Movimiento de los Focolares
Primera Mariápolis en Dubai

Primera Mariápolis en Dubai

Mariapolis Dubai_02 «Nos encontramos en estos países de los Emiratos Árabes por motivos de trabajo –cuenta Claudia-. Nuestros ambientes de trabajo a menudo se caracterizan por una fuerte competitividad, acompañada por las dificultades de la integración y a menudo con falta de tiempo para relaciones interpersonales sencillas y auténticas. La Iglesia católica en Dubai es viva, joven, alegre y sin complejidades. En la misa cotidiana, con más de 2000 fieles –en su mayoría filipinos, paquistaníes e hindúes- hay mucha participación y gran recogimiento. También en nuestra comunidad local somos todos extranjeros y tratamos de dar testimonio evangélico en los distintos ambientes donde nos movemos, llevando el amor y la unidad a nuestro alrededor. Somos muchos los que  vivimos la espiritualidad de la unidad que hemos conocido en nuestros países de origen. Y tratamos de proponerla a nuestros vecinos como remedio ante la vida frenética e individualista que se vive aquí. Para nosotros es de fundamental importancia el encuentro mensual de la Palabra de Vida. La leemos juntos, tratamos de profundizarla y compartimos las experiencias que surgen al ponerla en práctica. La visita de  María Voce y Jesús Morán, en enero de 2016, en una escala de su viaje a India,  ha dado un nuevo impulso a nuestra exigencia de llevar a muchos el ideal de la unidad, permaneciendo en red entre todos». «Por eso fue natural involucrar a todas las personas con las que estamos en contacto a que participaran y vivieran la experiencia de la Mariápolis que preparamos con tanto esmero – explica Amjad –. El 27 y 28 de enero pasado, 65 personas provenientes de 12 países (4 de Medio Oriente, también de Pakistán, Filipinas, Brasil, Japón, Italia y Camerún), nos dimos cita en Ras Al Khaimah, un Emirato cerca de Dubai, para vivir nuestra primera Mariápolis en estas tierras. ¡La emoción era grande! A algunos les parecía realmente un sueño finalmente encontrarse después de tanto tiempo. Fuimos acogidos en la parroquia del Padre Willy, quien es originario de Filipinas. El título elegido: “Unity in diversity” (“Unidad en la diversidad”), reflejaba muy bien la realidad y los desafíos que todos vivimos». «Me impresionó mucho –escribe una joven de India- lo que escuchamos de Chiara Lubich sobre la “técnica” para construir la unidad. Ahora quiero ponerla en práctica». Y una mujer filipina agrega:  «Descubrir que Jesús, en el momento en el que se siente abandonado por el Padre, puede convertirse en “clave de unidad” en la medida en que trato de imitarlo, me ha llenado de esperanza». En un clima de gozo se compartieron alegrías y dificultades, tanto en los encuentros de grupo como en la sala, y las exigencias de una vida compartida con los demás. Hubo momentos de juego, de oración, una velada “intercultural” con un programa recreativo: canciones, videos, representaciones, danzas… que involucraron a todos.  «Se  dedicó especial atención al programa dedicado a los niños; varios de ellos no querían volver a sus casas…», cuenta Claudia. «Fue como un “oasis” –explica Amjad- donde cada uno encontró a una familia con la presencia espiritual de “Jesús vivo”. «En estos días volvió a despertar en mí la llama de este ideal que conocí hace tantos años –confesó un brasileño-; ahora quiero donar este ‘fuego’ a otros». «En la conclusión nos parecía –escriben Mía y Michel- que quienes regresaban a sus países o a los Emiratos como Omán, Qatar, Baréin, llevaban un “pedazo de la fraternidad” vivida en la Mariápolis. En cada uno era evidente  el deseo de seguir viviendo así en los propios ambientes, llevando a todos la esperanza. Ahora, a través de los medios de comunicación, nos mantenemos conectados formando una red viva, tratando de ayudarnos los unos a los otros, abiertos a todos».  

Uganda: ensayos de Economía de Comunión

Uganda: ensayos de Economía de Comunión

RitaEntre los 1200 empresarios y estudiosos de Economía, que fueron recibidos por el papa Francisco, el pasado 4 de febrero, a 25 años del comienzo del proyecto de una Economía de Comunión (EdC), está también Rita Najjingo, joven empresaria ugandesa. Su país cuenta con 73% de jóvenes entre 18 y 30 años, de los cuales el 47% está desocupado. «Muchos de ellos tratan de iniciar pequeñas actividades productivas – nos informa Rita-, pero por falta de capital y escasa capacidad de gestión, sus empresas fracasan recién nacidas». La idea de la EdC, que llegó también al continente africano en estos años, apareció en seguida como una posible solución. En 2015 algunos empresarios y estudiosos ugandeses participaron en un Congreso en Nairobi (Kenia) para conocer este proyecto económico que prioriza a la persona. Volviendo a Uganda hablan con las comunidades locales sobre el tema y nacen las primeras iniciativas: en Ibanda, en la parte occidental del país con una forma de micro-crédito comienzan apoyando la vuelta a la escuela de un joven que había estado encarcelado; en Lira, en el norte, de la misma manera se logra construir una casita para una señora anciana; más adelante, se comienza una plantación de ajo y así otras cosas. «En Kampala – cuenta Rita- tuvimos la idea de involucrar a los empleados de un Centro de Salud cercano a los Focolares, quienes poseen una fuente segura de ingresos. La idea de poder conceder préstamos a quienes querían comenzar una actividad económica  pero que no disponían de suficiente capital, gracias a la comunión de sus ahorros, los entusiasmó. Un experto realizó con ellos un curso de una semana y después nació una asociación de ahorro y préstamo. 20170220-01En general, el importe que se da como préstamo no es nunca superior al triple del capital que los solicitantes disponen. La devolución del mismo comienza después de cuatro semanas, dejando un pequeño porcentaje para el incremento del capital social. En tres meses la deuda queda completamente saldada. Al conceder un préstamo el grupo promotor se informa sobre el tipo de negocio que los interesados quieren desarrollar, dándoles las sugerencias adecuadas y acompañándolos en los primeros pasos.  En el transcurso del tiempo se constituyó una plataforma de expertos en administración para poder ofrecer una consultoría sobre gestión empresarial, mercadeo y sustentabilidad. Uno de ellos pidió el préstamo para elaborar bolsas artesanales, otro joven para comprar una moto para luego rentarla y hacer él mismo de transportista. Después, con un segundo préstamo y con la venta de la vieja moto, compró una más moderna. Ahora trabaja en compra-venta de motos usadas, y le da trabajo en su taller a otros dos jóvenes. Un miembro de la comunidad invirtió el préstamo en la adquisición de plantas de sésamo que revende para variados usos alimenticios. También él ha podido contratar a unos jóvenes que lo ayudan en el reparto de mercadería y en la compra de la misma, favoreciendo así a los productores. Con esta iniciativa de los préstamos – sigue Rita- también yo logré crear una sociedad registrada legalmente que se ocupa de papelería y proveeduría a las oficinas. Después de haber saldado el primer préstamo, pedí otro para ampliar la actividad ofreciendo el servicio de transferencia de dinero. Actualmente tengo cuatro centros de asistencia que dan trabajo a cuatro jóvenes señoras, de las cuales tres son madres solteras». Una moto, una casita, ajo, sésamo, son pequeños signos en los cuales el papa Francisco ve la semilla del cambio, como dijo en su discurso a los presentes de EdC: «… los cambios en el orden del espíritu y por lo tanto de la vida no están vinculados a los grandes números. El pequeño rebaño, la lámpara, una moneda, un cordero, una perla, la sal, la levadura: éstas son las imágenes del Reino que encontramos en el Evangelio. No es necesario que seamos muchos para cambiar nuestra historia, nuestra vida» (4 de febrero de 2017, Aula Paolo VI).    

Un Padre Blanco en África

Un Padre Blanco en África

Preghiera.jpg1Estaba terminando los estudios secundarios. Desde pequeño, cuando escuchaba las historias de un tío que era misionero en Congo, me sentía fascinado por África. No me gustaba el estilo de vida burgués de la sociedad belga, ante la pobreza y las injusticias sociales difundidas en el mundo. Me interesaba el pensamiento de Julius Nyerere (quien está en proceso de beatificación, ndr), el primer Presidente de Tanzania. Su concepto de Ujamaa (que en suajili quiere decir ‘ser familia’) fue la base de las políticas de desarrollo económico-social que después llevaron a Tanzania a la independencia de Gran Bretaña y a la construcción de una pacífica coexistencia entre tribus y grupos étnicos. Su pensamiento se basa en la tradición africana y en el ejemplo de las primeras comunidades cristianas que relatan los Hechos de los Apóstoles. Pedí ingresar en la Orden de los Padres Blancos, no tanto por un discernimiento vocacional, sino porque trabajaban en Tanzania. Acordamos que iría durante un año para conocer. Llegando a su casa, cerca de la Universidad de Lovaina (Bélgica), sin que ellos lo supieran empecé a formar parte de un grupo maoísta de extrema izquierda. Organizábamos actividades en favor de los países del tercer mundo y por la independencia de Angola y Mozambique. Durante una manifestación, la policía encontró mi nombre en uno de los volantes y vinieron a interrogarme. Pensé que para mí sería mejor cambiar completamente de camino. Además me sentía desilusionado de mis amigos, porque sólo yo estaba pagando el precio de nuestras acciones. En cambio, el director espiritual me invitó a quedarme y a conocer un grupo de estudiantes que se reunía mensualmente donde ellos. Los había entrevisto, me parecía que estaban en las nubes, hablaban de Jesús y del Evangelio. Pero acepté. La primera vez que participé en un encuentro escuché en silencio. Contaban cómo trataban de poner en práctica el Evangelio. Al final me preguntaron qué pensaba. «El Evangelio existe desde hace dos mil años y el mundo todavía está lleno de injusticias, de explotación y de opresión». «Si quieres cambiar el mundo, empieza por ti mismo», me contestó uno de ellos. No supe qué contestar. «¿Por dónde?», pregunté. Me dio la Palabra de Vida de ese mes: «No juzgues y no serás juzgado». Al día siguiente, por más que lo intenté, descubrí que siempre estaba juzgando a los demás. No podía. Regresé para decirles que era imposible no juzgar. Me exhortaron a no desanimarme y a volver a intentarlo después de cada fracaso. Regresando a casa, recé a Jesús Eucaristía: «Si Tú quieres que yo viva así, ayúdame, porque solo no puedo hacer nada». Terminado el año académico, estaba seguro de que los Padres me dirían que regresara a mi casa. Sin embargo me dijeron que habían notado un cambio en mí y que, si quería, podía empezar la formación para ser sacerdote. A través del contacto frecuente con esos jóvenes, los gen, que vivían la comunión de bienes entre ellos, y con la ayuda del responsable de los Focolares de Bélgica, encontré mi camino y llegué a ser misionero. Vivir por los demás me daba una gran alegría y así descubrí el gran ideal de la unidad de Chiara Lubich y del Movimiento. Antes de partir para África, en el ’82, fui ordenado sacerdote. El desafío más grande ha sido buscar un diálogo profundo con la población del lugar, practicando el arte de “hacerse uno”. Estudié su idioma y la cultura local, para apropiarme de las costumbres de la gente. Experimento que, a la luz del Evangelio, todo lo que es bello, bueno y verdadero se eleva, el resto poco a poco desaparece.

Diálogo ecuménico: un paso más

Diálogo ecuménico: un paso más

basilica buildingDe Onitsha (Nigeria) escriben que delante de la Basílica Most Blessed Holy Trinity, el 23 de enero, había más de un centenar de evangélicos, pentecostales, católicos, miembros de varias iglesias autónomas, rezando juntos y acompañados por sacerdotes y dos obispos. Los Focolares fueron los catalizadores del evento e instituyeron un comité con miembros de 5 realidades representativas de las distintas iglesias presentes en Nigeria: CCN (iglesias autónomas), OAIC (iglesias y organizaciones nacidas en África), PFN (iglesias pentecostales), CSN (iglesia católica) y ECWA/TEKAN (iglesias evangélicas del oeste de África y Ghana). Alguien se preocupó por conseguir los grupos musicales, otros prepararon el documento con el programa, otros embellecieron el atrio de la Basílica. Un pastor anglicano fue quien pronunció la homilía. Él, “como un son de trompetas para despertar del sueño a todos los cristianos en Nigeria” invitó a “vivir como verdaderos seguidores de Cristo y a trabajar por la unidad en la diversidad”. «Oramos con una sola mente y una sola almaatestigua una joven experimenté el calor del Espíritu en medio nuestro». Y un joven: «Viendo a las personas de varias iglesias que oraban juntas por la unidad y la paz, me sobrevino la certeza de que realmente la unidad se alcanzará, porque Jesús mismo le pidió al Padre que ‘todos sean un uno’». Ottma1En Ottmaring (Alemania), sede de la ciudadela ecuménica de los Focolares, en ocasión de la “semana” se dieron cita 7 pastores luteranos suecos, 4 pastores anglicanos y un pastor reformado, inglés y 7 sacerdotes católicos. La reflexión fue acerca de “El Resucitado y los discípulos de Emaús”. El obispo luterano Âke de Skara (Suecia), introdujo el tema y evidenció como Jesús, aún hoy, es atraído por las heridas y la oscuridad de la humanidad para llevar su luz. Con esta realidad en el corazón, todo el grupo se dirigió al cercano campo de concentración nazi de Dachau, lugar emblemático del misterio de Jesús Abandonado. Interesante también la visita en Augsburgo de algunos lugares significativos para la iglesia luterana, que  concluyó con una escala en la iglesia católica dedicada a St. Moritz, donde se encuentra una impactante imagen del Cristo Salvador que ilumina la oscuridad del mundo. En este clima de intensa comunión, la celebración de las distintas liturgias, a lo largo de la semana, adquirió una sacralidad muy especial. En la conclusión hubo propósitos unánimes: “Quiero volver al mundo donde Jesús Abandonado me espera”. “La Iglesia debe estar allá donde están las heridas de las personas”. “Lo primero que haré, volviendo a mi casa, será visitar al pastor luterano más cercano”. En Matera (Italia), hablamos con Cinzia, quien, desde que encontró la espiritualidad de la unidad lleva adelante en su parroquia un camino ecuménico en colaboración con una pastora luterana: «Se trata de veladas siempre muy hermosas y llenas de alegría – nos cuenta – en las se evidencia lo mucho que nos une, más que lo que nos separa. Para animar las celebraciones de la “semana de oración” que celebramos juntos desde 1997, nació un coro ecuménico que nos acompaña también en las distintas iniciativas culturales y humanitarias que hacemos juntos. Este año, en colaboración con asociaciones y movimientos de la ciudad, se realizó una marcha por la paz y la unidad, en la que participaron unas 300 personas de varias confesiones, además de personas de otras religiones. Una vez más fue una ocasión para poner en práctica el ecumenismo de la vida y expresar ese profundo deseo de fraternidad que va más allá de las diferencias. La parroquia de S. María en Pesaro (Italia), tiene una relación de amistad ecuménica con la catedral ortodoxa de Resita (Rumania), gracias a los párrocos y varios laicos que viven la espiritualidad de la unidad. «Este año cuenta una joven ortodoxa rumana – quisimos dar un paso más. Los jóvenes sentían la exigencia de comprometerse en la formación de los más pequeños, así fue que empezamos un curso en Pesaro para animadores católicos y ortodoxos juntos, donde experimentamos la unidad en la diversidad». También en Cochabamba (Bolivia), la “semana” fue la ocasión para que los distintos movimientos, entre ellos los Focolares, suscitaran iniciativas ecuménicas. En un encuentro de oración ecuménica participaron miembros de la iglesia anglicana, metodista y católica. Estuvo presente también el obispo emérito quien recordó los 500 años de la Reforma e invitó a todos a vivir la misericordia y un compromiso renovado para trabajar por la unidad. Leer también: Ecumenismo: Semana de la Unidad Semana de la Unidad en La Habana

Chile: el fuego no ha devorado la solidaridad

Chile: el fuego no ha devorado la solidaridad

cile2Desde hace un mes el centro-sur de Chile se ha visto afectado por grandes incendios forestales que han destruido alrededor de medio millón de hectáreas. Son 11 los fallecidos y alrededor de 1.100 los damnificados. Unas mil casas se incendiaron, la mayor parte en Santa Olga, a 500 Km al Sur de Santiago, un pueblo de 5 mil habitantes que quedó completamente destruido. Los daños llegan a varios cientos de millones de euros. Los factores que contribuyeron a una catástrofe de este tipo fueron varios: una ola de calor con temperaturas históricas, la intensa sequía y el viento que ha alimentado los incendios que se propagaron en la cordillera dorsal de Chile. Se trata de la cadena montañosa que está entre el Pacífico y los Andes, y que hace escapada la geografía de este país, a lo largo de 6 mil kilómetros pero con ancho de sólo 200-300 kilómetros. Unos cuarenta aviones cisterna y helicópteros y más de 4.500 brigadistas no han sido suficientes para controlar tantos frentes. Están trabajando también dos aviones gigantezcos acondicionados contra el fuego: un Boeing 747 (Supertanker) capaz de volcar alrededor de 70.000 litros de líquido y un Ilyushin-76 que puso a disposición el gobierno ruso, capaz de lanzar 30 toneladas de agua y de aterrizar en pistas cortas. Argentina, Colombia, Brasil, Perú, España, Portugal, Francia y Venezuela han enviado equipos anti-incendio. Impresiona la secuencia de catástrofes naturales ocurridas del 2010 a esta parte, empezando por el terremoto de 8,8 escala Richter seguido por un tsunami que provocó 535 muertos y miles de millones de daños. Siguieron al menos tres grandes erupciones volcánicas. En el 2015 un nuevo terremoto: 8.4 escala Richter… En el 2014 y este año los incendios han asediado los alrededores de Valparaíso, una ciudad portuaria a 115 Km de la capital: ha habido varias víctimas y daños por 4 mil millones. Parece increíble, en el 2015 se inundó el Atacama, el desierto más árido del mundo en el norte. El lodo arrasó aldeas enteras, calles, puentes y a 28 personas. Y ahora nuevamente el fuego se ve atizado por la sequía. Habrá tiempo para indagar sobre las causas, en algunas localidades no se excluye el dolo. Pero ahora es el momento de intervenir. Sin embargo las llamas no han devorado la solidaridad que se ha puesto en acción en distintos modos: por doquier se recogen artículos de primera necesidad. La organización “Hogar de Cristo” realizó una colecta de casi 1,8 millones de dólares para reconstruir las casas destruidas.  Algunas personas adineradas asumieron el gasto del Supertanker. “Son nuestros hermanos, debemos ayudarnos”, explica una madre de familia que coordinó una colecta entre los vecinos. En Santa Olga quedó en pie sólo alguna casa, pero sobre los escombros humeantes flamea la bandera chilena. Un símbolo que aquí no falta nunca aún en medio de la destrucción. Quiere decir que se regresará para construir y tratar de arrancarle a esta naturaleza un lugar donde vivir, trabajar, realizar sueños. Lo harán tenazmente, con la paciencia secular de quienes han aprendido a construir su historia entre sudor y lágrimas rodeados por una naturaleza que no regala nada. Alberto Barlocci   Ultimas noticias de las comunidades de los Focolares en las zonas afectadas por los incendios Escriben Marilyn y Juan: «Ya han pasado 19 días desde que en todo Chile, con la colaboración de muchos países, se lucha contra los incendios.  En las regiones del centro-sur de Chile hay numerosas comunidades de los Focolares. Todavía ahora, después de una lucha que parece superar las fuerzas humanas, siguen encendidos más de 80 focos de incendio y debido al fuerte viento, algunos que se habían apagado se han vuelto a encender. 13Varios pueblos, donde viven muchas familias del Movimiento, han sido desalojados para evitar la pérdida de vidas humanas. Las personas, junto con los bomberos, brigadistas, voluntarios, velan para evitar la propagación del fuego. Son innumerables las experiencias de solidaridad, en especial las de las personas del lugar, como Manuel y Silvia, voluntarios del Movimiento quienes viven en Chiguayante, una zona completamente circundada por el fuego. Debido a la gravedad de la situación se vieron obligados a desalojar su casa. Junto con sus hijos y los vecinos, arriesgando sus vidas, se pusieron a “limpiar” el suelo para impedir la llegada del fuego. Aunque ahora la situación está bajo control, siempre existe el peligro de que el viento cambie de dirección. Victoria y Jorge y sus tres hijos, viven en Tomé, que es también una zona en riesgo; junto con algunos amigos de sus hijos y otros jóvenes realizaron una colecta de artículos de primera necesidad para quienes perdieron todo, y los llevaron a los pueblitos más aislados donde es más difícil que lleguen las ayudas. El Padre Alex, un sacerdote ortodoxo de la Iglesia Rusa, muy amigo del Movimiento, vive en Hualqui, un pequeño pueblo y va a celebrar la Misa a Chiguayante, donde está su comunidad. El fuego había tomado fuerza y las llamas bloqueaban la calle de su pueblo, por lo tanto regresó a pie para poder acompañar a algunas personas que todavía están aterrorizadas. Hay experiencias de solidaridad también de parte de las comunidades del Movimiento que están en ciudades lejanas de la zona de los incendios. Se organizaron a través de grupos de whatsapp y después de dos días salieron los primeros automóviles cargados con ayudas. Constatamos en el pueblo una gran capacidad de reaccionar ante las dificultades, de resiliencia, una respuesta conmovedora e inmediata. Es fuerte ver los rostros radiantes de quienes están comprometidos en ayudar, y constatar que realmente “hay más alegría en dar que en recibir”. Nosotros, antes de cualquier actividad, renovamos la unidad entre nosotros para poder llevar ese amor que todos necesitan. Todas las noches, a las 10, nos unimos en oración para pedir el milagro de la lluvia, y muchos se unen a nosotros».

Argelia: fidelidad en el amor

Argelia: fidelidad en el amor

Christian de Charge.jpg1Hace algunos días, me encontré con una carta del P. Christian de Chergé, de quien el año pasado recordamos el 20º aniversario de su fallecimiento. Christian era el Prior de la comunidad de trapenses del Monasterio Nuestra Señora del Atlas de Tibhirine (a 90 Km de Argelia). En 1996, él y otros 6 monjes fueron secuestrados y posteriormente asesinados. El 1º de agosto fue asesinado Mons. Pierre Claverie, Obispo de Orán. Se estaba viviendo la “década negra”, como acostumbraban llamar a la guerra civil que estalló en los años ’90. Los monjes eran de origen francés y como todos los “extranjeros” estaban puestos “en la mira” por los “hermanos de la montaña”, como se le llamaba a los guerrilleros que habían tomado las armas en consecuencia a la anulación de las elecciones de 1992. El Frente Islámico de Salvación, partido político que fue disuelta más adelante por considerarse fuera de la ley, estuvo por vencer aquéllas elecciones. Frecuentemente vuelvo a ver con el pensamiento sus rostros sonrientes, durante los momentos que vivimos juntos. Todos participaban de  la vocación particular de la Iglesia de ese país, al cual se sentían enviados para testimoniar el Evangelio estando al servicio de ese pueblo. Una  iglesia sencilla, pobre, pero su testimonio brilla en el corazón de muchos amigos, en su mayoría musulmanes. Ya, en Argelia el 99,99% de la población profesa el Islam. La Iglesia es “Iglesia para un pueblo, una Iglesia del Encuentro”, según la expresión del Arzobispo de Argelia, Mons. Paul Desfarges. Volviendo a la carta del 3 de diciembre de 1994, me parece que reencuentro a Christian o a alguno de los monjes en nuestro focolar de Tlemcen, donde solían pasar la noche, para retomar después el viaje hacia el Monasterio que estaban fundando en Féz, en Marruecos. Veladas de coloquios intensos, alegría de reencontrarnos, de sentirnos hermanos y de sentirnos comprendidos en este recíproco compromiso hacia el pueblo que nos alojaba. Teníamos vocaciones distintas, pero nuestros corazones latían al unísono. TNX-13263-martiriNos alentábamos a ir adelante dentro de ese clima de peligro en el que se vivía. Se había corrido la voz de una eventual salida momentánea de los miembros del focolar de Tlemcen, que posteriormente no se verificó. Y Christian nos escribía:  «Todos pensábamos que ustedes se iban a quedar el mayor tiempo posible entre nosotros dando testimonio de una convivencia ofrecida, de una comunión de vida sin fronteras, de una apertura familiar que permite al corazón vibrar al unísono más allá de las barreras que existen por la distinta creencia religiosa. Ustedes encarnan  el mensaje del Evangelio y grabaron profundamente este mensaje entre nosotros. Y nosotros gozamos con ustedes por este “de más” de humanidad que su Carisma da a nuestra Iglesia. Era hermoso reencontrarnos con ustedes en su “focolar”. Muchos monjes pudieron gozar de su caluroso recibimiento cuando pasaban para ir a Fez. A todos les quedó el sabor de …. gustar más! (…). En estos tiempos, todos tenemos necesidad de contar con este “fuego” mantenido vivo en la comunidad. Hará un poco de frío en Navidad si ustedes no están más aquí. (…). Nuestras vidas están en las manos de Dios… y nuestros motivos para quedarnos se identifican con los que nos hicieron vivir aquí. (…). Para ustedes, como para nosotros, la situación no cambia nada. Otra vez GRACIAS a cada uno y toda nuestra comunión fraterna de hoy y de siempre. Christian». Se habló del coraje de quedarse..., pero para personas como nosotros que vivíamos desde adentro esa experiencia dura, hablaría más bien del valor de ser fieles a un llamado y el deseo de compartirlo con una parte de humanidad de la cual éramos ya integrantes. Una fidelidad de amor. En los corazones de todos los que conocían a los monjes, Mons. Claverie y las otras hermanas y religiosas asesinadas en esos años en Argelia, continúan hablándonos de Evangelio vivido y de amistades profundas con un pueblo que se había convertido en el propio. Giorgio Antoniazzi