Domenico Mangano, ¡un hombre libre!
Al llamado de Dios de donarse, Domenico Mangano (1938-2001) respondió «con prontitud, fidelidad, continuidad, pero sobre todo, siempre, con absoluta libertad de conciencia Libremente elige el compromiso social, y se perfecciona en el campo político; libremente, después de conocer el Movimiento de los Focolares, se pone diariamente a pulir su alma en el “santo viaje” en unidad con los hermanos. Esta experiencia conquista en la raíz a ese ciudadano activo y lleno de talentos, ese laico comprometido y combativo, ese ardiente e inquietante político, ese cristiano auténtico y rico que es Domenico». Son las palabras de Tommaso Sorgi ante la muerte de su «dulce amigo, más que hermano, confidente discreto y sabio», que con Domenico durante muchos años pudo «compartir el deseo común de combinar la tierra y el cielo, la pasión ardiente de traducir en el difícil terreno político el mensaje provocador del Evangelio. Con él compartí sobre todo el nacimiento del Movimiento político por la unidad, aquel estilo de vivir la experiencia política orientada hacia la construcción de la fraternidad universal iniciado en las bancadas parlamentarias por Igino Giordani, nuestro modelo común». Domenico Mangano nació en Anzi, en la provincia de Potenza, el 22 de febrero de 1938. En 1949 la familia se traslada a Viterbo. Terminó la escuela secundaria, en 1958 ganó un concurso en el Instituto Nacional de seguridad social en Pavía y allí se trasladó; como trabajador y estudiante cursó sus estudios superiores en la Facultad de Ciencias económicas y empresariales. Volviendo a Viterbo conoce a Maria Pia y se casan el 24 de agosto de 1966. Nacen tres hijos: Paola (1968), Giuseppe (1970) y Maria Flora (1972). Para Domenico son años de gran esfuerzo en la familia, en el trabajo, con los estudiantes universitarios, en la Acción Católica, en el estudio. Años en los que inicia la actividad política como administrador público en Viterbo. En 1974, Domenico conoce el Movimiento de los Focolares y sus ideales y adhiere con Maria Pia. Se compromete en la rama de laicos comprometidos Voluntarios de Dios, laicos comprometidos a encarnar en todos los aspectos de la sociedad la luz que brota del carisma confiado por el Espíritu a Chiara Lubich. Él quiere «estar al paso con Dios» indicado por ella y le escribe a menudo. De Domenico, la Lubich llegó a decir que veía en él a un místico. Domenico murió en Viterbo el 22 de diciembre de 2001. El año anterior le habían diagnosticado un tumor incurable. Afronta la noticia sabiendo que debía «cerrar un largo primer capítulo de la vida, poniéndola en el corazón misericordioso de Jesús, para abrir otro completamente nuevo», escribe a Chiara comunicándole su situación. Con el Decreto del 9 de marzo de 2017 monseñor Marcello Semeraro, obispo de Albano, acepta la solicitud del postulador Waldery Hilgeman para iniciar la Causa de Beatificación y Canonización de Domenico Mangano, invitando a la comunidad eclesial a manifestarse sobre la fama de santidad y los signos del nuevo Siervo de Dios. Leer mas: Domenico Mangano
Una escuela para líderes de comunión
Un contexto político y social peligrosamente inestable, un ingreso per capita entre los más bajos del mundo, la presión de las potencias internacionales sobre los enormes recursos naturales de la región. Pero también el eco de los grandes líderes africanos del ‘900, desde Nkruah a Senghor, de Lumumba a Nyerere, que todavía resuena como un llamamiento a salir del pasado para enfocarse en grandes metas, “imposibles sólo cuando nadie las realiza” (son palabras de Mandela). Es en este ámbito que, el pasado 4 de noviembre, se inauguró en Kinshasa (en la República Democrática del Congo), Ecoforleaders, una Escuela de Alta formación al liderazgo de comunión, ante la presencia de algunas autoridades políticas, diplomáticas, académicas y religiosas, tanto cristianas como musulmanas, para subrayar la esperanza que suscita la apertura de Ecoforleaders en el país africano. Todo partió de un grupo de estudiantes africanos que se preguntaron cómo trabajar por un África nueva y que ahora, con el apoyo del Instituto Universitario Sophia y del Centro internacional del Movimiento Político por la Unidad (MPPU) trabaja seriamente para realizar este sueño. El encargado de cortar la cinta fue el Secretario de la Conferencia Episcopal Congolesa, un hombre muy reconocido por haber conducido el diálogo entre políticos de la mayoría y de oposición, con ocasión de la controversial propuesta de ley electoral que vinculaba la fecha de las elecciones presidenciales al próximo censo. Una personalidad que todavía hoy representa un punto de encuentro entre las partes. Cincuenta estudiantes, seleccionados con base en su currículum y una entrevista, empezarán los cursos que serán conducidos por un cuerpo docente, entre los cuales tres rectores de ateneos universitarios y algunos tutores. No se trata de una iniciativa aislada, porque la Escuela se inserta en un proyecto más amplio, ya presentado ante la UNESCO, de formación a un liderazgo inspirado en la fraternidad universal, que ofrecerá formación también para los tutores y docentes, en Nairobi, el próximo enero. Es un proyecto de interés para toda África del Este y tiene una duración de tres años y, sucesivamente, se extenderá a otras regiones africanas. Lee también: news República Democrática del Congo
Ser ciudadanos del mundo
Vida religiosa: flores raras en Ecuador
Un magnífico jardín con muchas flores de varios colores. Así se ven los numerosos cultivos, de privilegiada variedad floral, que se exporta desde Ecuador a todo el mundo. Es una imagen que Sor Vanessa, Misionera Franciscana de la Juventud, utilizó para introducir el retiro espiritual que tuvo lugar el 22 de octubre, en Quito, en la sede de la CER (Conferencia Ecuatoriana de Religiosas). Sor Vanessa concluyó hace poco un año de permanencia en la Casa Emaús de Loppiano – el centro de espiritualidad para las religiosas que quieren profundizar en el carisma de los Focolares –y no encontró un mejor ejemplo para describir a la Iglesia y sus varios carismas a las 27 consagradas y un religioso de 11 Congregaciones diferentes que respondieron a la invitación del CER. Mediante una dinámica de grupo, la joven religiosa pidió a cada uno de los participantes que colgara al Crucifijo que estaba en el aula la Palabra sobre la cual estaba basado el carisma de su fundador, haciendo visible la idea de que cada carisma suscitado por el Espíritu es un nuevo “Cristo desplegado a lo largo de los siglos”. Y para permanecer en la metáfora, a cada participante se le entregó una flor, cada una distinta de las demás, así como son diferentes los carismas: varias bellezas en comunión y en el servicio común a la Iglesia, que hace que se encuentren potenciadas y actualizadas. En el programa, además de los temas se profundizó en el valor de la comunión entre carismas antiguos y nuevos de la Iglesia y en modalidades concretas para favorecer o suscitar esta comunión. Se dio amplio espacio a los testimonios. La CER, de hecho, había convocado a este retiro con el título “Comunión entre carismas, testimonio de esperanza”, por la feliz coincidencia de la visita a Ecuador de la Madre General de las Pequeñas Esclavas del Sagrado Corazón, Sor Imelda Rizzato, quien conoció la espiritualidad de los Focolares desde que estaba en el noviciado. Pudo contar cómo el impacto con este espíritu, además de reforzar su elección vocacional, le transmitió una especial propensión interior a tejer relaciones de comunión con cuantos encuentra, encarnando así, como dijeron de ella sus superiores, el carisma de su fundador, el beato Carlo Liviero, en forma auténtica,. Con el tiempo la congregación le confió varias tareas, hasta pedirle que sea actualmente la mayor guía. Una responsabilidad que trata de desarrollar compartiéndola con sus hermanas de comunidad y en la apertura y comunión con otras realidades eclesiales y religiosas, desde la óptica de esa “Iglesia en salida” que el Papa espera. Sor Imelda y las otras religiosas que tomaron la palabra, dieron testimonio de cómo el Carisma de la Unidad no contrasta en lo absoluto con los carismas individuales, sino que por el contrario, es una válida ayuda para actuar lo que la Iglesia espera de cada carisma, individualmente y en la comunión entre todos. La noticia del retiro llegó también al Nuncio, Mons. Andrés Carrascosa, quien, no sólo favoreció la participación de las hermanas de la Nunciatura, sino que pidió a su Secretario que estuviera presente. También celebró la Misa y se quedó a todo el encuentro, declarando que “era un auténtico privilegio poder estar ahí”. Al día siguiente algunas religiosas presentes quisieron visitar el focolar, para poner las bases de un nuevo camino de unidad entre los carismas de Ecuador, para abrir nuevos horizontes y dar esperanza a la Iglesia y al mundo.