente, aun en medio de mil dificultades, vive contenta…”.
El proyecto Masbate se realiza en colaboración con la Fazenda da Esperança, y algunos estudiantes de varias escuelas de la isla. “El entusiasmo de los 200 participantes en el taller, durante la semana, ¡subió a las estrellas! Muchas de las situaciones que refiere el musical Streetlight estos muchachos las han vivido en carne propia… Tuvimos que incluir un tercer espectáculo debido a las muchas solicitudes, con 1600 participantes”.
“En Masbate – confiesan llenos de emoción- derramamos lágrimas de alegría y construimos relaciones profundas… Una vez más experimentamos que en estos lugares, donde no es tan fácil llegar, recibimos más de lo que damos”.
La aventura prosigue en Davos (14 y 15 de febrero), después en Cebú (21/22), y concluye en Manila el 5° de marzo.
0 comentarios