Diario de la Asamblea general / 3, del 26 de enero de 2021
“Quizás nuestra tarea, ¿no sea tanto dar la “luz”, sino entrar en la oscuridad, en el barro, en la desesperación por la falta de dignidad, […] en las distintas pobrezas de ahora”? Probablemente ésta sea, la pregunta provocadora que ha caracterizado mayormente el segundo día de retiro espiritual de la Asamblea general de los Focolares. Después de la oración ecuménica inicial que ha vuelto a proponer la necesidad de una profunda conversión del corazón, Stefan Tobler, teólogo de la Iglesia reformada suiza y Paula Luengo, psicóloga chilena, han afrontado el tema central de la encarnación: ¿qué significa que Dios se hizo hombre, último con los últimos? Y ¿qué quiere decir para los Focolares, vivir y concretizar la espiritualidad de la unidad, hoy? Los estudiosos presentan sus reflexiones desde dos puntos de vista complementarios. Partiendo de los escritos místicos de Chiara Lubich, Stefan Tobler pone en evidencia el valor de la encarnación. “Para Chiara no es sólo un momento en la historia del pasado, sino un hecho que ha cambiado en modo permanente el significado de todo lo creado y que da a las cosas de la tierra un valor de eternidad, una altísima dignidad”. Y la encarnación continuará – concluye Tobler – si lograremos “tener ojos simples que descubren a Dios bajo la realidad de este mundo”. Esta nueva dignidad que asume el mundo si es mirado desde esta óptica, debería provocar un cambio de perspectiva de nuestra parte, explica Paula Luengo. “No encontraremos nuestra identidad mirándonos el ombligo, sino abrazando –como dice Chiara- ‘a todos los solos’”. Debemos “partir desde la humanidad con sus abismos. Encarnación por lo tanto es un movimiento que busca proximidad y abajamiento”. A la misma conclusión llegan Luigino Bruni, italiano, profesor de Economía Política e Historia del Pensamiento Económico; y Silvina Chemen, argentina, rabina de Buenos Aires, reflexionando sobre “carisma, profecía y encarnación”. Nos preguntamos: ¿es posible todavía hoy hablar de dimensión profética de un carisma? “Cuando hay hermanos –explica Silvina Chemen – existe profecía; cuando existe fraternidad, aparece la voz [de Dios]; cuando estamos verdaderamente juntos, Dios se manifiesta”. En los encuentros de grupo surgen muchas preguntas sobre el presente y el futuro del Movimiento, como aquella sobre qué significa permanecer fieles a las raíces hoy. “Lograr –explica Luigino Bruni- en las comunidades carismáticas entender que la primera historia, aquella historia maravillosa que nos ha hecho soñar con los ojos abiertos y ver el cielo, es finita, es particularmente difícil. Pero la historia continuará porque la promesa era más grande que el primer vestido que nuestra fe había endosado en la primera parte del recorrido”. Oficina de Comunicación Focolares texto en pdfPoner en práctica el amor
Poner en práctica el amor
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