Ago 16, 2015 | Focolare Worldwide, Senza categoria
«Un encuentro de corazón a corazón», así definió una persona que participaba por primera vez en la Mariápolis de Astorga, una de las tantas manifestaciones del mismo tipo que se desarrollaron o están en curso en toda Europa y en muchos otros países. El evento tuvo lugar del 2 al 6 de agosto, e invadió pacíficamente la ciudad con 800 personas provenientes de varias partes de España pero también de Francia, Italia, Alemania y Brasil. Al concluir la visita a los monumentos y museos típicos, o a la salida de la Misa que se celebraba en la histórica catedral gótica, o durante las veladas en las que se organizaban conciertos de distintos géneros musicales, las calles y las plazas estaban repletas de estas personas. Y los habitantes de Astorga, observando la forma en la que se relacionan, inspirada en la fraternidad, respondían con curiosidad a sus saludos. Una señora detuvo a una chica que paseaba por la calle para agradecerle a este grupo tan alegre por su presencia en la ciudad. Muy apreciado fue el equilibrio entre los momentos más reflexivos y formativos y los espacios dedicados al diálogo, a los testimonios y a las actividades recreativas. Un mix que contribuyó a alcanzar los objetivos de la Mariápolis: facilitar el encuentro consigo mismos, con Dios, con los demás. «No fue un crecimiento –observó uno de los participantes-, es decir, no fue que se empezó en un nivel para después progresar en intensidad y calidad. Cada día fue pleno, completo, cada uno de gran valor en sí mismo». Entre los distintos encuentros específicos para adolescentes y niños, tuvo lugar una marcha por la ciudad, con estaciones en algunas calles y plazas en cada una de las cuales se realizaban distintas actividades. La Mariápolis de Astorga estaba presente también en Facebook, en un espacio virtual de encuentro tanto para los participantes como para quienes no pudieron estar presentes. Fueron muchos los aportes a través de comentarios y fotos, a los que todavía ahora se puede acceder a través del clúster (una red). Algunos comentarios: «Es mi primera Mariápolis –escribe Cati-. Han sido días de fraternidad, de amor, de unidad. Junto a mi hija agradecemos a todos los que han hecho posible este encuentro»; «Estamos regresando a Toledo –escribe Paco-, aprovecho para agradecer a todos por estos días. Puedo decir que ha sido una Mariápolis llena de dones». En la perspectiva de concretar el espíritu de la Mariápolis en la vida cotidiana se propuso el proyecto «Todos somos mediterráneos», para sensibilizar a los ciudadanos europeos sobre el drama de la inmigración que afecta a cuantos tienen en común el mar Mediterráneo, desde sus confines del sur, a los países en guerra o desfavorecidos económicamente, en busca de mejores condiciones de vida. Este proyecto, en sintonía con el tema de la Mariápolis “Caminos que se encuentran”, se materializa en la recolección de firmas para pedir a la Unión Europea un significativo cambio de la política migratoria. El último día, al hacer un balance del programa desarrollado, los participantes declararon estar todos satisfechos, especialmente por la acogida que cada uno experimentó desde el primer momento, también a quien venía por primera vez. La ciudad de Astorga, que por sus dimensiones es a medida de hombre y tiene un clima moderado, reúne muchas características que facilitaron la posibilidad del encuentro. En este sentido; «el Movimiento de los Focolares –escriben los organizadores- agradece profundamente al Arzobispado y a la Administración comunal por su exquisita colaboración».
Ago 12, 2015 | Focolare Worldwide, Senza categoria
Federico con su papá
«Yo a menudo sueño mucho. Un sueño que se repite., Es una jornada de sol en donde mis sentimientos y mis pensamientos se derriten en un torrente de palabras para todos mis amigos. ¡Qué bello debe ser poder hablar!». Federico no habla, si bien se sabe que no toda la comunicación pasa por el lenguaje. Los primeros síntomas se evidenciaron alrededor del primer año de edad. Cuanto más crece, más disminuye su capacidad de interactuar con la realidad. Cuando tenía tres años, sus padres recibieron el diagnóstico. Es totalmente incapaz de comunicarse. Tiene una de las formas más fuertes de una alteración generalizada del desarrollo, una alteración muy grave que lo conduce al amplio y variado universo del autismo. Con ocho años tiene lugar un hecho que cambia la trayectoria de su incomunicabilidad. Aprende a escribir con la computadora y finalmente logra digitar sus primeras palabras, emociones, sentimientos. Se rompe el muro del silencio mediante los que él considera “neurotípicos”. En agosto del 2002, la familia va de vacaciones a Palinuro. Federico siempre expresa algunas palabras; son frases breves pero intensas. «¿Mamá qué tengo?». «¿Por qué yo?». Escribe en su computadora la palabra autismo. Es perfectamente consciente. El 20 de febrero del 2010 le escribe a su amigo Gabriele: «Tengo necesidad de la ayuda de ustedes para salir de mi prisión. Mira, yo estoy muy solo porque no me logro comunicar con la voz y es un gran límite. No entiendo cómo hacen ustedes que no son autistas para encontrar en su cabeza, al vuelo, las palabras apropiadas y decir tan rápidamente, también con la expresión del rostro, lo que quieren comunicar. Para ustedes es normal, pero a mí me parece un milagro. A mí me cuesta escribir una letra a la vez y lo logro sólo si papá está cerca». Ahora que sabe escribir, crece su autoestima, hasta llegar a publicar un libro Aquello que nunca he dicho donde por primera vez podemos ver el punto de vista de un chico que explica su síndrome con observaciones raras y preciosas. De este modo sale del aislamiento. Finalmente experimenta la alegría de compartir sus emociones, concluye con éxito los estudios hasta egresar con un Bachillerato en ciencias. Todavía hoy Federico casi no dice nada. “Les aseguro –escribe- que soy casi incapaz de hablar verbalmente, me expreso con palabras sueltas, sólo raramente logro componer una pequeña frase. Puedo escribir a mano sólo con letra de imprenta muy grande e insegura”. Es gracias a la computadora que por primera vez juega con un amigo, que se presenta a sus compañeros del colegio y que, años después, participa ‘activamente’ en las reuniones de preparación para la Confirmación “Poco a poco –cuenta– mi pc portátil se convirtió en un compañero inseparable. Con mi computadora y con la ayuda de una persona preparada para ayudarme, verdaderamente puedo decir lo que pienso en cada situación”. Hoy Federico estudia percusión, tiene muchos amigos, ayuda a las personas que tienen una persona autista en su familia con consejos de la vida cotidiana, y tiene muchos proyectos para el futuro. «Ahora mi vida ha encontrado un curso», escribe, «gracias a los capacitadores que me han enseñado el método, a mis padres quienes con entusiasmo se han lanzado en esta aventura. Yo estoy feliz con mi vida, y el mérito, en gran parte, es de ellos». Pero no piensa sólo en sí mismo: «¿Cuántos autistas mentalmente perdidos habrían podido ser otros Federico si hubiesen sido diagnosticados pronto, hubiesen tenido un buen estímulo en la edad del desarrollo y hubiesen sido muy amados?». Su sueño, cuando sea grande: «Iré por el mundo a visitar mujeres encinta para entender si su hijos podrán hablar y curar el autismo. Yo jugaré con sus niños para ayudarlos a crecer y a aprender a hablar. Cuando un niño tenga necesidad de mí, yo estaré allí para ayudarlo». Fuente: Città Nuova online
Ago 6, 2015 | Senza categoria
Así sucede con el editorial con su firma del 20 de abril de 1958 titulado “Jesús en la Expo ‘58”. Con escritura incisiva y eficaz, la autora traza las impresiones descritas tras una visita a la Expo de Bruselas en la primavera de aquel año. Ella había ido a Bélgica para la semana de Pascua: el Movimiento comenzaba precisamente entonces a dar sus primeros pasos más allá del círculo de los Alpes, en el corazón de Europa. Se comprende entonces la gran impresión que le suscitó esta visita. «El 17 de abril – escribe – se abrió la muestra internacional de Bruselas. […] ¡Es algo colosal! Las mayores potencias, los Estados más grandes de los cinco continentes han competido para exhibir lo mejor de su ingenio. […] Es imposible no quedarse fascinado, viendo estas construcciones modernísimas, muy atrevidas en las líneas, en los colores, en la iluminación, pero a menudo compuestas con un saludable y artístico equilibrio, con las expresiones arquitectónicas más variadas, más originales. […] Sin embargo, el pabellón que atrajo nuestra atención de forma especial fue el de la Santa Sede. Se erige casi de frente al soviético y junto al americano. Es denominado “Civitas Dei”. Tiene en el corazón una iglesia, caracterizada por un estilo esbelto y armonioso, quizá porque rico de contenido, muy elegante y modernísima. […] Debajo se eleva un altar donde se celebrará la Santa Misa continuamente. […] Por tanto, Jesús vivo que continuamente se inmola por todos y la palabra de la verdad de un Rey que no es de este mundo, son las riquezas que se exponen en Bruselas en la “Ciudad de Dios”. Mientras al lado, entre otros, está el rompehielos atómico, el Sputnik II, una estatua monumental de Lenin, que ocupan el Pabellón soviético, y un teatro inflable, muchas obras de arte moderno y del folclore, que forman el americano. Sí, Jesús en la muestra de Bruselas, como un día Jesús en las bodas de Caná. El Hijo del Hombre no desdeña mezclarse en cualquier asunto humano y, a través del armonioso sonido de las campanas, hará recordar lo eterno y lo divino a todos los que estén allí reunidos para exaltar la capacidad de los pueblos que Él ha creado. Jesús que muere en el altar por todos, también por los que no se ocupan de Él, tal vez engreídos por su ciencia, por sus descubrimientos o, incluso, que lo atacan. Jesús que enseña aún la Verdad a través de aquellos de los que Él ha dicho “quien a vosotros escucha, a mí me escucha”. Estos son los dones, el “producto” de la Iglesia Católica que lo revive. Jesús Eucaristía, el fruto de la Iglesia, como hace tiempo Jesús de Nazaret fue el fruto del purísimo seno de la Virgen María. Y allí, en la Expo de 1958, como en cada una de nuestras iglesias, Jesús tratará de saciar la sed de luz, de amor, de valor, de fuerza, en los hombres. Jesús se expone a sí mismo, o mejor, expone su amor concreto y se ofrece para salvar a los hombres, también allí donde todo habla de energía atómica, de inventos, de novedades. Él es la novedad más grande, el eterno descubrimiento no descubierto, Aquél que permanecerá, incluso cuando en los siglos futuros nadie se acuerde de los detalles de la exposición de Bruselas, como nadie hoy sabe el nombre de los esposos de Caná. Está ahí para no dejar desilusionados, para llenar el vacío que se creará en muchas almas – a pesar de la ostentación de las más bellas riquezas de hoy – cuando se experimente la vanidad de todo, también de lo mejor, que no esté enraizado en Dios». Fuente: Centro Chiara Lubich. Lee el texto completo.
Ago 3, 2015 | Focolare Worldwide, Senza categoria
Baobab es el nombre de uno de los muchos centros de acogida de prófugos. Está ubicado cerca de la estación Tiburtina de Roma. Recibe a casi 400 personas entre eritreos, somalíes y sudaneses, jóvenes hombres y mujeres, cristianos y musulmanes. «Allí trabaja un espontáneo grupo de voluntarios, feliz, cálido, libre, y también caótico y anárquico- cuenta S.- pues cada uno va, ve qué se precisa, ayuda, llama a amigos para que ayuden… ¡Y funciona perfecto! Con el consentimiento de los Responsables del “Banco de Alimentos” de Roma, junto con un joven que coordina todo el voluntariado del Centro Baobab, fuimos al Centro Comercial de Fiano Romano y cargamos una veintena de quintales de óptima comida (pasta, azúcar, carne enlatada, 600 yogurts, cajas de aceite, 120 ananás, 30 cajas de duraznos y nueces, 100 trozos de queso para rallar y muchas cosas más) ¡A las 10 de la mañana la temperatura ya era de casi 40ºC! Llegamos al Centro casi a las 13 horas y ya estaban haciendo cola por lo menos 500 chicas y chicos, ordenados y tranquilos, en su mayoría eritreos. Todos provenían de los desembarcos de las miserables barcazas que vemos en los noticiosos. Ya a esa hora estábamos en casi 42º. En el lapso de unos doce minutos, los muchachos, sin que se lo hubiésemos pedido, se pusieron en fila ordenadamente y descargaron, muy cuidadosamente el camión repleto, y llevaron todo el material a la despensa. No desapareció ni un solo yogurt ni una bebida; todo fue colocado perfectamente en el lugar justo. Después, todos volvieron a la fila de espera para recibir el almuerzo. Me sirvieron también a mí, un almuerzo que compartí con ellos con mucha alegría. El Centro de acopio no sólo ofrece asistencia, sino que está enfocado sobre todo, en la integración social de los refugiados. Esto garantiza la dignidad de cada una de las personas que son recibidas. Después muchos de ellos, apenas pueden, se encuentran con parientes y amigos en otros países europeos. Es constante y conmovedora la fila de numerosos ciudadanos romanos que llegan al Centro con todo tipo de ayudas. Llegan tantas que, a menudo, llevamos cajas de víveres a otros centros de asistencia. Mientras estaba allí, saludando y conociendo a las personas, llegó la primera bebé nacida en el Centro, hija de una joven refugiada. Llegó del hospital con 20 días de nacida. Los médicos, enfermeros, voluntarios, todos estaban a su alrededor sonriéndole, queriendo verla. Era un signo de que la vida va adelante, siempre. Volví a casa cansado, sudado como nunca… Pero en el corazón y en el alma tenía una alegría muy especial, una serenidad sin precio, la verdadera recompensa por un pequeño gesto a favor de aquellas bellísimas criaturas que en este momento son llamados “refugiados”… Nos pusimos de acuerdo para llevar, a fin de mes, otro cargamento de víveres. En efecto, a través de la familia de un amigo que administra cinco supermercados, organizamos también una recolección periódica de esos productos que están por vencerse, y que si en cambio los llevamos al Centro pueden ser consumidos en un par de días. Agradezco a los refugiados eritreos y a los voluntarios del Centro Baobab por haberme dado la oportunidad de vivir un momento verdaderamente hermoso, precioso, que, estoy seguro, se repetirá en los próximos días y en el futuro. Me siento un privilegiado y ¡de verdad que los soy!». (R., Italia)
Jun 15, 2015 | Focolare Worldwide, Senza categoria
Link a la directa streaming: http://live.dev.focolare.org
Pasquale Foresi con Chiara Lubich
En los últimos años vivía alejado de los reflectores, en su focolar de Rocca di Papa (Roma), junto a otros focolarinos del primer grupo, compañeros de viaje de toda una vida: Marco Tecilla, Bruno Venturini, Giorgio Marchetti. La suya es una figura muy importante en la historia de los Focolares: tenía 20 años cuando, en el 1949, Chiara Lubich le pide que comparta con ella la responsabilidad del Movimiento naciente. Chiara Lubich , de hecho, vio desde el primer momento en Pasquale Foresi un designio especial para el desarrollo del Movimiento de los Focolares: el de la encarnación del carisma de la unidad en las realidades concretas, y por ello lo consideró, junto con Igino Giordani, co-fundador del Movimiento. Pasquale Foresi era un joven en búsqueda. Después de haber sentido la vocación al sacerdocio, estuvo en el Seminario de Pistoia y en el Colegio Capranica de Roma. Cuenta: “Estaba contento, satisfecho de mi elección. Pero en un momento determinado tuve, no una crisis de fe, sino simplemente cambié de opinión. (…) Fue en ese período que conocí el Movimiento de los Focolares. Notaba en las personas que pertenecían a él, una fe absoluta en la Iglesia Católica y al mismo tiempo una vida evangélica radical. Comprendí que ese era mi lugar y muy pronto me volvió a venir la idea del sacerdocio”. Será el primer focolarino sacerdote. Después de él, otros focolarinos sentirán esta llamada especial al servicio del Movimiento. Pasquale reconoce en los primeros pasos de Chiara Lubich y del primer grupo “una naciente evangélica brotada en la Iglesia” y se asocia a ellos. Dá un aporte fundamental al desarrollo del Movimiento como estrecho colaborador de la fundadora. Villa Eletto, Loppiano (Florencia)
Con respecto a los principales roles que asume, escribe el mismo Foresi: “Porque era sacerdote, me encargaron que mantenga las primeras relaciones del Movimiento de los Focolares con la Santa Sede. Otra función especial, a lo largo del tiempo, fue seguir el desarrollo del Movimiento en el mundo y colaborar, directamente con Chiara, en la redacción de los distintos Estatutos. Además pude dar vida y atender a obras concretas al servicio del Movimiento, como el ‘Centro Mariápolis’ para la formación de sus miembros, en Rocca di Papa, la ciudadela de testimonio Loppiano, la casa editorial Città Nuova (Ciudad Nueva) en Roma y otras obras que luego se fueron multiplicando en el mundo” . Pero hay un aspecto de la vida de Pasquale Foresi junto a Chiara, que quizás representa mejor de los otros su contribución al desarrollo del Movimiento. Dice él mismo: “Está en la lógica de las cosas que una corriente nueva de espiritualidad, todo gran carisma, tenga efectos culturales a todos los niveles. Si se mira la historia se constata que esto siempre fue así, con influencia en la arquitectura, en el arte, en las estructuras eclesiales y sociales, en los varios sectores del pensamiento humano y especialmente en la teología…”. De hecho, él ha hecho innumerables apartes, a veces con la palabra y a veces escritos para presentar la teología del carisma de Chiara en su dimensión social y espiritual, subrayando con competencia la novedad, ya sea con respecto a la vida que al pensamiento. En sus escritos se encuentra “un agudo análisis, desde perspectivas amplias y optimistas, posibles por la sabiduría que proviene de una fuerte y original experiencia carismática, además de los abismos de luz y de amor, de humildad y fidelidad, que sólo Dios puede excavar en la vida de una persona”, como está escrito en el prefacio del volumen “Coloquios”, preguntas y respuestas sobre la espiritualidad de la unidad.(del prefacio de “Coloquios”, preguntas y respuestas sobre la espiritualidad de la unidad). El Movimiento de los Focolares en todo el mundo lo recuerda con inmensa gratitud. Nota de prensa
May 31, 2015 | Focolare Worldwide, Senza categoria
El 26 de mayo pasado, en la ciudadela Fiore, María Voce y Jesús Morán, presidente y copresidente del Movimiento de los Focolares, durante la visita en curso a Polonia, se encontraron con un grupo de sacerdotes y religiosos vinculados de distinta forma a los Focolares. El Padre Zdzislaw Klafka, redentorista, habló de su encuentro con la espiritualidad de la unidad y de los efectos positivos de vivir su vocación específica en forma radical. «Le agradezco a Chiara Lubich por haber sido un instrumento dócil en las manos de Dios y hacer nacer en la Iglesia una espiritualidad que me ha ayudado a vivir las dificultades que he encontrado en la vida. Cuando fui nombrado superior me encontré ante un desafío. Estaba en Roma, y antes de regresar a Polonia, le pedí que me señalara una frase del Evangelio que pudiera iluminar mis pasos. Ella me respondió: “Nadie tiene un amor más grande que quien da la vida por sus amigos”. Entonces tenía 29 años y esa frase se convirtió en la brújula que me indicaba el camino. Viviendo la espiritualidad de la unidad empecé a ver a San Alfonso, mi fundador, en forma nueva. No sólo descubrí mis raíces, sino la fuerza evangélica que estaba encerrada en todo carisma de la Iglesia. Alguien me preguntó si mi adhesión a la espiritualidad de los Focolares no era un robarle tiempo a mis deberes de redentorista. El hecho es que he experimentado en más de una ocasión, que cuando regreso de los encuentros con otros religiosos de otras órdenes, tengo más deseos de vivir más radicalmente mi elección de Dios». «La familia numerosa de la que provengo –recuerda el Padre Zdzislaw – me ayudó a vivir por Dios, pero “junto a los demás”. Después del noviciado con los redentoristas vino a dar una conferencia un profesor, Wlodzimierz Fijalkodwski quien, entre otras cosas, dijo que había conocido a los focolarinos. Nos dejó la dirección y fuimos a visitarlos. Nunca olvidaré ese encuentro. Me encontré con personas realizadas que me dieron la clave para construir relaciones de caridad, hasta experimentar la presencia del Resucitado. Y también otra clave que me permitió tener la paz: Jesús Abandonado, la gran intuición de Chiara Lubich, que ayuda a no sucumbir ante el miedo. No había terminado los estudios en Roma cuando, con otro religioso, nos llamaron a Polonia para confiarnos la formación de los seminaristas. Los invitamos a que asumieran la responsabilidad de cada aspecto de la vida del seminario. De parte nuestra, en cambio, decidimos estar al lado de ellos, escucharlos, tratarlos con seriedad. El rostro del seminario cambió. Tuvimos esa responsabilidad durante tres años, después me volvieron a mandar a Roma para completar los estudios. Como tantos en el Movimiento me pedían que hablara de mi fundador, y sobre todo viendo como Chiara amaba a los santos, saqué la licenciatura y el doctorado sobre San Alfonso María de Liguori. Aunque era joven fui elegido por dos trienios como superior de la provincia de los Redentoristas. En 1991, después de la caída del muro de Berlín que marcó una página nueva para los católicos del Este de Europa, nació una radio. Este medio se convirtió en un medio para formar las conciencias de los católicos que, durante el comunismo, habían quedado paralizadas. Seguidamente nació una red televisiva y el Instituto Superior de Cultural Social y Mediática, del que soy el rector desde hace 14 años. El instituto tiene más de 400 estudiantes». Mirando a la presidente de los Focolares el Padre Zdzislaw, concluyó diciendo: «Admiro en María Voce su simplicidad, su sabiduría. Me fascina su libertad de vivir el ideal de la unidad, y ésta es la esencia de la vida de Chiara Lubich».