Beatriz Lauenroth
Beatriz Lauenroth, periodista, es una de las animadoras de
“Juntos por Europa”, libre convergencia de comunidades y Movimientos cristianos – más de 300 – de distintas Iglesias que, trabajan en red con objetivos compartidos a favor del Viejo Continente, promoviendo
una cultura de la reciprocidad a través de la cual los individuos y los pueblos pueden reunirse, conocerse, reconciliarse y sostenerse mutuamente. Beatriz es una auténtica ciudadana de Europa: alemana de nacimiento, pasó los últimos diez años en Holanda y los anteriores veinte años en Rusia: «Allí, dejé mi corazón. Me enamoré de ese país y de las relaciones que pude construir con las personas». Le pedimos a ella que nos explique cómo nació el recorrido de “Juntos por Europa”. «Pienso que todo comenzó el 30 de mayo de 1998 – cuenta – cuando Juan Pablo II en la Plaza San Pedro invitó a todos los Movimientos y a las nuevas comunidades eclesiales. Allí Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, sintió que debía comprometerse con el Pontífice para promover la unidad entre los Movimientos católicos. Posteriormente,
en 1999, se dio un paso más, precisamente el 31 de octubre, en Augsburgo, en Alemania, con la firma de la
Declaración conjunta sobre la Doctrina de la Justificación, por parte de la Federación Luterana Mundial y la Iglesia católica romana». Un evento histórico para el camino ecuménico: «Esa misma noche, muchas personas, se encontraron en la cercana ciudad de Ottmaring, sede de la Ciudadela Ecuménica de los Focolares. Estaba presente Chiara Lubich y otros representantes de los Movimientos como
Andrea Riccardi, de
San Egidio, y también algunos protestantes como
Helmut Nicklas, responsable de
YMCA de Múnich, (Asociación ecuménica de jóvenes cristianos). Dijeron: ¡encontrémonos, conozcámonos y comencemos a trabajar juntos!»
En ese primer tramo de camino se realizaron dos grandes manifestaciones de “Juntos por Europa”, el 2004 y 2007,
Stuttgart; más adelante, en el 2012 en 152 ciudades contemporáneamente, con un eje central en Bruselas; en el 2016 “Juntos por Europa” se realizó en
Múnich, en Alemania, con 36 mesas redondas y foros para compartir experiencias, buenas prácticas y perspectivas referidas a Europa. En noviembre de 2017, el encuentro de los amigos de Juntos por Europa tuvo lugar en
Viena, ciudad-puente entre el Este y el Oeste.
En estos días, libre convergencia de Movimientos y comunidades cristianas se volvió a encontrar en
Praga, en ocasión del aniversario del comienzo de la conocida
“Revolución de terciopelo”, la revolución no violenta, que en 1989, dio vuelta al régimen comunista checoslovaco: «Es una coincidencia que interpela fuertemente a los amigos de Juntos por Europa, para renovar nuestro común compromiso, el de llevar a la cultura post-secular, el espíritu del humanismo cristiano, ofreciendo así nuestra contribución en dar vida y forma a una Europa más unida». Más allá de los miedos y de los prejuicios, se quiere testimoniar que
el camino hacia una Europa “casa de las naciones y familia de pueblos” no es una utopía. El convenio de Praga se abrió con la intervención del Teólogo-Filósofo checo
Tomás Halik (Premio Templeton 2014), amigo personal de Vaclav Havel, primer presidente de la recién constituida República Checa, desde 1993 al 2003, de
Jaroslav Šebek, miembro del Instituto Histórico de la Academia de Ciencias de la República Checa, y de
Pavel Fischer, Senador checo. Los responsables y los representantes de diversos Movimientos, Comunidades y Asociaciones intervinieron para recordar juntos otra Europa, la de las grandes esperanzas y promesas que surgen del rico patrimonio de una multiplicidad étnica, social, cultural, que tiende a la comunión y al diálogo. El acontecimiento de Praga se convirtió en una etapa importante en la historia de
Juntos por Europa, que continúa comprometida por
una Europa más unida y más fraterna. «Se habla a menudo – concluye Beatriz – de los Padres Fundadores de Europa, Schuman, De Gasperi y Adenauer. Los jóvenes nos dicen: déjennos trabajar con ustedes, así
la Europa de los padres se convertirá también en la Europa de los hijos y de las hijas». Fuente:
UnitedWorldProject.
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