Los incendios que todavía no se logran domar están devastando la California. Alimentados por fuertes vientos y por temperaturas decidídamente por encima de la media, han causado decenas de víctimas: el balance más grave relevado en la historia de California, con centenares que resultan dispersos. Impresionante el despliegue de hombres y medios empleados: casi 8.000 entre bomberos y voluntarios, 550 vehículos terrestres, 73 helicópteros y más de 30 aviones. A todo el mundo llegan las imágenes de los incendios gigantescos que están destruyendo una superficie de casi 80 mil hectáreas. Ya no se cuentan las casas destruídas por el fuego. Entre las localidades más golpeadas se encuentran Sonoma, Mendocino, Yuba, Napa. Miles de personas evacuadas, sobre todo en la localidad de Napa, conocida por su producción de vinos de calidad. Una de las áreas más dañadas por los incendios es la localidad de Sonoma, en donde se encuentra Santa Rosa, la capital, con casi 200.000 habitantes. Zonas enteras de esta ciudad se han reducido a cenizas. Desde Santa Rosa Cindy Fitzmaurice, de la comunidad de los Focolares, ha logrado, a través de Facebook, dar noticias de ella y de las difíciles condiciones que han obligado a muchos a abandonar sus casas. «Estamos listos para escapar – escribe, publicando una foto reciente en la cual se ve un cielo teñido de naranja – Tengo el corazón destrozado por mis amigos que han perdido todo. Per estamos aprendiendo qué es lo que cuenta, y de seguro no son las cosas materiales». Una experiencia muy dura la que les tocó vivir a Cindy y a sus vecinos, en fuga, durante la noche, buscando refugio en casa de amigos. Algunos, cuenta, tuvieron que escapar en pijama, sin poder llevarse nada. Felizmente, luego escribe: «Evacuados, pero sanos y salvos. Que Dios bendiga a Santa Rosa. Dejar mi casa después de 25 años ha sido duro. Pero tuvimos el tiempo para hacerlo y por esto tenemos que ser eternamente agradecidos. Otros no podrán decir lo mismo. Veremos mañana lo que nos espera». Luego de una noche de miedo y de oración, el miércoles pasado Cindy pudo nuevamente contar buenas noticias a sus amigos: «Hemos regresado a casa esta mañana. Por el momento los vientos están soplando hacia el este, en dirección de Napa. Es un bien para nostros pero no para ellos. hemos escuchado que están previstos para hoy fuertes vientos a nuestro favor. Pero muchos amigos han perdido todo. No logro ni siquiera imaginar sus graves pérdidas». Cindy agradece a los amigos que se hicieron cargo de ellos, especialmente de la suegra anciana. «Ahora lo que podemos hacer es agradecer y tratar de ayudar a los demás. Agradecemos también por vuestras oraciones». La sobrina de Cindy, de 18 años, trabaja en una casa de asistencia sanitaria. «Todos los pacientes han sido evacuados a otra ciudad. Estoy muy orgullosa de como ella se ha hecho cargo de todos». Son muchos los que han publicado en Facebook fotos con sus casas devoradas por las llamas y reducidas a cenizas. Pero agradecen por estar vivos. Y ahora esto es lo que más cuenta.
Poner en práctica el amor
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