La Mariápolis resalta por el verdor que la rodea y la armonía de sus construcciones. Sus habitantes, casi 200, provienen de diversos estados de Brasil y de varios países: Italia, Portugal, Holanda, Alemania, Perú y Ecuador. Desde los comienzos de los años ’60, Chiara Lubich soñaba con estos bosquejos de ciudades modernas, conformadas no sólo por casas, escuelas e iglesias, sino que también incluyeran fábricas, modelos de una convivencia de comunión, gobernadas por el amor recíproco. Es aquí que, concretando este “sueño”, nace el primer Polo empresarial. En este lugar, como muchos saben, Chiara, en 1991, lanzó un proyecto anunciando una nueva economía, la Economía de Comunión. Se formó así, en las proximidades de la ciudadela, el Polo empresarial, como “laboratorio” de una economía renovada. Chiara Lubich proféticamente delineó su rol con estas palabras: “Una ciudadela así – anota en su diario- en Brasil, donde la separación entre ricos y pobres constituye una llaga social por excelencia, podría convertirse en un faro y en una esperanza” La fe heroica de los pioneros y de quienes los sostuvieron, bajó a la historia esta profecía. El Polo, con sus seis empresas, es la meta de estudiosos y economistas y atrajo la atención de políticos de alto nivel: desde el honorable Franco Montoro, Consejero de la República, ex gobernador de S. Pablo, al Vice Presidente de la República Dr. Marco Maciel, así como también a un grupo de parlamentarios de varios partidos, miembros de la comisión mixta para la lucha y la erradicación de la pobreza. Maria Voce y Giancarlo Faletti se encuentran allí en la última etapa de su viaje a Brasil. Mientras visitan las empresas del Polo, una empresaria recuerda a Ginetta Calliari, una de las primeras jóvenes que siguieron a Chiara desde el comienzo, a quien se le debe mucho en cuanto a la difusión del Movimiento en Brasil y por el apoyo dado a la EdC. Los dos huéspedes tuvieron palabras de gran admiración y gratitud por la realización del proyecto. María Voce subrayó el secreto del éxito; “Es la comunión lo que antecede y condiciona la productividad”. Es la comunión lo que regula las relaciones entre los dispensadores de trabajo y los trabajadores dentro de la empresa; entre las otras empresas del Polo, entre los Polos en el mundo. La preocupación por la resolución de la problemática social incentivó, desde el comienzo de los años setenta, intervenciones directas, en dos áreas cercanas a la Mariápolis: el Jardim Margarida que se levanta en frente y el Bairro do Carmo, donde se estableció desde hace años un núcleo de afrodescendientes. Estos dos centros sociales se dedican sobre todo a los niños y a los adolescentes en el horario extracurricular, alejándolos de este modo del riesgo de la violencia y de la droga que los acosa. Son sorprendentes los frutos. Los cambios en la conducta, despertados por la pedagogía inspirada en el “arte de amar” que caracteriza a las diversas actividades –desde el deporte a la informática-, contagia también a las escuelas comunales y está despertando también un gradual interés en las instituciones de la ciudad dando lugar a muchas formas de colaboración. Para que se produzca un cambio, no alcanzan las acciones; es necesario que se difundan las ideas a través de los medios de comunicación. Es ésta una conciencia viva desde hace más de 50 años, cuando nació la editorial y la revista Cidade Nova, que tienen su sede actual en la Mariápolis. El grupo editorial no está libre de la crisis que sufren las editoriales a causa de la revolución digital. La presidente y el copresidente, le brindaron un nuevo impulso. “La evolución del Brasil es velocísima –observa Giancarlo Faletti- por esto son indispensables los medios culturales que sepan acompasar la historia, sin ser aplastados, que sepan leerla e iluminarla con la luz del carisma de la unidad”. Las etapas del viaje en: Revista Mariápolis – Área reservada Website: www.focolares.org.br/
Poner en práctica el amor
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