Un congreso internacional on line, con traducciones a 20 idiomas, promovida por los Focolares destacó la contribución de la espiritualidad de Chiara Lubich para aumentar la unidad entre los cristianos. “La voluntad de Dios es el amor recíproco, por eso para cerrar esta ruptura es necesario amarse”. Con estas palabras Chiara Lubich puso en marcha el 26 de mayo de 1961 el Centro “Uno” para la unidad de los cristianos, como una contribución en el ámbito ecuménico para “suturar” la “ruptura” de la división entre cristianos de varias Iglesias. Quienes, de todo el mundo, más de 13.000 personas, participaron en el encuentro internacional por la unidad de los cristianos promovido por los Focolares y realizado on line el pasado 28 y 29 de mayo titulado Ámense como yo los he amado” (Jn 15, 12), han podido constatar que, la indicada en su momento por la fundadora, sigue siendo la línea del Movimiento en el ámbito ecuménico. Dos, en particular, las orientaciones surgidas en el camino hacia la unidad de los cristianos: “el diálogo de vida” y “el compartir los dones espirituales”. En la base de ellos, para los focolares, dos puntos de la espiritualidad de la unidad: la presencia de Jesús en medio de los cristianos unidos en Su amor (cf. Mt 18,20) y el amor llevado al extremo en el grito de Jesús en la cruz (cf. Mc 15,34). “El grito de la humanidad hoy – dijo Margaret Karram, presidente de los Focolares en su discurso – parece un eco de su grito: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’ (Mc 15,34). Pero Jesús con un acto supremo se entregó completamente al Padre, colmando así toda ruptura, todas las desuniones posibles”. “En Él – continuó – encontramos la medida del amor. Cuando lo reconocemos en todo lo que nos lastima, en nuestros límites y los de los demás, cuando es difícil ‘encontrarnos’ sin lastimarnos, es nuevamente Él quien nos llama a amar la Iglesia del otro como propia”. A los “dos polos del carisma de la unidad”, la unidad y Jesús abandonado, se ha referido el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos, indicándolos como la contribución de la espiritualidad ecuménica de Chiara Lubich para aumentar la unidad entre los cristianos. También afirmó que de esta “ha recibido mucha inspiración para mi función actual”. Transmitió el saludo del papa Francisco que “espera que la reflexión sobre el diálogo y el intercambio de dones espirituales, así como el compartir la experiencia de comunión vivida en los últimos años, sea un estímulo para llevar a cabo la oración de Jesús al Padre ‘Para que todos sean uno’”. El reverendo Ioan Sauca, secretario interino del Consejo Ecuménico de las Iglesias, afirmó que el amor es “el corazón de la espiritualidad de la unidad de la que Chiara ha hablado siempre; todos somos abrazados por el amor de Dios en Cristo en la fuerza del Espíritu Santo”. El teólogo católico Piero Coda, refiriéndose a la presencia de Jesús entre los suyos, dijo: “Y entonces será Él, a la luz y en la fuerza del Espíritu, quien nos guiará por el camino de la unidad”. “Jesús en medio” es una expresión acuñada por la Lubich quien, como recuerda la profesora Mervat Kelly, de la Iglesia Ortodoxa Siria “nunca antes se había oído”, aunque varios Padres de la Iglesia se han referido a esto. Mientras que el teólogo evangélico luterano Stefan Tobler observó que “el Movimiento, queriendo apoyar el camino de las Iglesias, puede remontar a una experiencia que sea el fundamento, el alimento de todo camino ecuménico”. El congreso fue seguido en muchos países del mundo: con 20 idiomas en traducción simultánea, el primer día la web en vivo tuvo más de 13.000 visitas y el segundo día 8500. Experiencias en vivo de Cuba, México, Perú, Venezuela, Hong Kong, Filipinas, Congo, Estados Unidos, Líbano, Rumanía, Gran Bretaña, Irlanda, Italia y el proyecto “Juntos por Europa” han confirmado que el “diálogo de vida” es una vía posible en el camino hacia la unidad. Otra dimensión que surgió en la conferencia fue el “ecumenismo receptivo”, es decir, el intercambio de dones espirituales, el descubrimiento de los dones que cada Iglesia puede ofrecer y compartir. Monseñor Juan Usma Gómez del Pontificio Consejo para la unidad de los cristianos, experto en diálogo con la realidad carismático-pentecostal, destacó las tensiones que existen dentro del cristianismo. “Me gustaría que intentemos juntos – dijo – soñar con un posible camino entre los miembros del Movimiento de los Focolares y los que pertenecen al Movimiento Pentecostal / Carismático, identificando algunos elementos esenciales para implementarlo”. Esta sesión fue enriquecida por el pastor Giovanni Traettino, fundador de la Iglesia Evangélica de la reconciliación en Italia y el pastor Joe Tosini, fundador del Movimiento John 17 en los Estados Unidos, mientras que los testimonios de Italia de pentecostales y católicos miembros de los Focolares trabajando juntos en proyectos solidarios para sus ciudades, respaldaron la fecundidad del “diálogo de vida”. Jesús Morán, copresidente del Movimiento de los Focolares, al finalizar el encuentro comentó: “El amor recíproco entre nosotros los cristianos es el testimonio más fuerte y creíble para el mundo que nos rodea” y “en el momento presente que vive la humanidad, la unidad de los cristianos es un imperativo ético que no se puede posponer”. Afirmando que “no queremos eludir ese “esfuerzo de unidad” al que se refería el cardenal K. Koch en su disertación, ha concluido: “Sólo queremos dar prioridad a lo que tiene la prioridad, y esta es la experiencia de Dios que fundamenta toda lógica, todo discurso predicativo sobre Dios. Me parece que en estos días hicimos esta experiencia, una vez más, como un don inmenso de Dios”.
Joan Patricia Back
Aquí están los enlaces para ver transmisiones del 28 y 29 de mayo en diferentes idiomas: https://www.youtube.com/playlist?list=PLKhiBjTNojHo9Zx4JZmSokKOePyBL4Prp
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