Ago 7, 2018 | Focolare Worldwide
Edgar y Maquency, junto con sus tres hijos: Edgar (18), Monserrat (16) y Mackenzie (15), desde hace cuatro años viven en “El Diamante”, a 50 Km de Puebla y casi a 170 de Ciudad de México. Son pocas decenas de habitantes, pero varios miles las personas que cada año los visitan. Es una tierra rica de culturas y de fuertes contrastes, con modernas y pobladas metrópolis y zonas marginadas fuera de la ciudad. La ciudadela es una auténtica “punta de diamante”, el corazón palpitante del Movimiento de los Focolares, fundada en 1990 por Chiara Lubich. Un lugar que da testimonio de que la inculturación de la vida del Evangelio es posible si está basada en el diálogo y en el intercambio recíproco entre las distintas culturas. «Decidimos mudarnos a la ciudadela con nuestros tres hijos para dar una contribución concreta. Llegamos aquí respondiendo a una verdadera llamada de Dios para construir, junto con otros, la ciudadela», cuenta Edgar. «Para nosotros, ofrecer nuestra disponibilidad era también un modo de devolver todo el amor que nos habían donado, desde que recibimos el don del Ideal de la unidad», agrega Maquency. «En este período –cuenta Edgar– he tenido que afrontar la dificultad de no tener un trabajo fijo. En el primer año transcurrido en la ciudadela hice varios trabajos de carpintería, plomería y trabajos de pintura de casas, siempre para sostener la economía familiar. A continuación, hablando con Maquency y con los otros focolarinos, decidimos que yo buscara otra fuente de ingresos en mi profesión de ingeniero. Después de poco tiempo encontré un trabajo en una ciudad a 90 Km de la ciudadela. El trabajo era bueno y estaba contento, pero sentía siempre la nostalgia de encontrarme lejos de casa, de mi familia, de la ciudadela». Apareció otra oportunidad de trabajo en una ciudad más cercana. «Hablándolo en familia, tomamos la decisión de aceptar. A primera vista parecía una buena opción, pero después de algunos meses de trabajo en esta empresa, me di cuenta de que las cosas no eran como parecían y tuve que renunciar. Volví a la ciudadela y me dediqué al trabajo de serigrafía. Me parecía que había vuelto atrás, en cambio, poco después me llegó otra oferta de trabajo inesperada como consultor en un proyecto. Lo asumí de inmediato. El trabajo me gustaba mucho y el sueldo era bueno. Finalmente logramos tener una economía estable en la familia». Cuando todo parecía haberse normalizado desde el punto de vista económico, se le propuso a Edgar, sorpresivamente, ocuparse de la gestión de los trabajos de mantenimiento de la ciudadela, que eran necesarios después de tantos años de su construcción. «Con mi esposa entramos en una nueva etapa de discernimiento, tratando de comprender cuál era la decisión justa que debíamos tomar. No faltaron momentos de incertidumbre y aprensión, sobre todo pensando en el futuro de nuestros hijos». «Nos acordamos –interviene Maquency– de la experiencia inicial del llamado de Dios. Nos sentimos nuevamente interpelados, porque cuando Dios llama te pide que dejes todo y exige un amor exclusivo. Quiere que dejemos nuestras seguridades, para ponernos al servicio. Pero también nos ofrece todo, como dice el Evangelio: “No hay nadie que haya dejado casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o campos por mi causa y por causa del Evangelio, que no reciba ya, ahora, en este momento, cien veces más”». «Así decidimos que yo me pusiera al servicio de la ciudadela. Cuando hablé con el responsable de la empresa, exclamó: “¡Tendrían que existir muchas personas como tú!” y me propuso trabajar en la empresa con un horario reducido, más adecuado a nuestras exigencias. Pude constatar la intervención de la Providencia y la verdad del Evangelio».
Ago 6, 2018 | Focolare Worldwide
Hoy se cumplen 73 años del horror de Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, y de Nagasaki, tres días después. Se presentó como una inmensa explosión, como un sol enceguecedor, que causó la muerte inmediata de centenares de miles de personas, casi todas civiles. Y muchas más en los años siguientes, por las consecuencias de las radiaciones nucleares. De aquellas explosiones no sólo Japón sino la entera humanidad quedaron devastados, consignando al mundo la conciencia de que nada habría sido como antes. “Nunca más” es no sólo un imperativo moral, sino también una necesidad absoluta, si queremos que el planeta tenga un futuro de paz y se realice un mundo en el cual el sol sea sólo símbolo de vida.
Ago 5, 2018 | Focolare Worldwide
«Esta carta para mí es preciosa como las palabras escritas por Chiara Lubich: “Puedo imaginar que todos vosotros ….sintáis el peso de la violencia y el terrorismo que están en naciones enteras. Jóvenes no mayores que vosotros, creen poder cambiar la sociedad con secuestros, muertes y cometiendo los crímenes más variados. Sin duda ellos no han encontrado ideales más positivos y así se dejaron llevar por caminos extremadamente peligrosos. Mucha gente está asustada y no puede vivir en paz. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué aporte podemos dar?”. Estas palabras resumen perfectamente lo que estoy viviendo ahora. Quisiera compartir lo que estoy pasando y cómo me siento abandonado en este momento; tal vez como se sintió Jesús cuando estaba abandonado en la cruz. Este sentido de abandono es algo que experimenté en los cuatro centros de detención en donde estuve y en donde me encontré con chicos que eran en su mayoría más jóvenes que yo. Al comienzo estos chicos me asustaban, estaban en contra de mí y querían matarme. Pero traté de acercarme a ellos y me di cuenta de que lo que les faltaba era ser comprendidos, una oportunidad y como conscuencia les faltaba amor. No estoy tratando de justificarlos, pero ellos también tienen necesidad de amor, sólo que lo pedían llamando la atención sobre sí mismos, de la manera equivocada, pero era el único modo que conocían. Mis padres tratan de vivir por un mundo unido y, desde que yo era pequeño, yo también traté. Es más fácil cuando eres parte de una comunidad en la cual se trata de vivir de esta manera. Mientras que para las demás personas que tienen miedo de dejarse amar es más difícil , especialmente cuando uno ve que este amor no es correspondido y uno se encuentra circundado de ladrones y asesinos. De todos modos el amor va más allá de los límites y ésta es la verdad más preciosa, a pesar de lo que estoy viviendo acá. Ahora estos chicos vienen a mi celda para pedirme consejos o ayuda, en particular cuando atraviesan un mal momento; alguno quiere incluso saber más sobre los Jóvenes por un mundo unido de los que formo parte, a pesar de mi situación. Muchos me preguntan cómo estoy, si tengo necesidad de algo, alguno incluso me llama hermano. Lo que estoy viviendo en la cárcel puede ser una invasión de amor que se difunde poco a poco en donde reina la violancia. Así como la lluvia suave que penetra dulcemente en las profundidades de la tierra…»
Ago 2, 2018 | Focolare Worldwide
Brenda Drumm
El Papa estará con las familias reunidas en Dublín los días 25 y 26 de agosto. Es el huésped más esperado. Por otro lado, escribe Brenda Drumm en un largo artículo de L’Osservatore Romano, el Encuentro mundial de las familias «ha tenido desde sus inicios la marca personal del Pontífice: él es quien eligió a Irlanda para recibirlo, e indicó el tema de los trabajos: “El Evangelio de la familia: alegría para el mundo”; y, sobre todo, nos dio la exhortación apostólica Amoris laetitia como documento clave con el cual cotejarnos. Y cuando el 21 de marzo Francisco anunció que vendría, el debate se concentró en lo que su vida significará para los fieles, para las familias y para los jóvenes, para la Iglesia y para el pueblo. El Pontífice transcurrirá la mayor parte del tiempo aquí en Irlanda con las familias y con personas marginadas de la sociedad. Y, siempre con las familias en el centro de sus intenciones, se reservó una pausa de oración en el santuario mariano de Knock». El evento, promovido por el Dicasterio de la Santa Sede para los Laicos, la Familia y la Vida, se volvió a proponer con una frecuencia trienal, y reúne a familias de todo el mundo para festejar, rezar y reflexionar juntos acerca de la importancia del matrimonio como fundamento de la vida personal de la sociedad y de la Iglesia. El encuentro estará articulado, tras la inauguración oficial el 21 de agosto, a través de un congreso de tres días en el cual habrá programas diversificados para jóvenes y adultos y entretenimientos para los niños, culminando con la compartición de experiencias de fe en presencia del Papa. La mayor parte del programa se llevará a cabo en Dublín, mientras otros eventos relacionados, como la acogida, tendrán lugar en todo el territorio irlandés. Los números del evento, según Drumm, son alentadores: «La respuesta de la gente fue arrasadora. Hace tiempo que todas las entradas necesarias para los acontecimientos que están en el programa se han reservado: 37.000 para el congreso pastoral, 77.000 para el Festival de las familias, 45.000 para la visita a Nuestra Señora de Knock, 500.000 para misa de clausura. Dentro de esos números se pueden leer datos interesantes: llegarán a Irlanda familias de 116 países, por un total de alrededor de 15.000 participantes internacionales; miles de familias convergerán en Dublín de todo el país. Serán alrededor de 6.000 los jóvenes de edad inferior a los 18 años y 10.000 los voluntarios comprometidos para asegurar el buen resultado del encuentro. Pero, detrás de las cifras están las personas: familias de todo el mundo que se reunirán para celebrar sus alegrías y para discutir algunos de los muchos retos afrontados en un mundo que cambia rápidamente». Y sigue: «El Papa Francisco sabe acoger perfectamente la realidad de la vida familiar de hoy, con las dificultades de cada día. Comprende que como padres hacemos día a día lo mejor que podemos el uno por el otro y por nuestros hijos, y también comprende que las familias no son perfectas». ¿Qué es la familia para el Papa Francisco? Recuerda Drumm: «“El hospital más cercano, la primera escuela para los jóvenes, la mejor casa para los ancianos”. Y a pesar de que “a veces los platos pueden volar”, el Papa nos recuerda “cuánto más feliz sería nuestra vida de familia si entendiésemos la importancia de las palabras “por favor”, “gracias” y “perdón”. El Pontífice continúa convencido apasionadamente de que la familia sigue siendo “una buena noticia” para el mundo. Cree que en las realidades, a menudo complejas y desordenadas, de la vida familiar moderna la gracia y el amor de Jesucristo están vivos en una galaxia de actos cotidianos de gentileza, ternura, generosidad y fidelidad, que a veces se viven heroicamente entre una inmensa fragilidad humana y arrolladores retos sociales. En una sociedad fácilmente propensa a la violencia, la familia sigue uniendo nuestras vidas y el mundo mismo». Las citas del artículo de Brenda Drumm, responsable de comunicación del Imf 2018, se han tomado de L’Osservatore Romano, 27 de julio de 2018, pág. 8.
Jul 30, 2018 | Focolare Worldwide
La línea de uno de los sietes talleres que se desarrolló después del Genfest, era la pregunta “¿qué hago con mi vida?”; se afronto el tema de las elecciones de vida, la propia “Life Direction”. «La construcción de ese taller -cuentan los organizadores, adultos junto con un grupo de jóvenes de varias partes del mundo- empezó ya el pasado febrero con encuentros por Skype, una experiencia realmente edificante, asumida por todos con seriedad, responsabilidad y creatividad». «Llegando a Tagaytay nos conocimos personalmente, y nos dimos cuenta cuán alta era la expectativa de todos. También los números esperados para el taller eran altos, de los mil inscritos en los siete talleres, 250 habían elegido Life Direction. Los participantes provenían de varios países del mundo, hablaban 16 idiomas diferentes». La conducción del programa, era ágil y progresiva, hacia contenidos cada vez más “profundos” en donde las experiencias era el factor principal; fue preparado y llevado adelante por los mismos jóvenes de la ciudadela asiática, el hilo conductor era el “lema cotidiano” un pensamiento para poner en práctica durante la jornada. «El primer día se inició con el tema “Abre tu corazón”: una invitación abrir el corazón a la verdadera felicidad, tratando de quitar todo lo que podía ser un impedimento para vivir con intensidad el momento presente. Se presentaron cuatro experiencias en formas y situaciones diferentes sobre el tema de la felicidad encontrada gracias al amor verdadero, o su descubrimiento después de una caída, o en situaciones dolorosas y difíciles. El intercambio en pequeños grupos permitió verificar cuán profundamente habían penetrado y las preguntas y expectativas que cada uno llevaba consigo». «El segundo día –prosiguen- el lema era “What is the call” (¿Cuál es el llamado?). En éste se requería nuestra participación en forma activa. Para presentar el sentido del “llamado” con un lenguaje comprensible para poder ser acogido, se asoció a tres palabras clave: comprender, escuchar, elegir. Después de presentó la historia con Dios de cinco personajes bíblicos: Samuel, el joven rico, el hijo pródigo, María y Pedro. Un matrimonio, un religioso, una persona comprometida en el mundo profesional y una focolarina fueron entrevistados siguiendo la línea de estas tres palabras clave. «En grupos más pequeños se pudo profundizar el sentido de cada una de estos llamados, interactuando también con preguntas y respuestas». «El tercer día se apuntó hacia lo alto con el lema: “Aim high”. Dejamos la palabra a Chiara Lubich quien encuentra sobre su llamado a los jóvenes en Barcelona en el 2002. Las preguntas, esta vez eran escritas, poco a poco fueron llenando el buzón que se había puesto a disposición, y fueron la materia con la que se animó el programa de la tarde, siempre con entrevistas a nuestros invitados, cada uno subrayaba la belleza de la propia vocación desde la perspectiva de un único llamado al amor. Fue una hora y media que ¡se fue volando!». «En estos cuatro días -escriben los adultos- hemos visto jóvenes con sed de poder tener una relación con Dios, en profunda búsqueda, abiertos a la escucha, pero también llenos de sufrimientos, de dudas, de temores, todo se vivió en un clima de gran serenidad y simplicidad. Hemos advertido que en cada uno sucedió algo nuevo, una experiencia de luz se abrió brecha, se trata de un nuevo camino de diálogo con los jóvenes sobre el llamado y sobre una vocación radical». Algunas impresiones de los presentes: «Era exactamente lo que tenía necesidad a este punto de mi vida. Vivir el momento presente, abrir mis puertas, dar pasos radicales que van más allá de nosotros mismos. Esto es lo que me llevó». «Los jóvenes que contaron de su elección de seguir a Jesús en una forma totalitaria me animan a hacer elecciones sólo por amor». «Para mí era importante entender cómo responder al llamado. Entender (que Dios me ama), escuchar (la voz dentro) y decidir (seguir a Jesús). Estoy muy feliz por esta experiencia. ¡Gracias!».