Movimiento de los Focolares
Ciudad Nueva radio: desde Argentina para todo el mundo

Ciudad Nueva radio: desde Argentina para todo el mundo

Está por cumplir dos años el programa radio “Ciudad Nueva” producido por la redacción de Cn revista. Es un programa semanal que se emite desde los estudios de Radio María de Buenos Aires, que ofreció generosamente el espacio del viernes, de 20,00 a 21,30 hs. La estructura del programa es muy simple y el formato es el del programa periodístico. Primero se presenta un pantallazo de la semana a nivel nacional, internacional y deportivo en colaboración con los columnistas de Cn revista entrevistados por los conductores del programa, Yanina Dandan y Santiago Durante. Luego se encaran dos temas de actualidad y, una vez por mes, se dedica un espacio a la Palabra de Vida y las experiencias de los oyentes. El público se estima entre 150.000 y 200.000 oyentes semanales que, además, intervienen muy activamente con llamados telefónicos, sms, mail o con mensajes en el perfil de facebook del programa. Aunque Radio María cubre gran parte del territorio nacional de la Argentina, muchos oyentes prefieren seguir el programa vía internet, www.radiomaria.org.ar, y otros más pueden descargarlo grabado desde el portal web del grupo editorial www.ciudadnueva.org.ar

Papa Benedicto a los jóvenes de la JMJ

Papa Benedicto a los jóvenes de la JMJ

Miles de jóvenes de todo el mundo se han dado cita en Madrid en ocasión de la JMJ 2011.

El Santo Padre ha elegido como título y argumento para profundizar durante estos días una frase del apóstol Pablo: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). Retomamos algunos pasajes de su Mensaje, fechado el 6 de agosto del año pasado, y que vale realmente la pena de leerlo integralmente.

«…Nuestra mirada se dirige ahora a la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid, en el mes de agosto de 2011. Ya en 1989, algunos meses antes de la histórica caída del Muro de Berlín, la peregrinación de los jóvenes hizo un alto en España, en Santiago de Compostela. (…) quisiera que todos los jóvenes, tanto los que comparten nuestra fe, como los que vacilan, dudan o no creen, puedan vivir esta experiencia, que puede ser decisiva para la vida: la experiencia del Señor Jesús resucitado y vivo, y de su amor por cada uno de nosotros.

(…) Muchos manifiestan la aspiración de construir relaciones auténticas de amistad, de conocer el verdadero amor, de fundar una familia unida, de adquirir una estabilidad personal y una seguridad real, que puedan garantizar un futuro sereno y feliz… Sí, la cuestión del lugar de trabajo, y con ello la de tener el porvenir asegurado, es un problema grande y apremiante, pero al mismo tiempo la juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande. Al pensar en mis años de entonces, sencillamente, no queríamos perdernos en la mediocridad de la vida aburguesada. Queríamos lo que era grande, nuevo. Queríamos encontrar la vida misma en su inmensidad y belleza… Desear algo más que la cotidianidad regular de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte del ser joven. ¿Se trata sólo de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su “huella”. Dios es vida, y cada criatura tiende a la vida; en un modo único y especial, la persona humana, hecha a imagen de Dios, aspira al amor, a la alegría y a la paz.

(…) Vosotros sois el futuro de la sociedad y de la Iglesia. Como escribía el apóstol Pablo a los cristianos de la ciudad de Colosas, es vital tener raíces y bases sólidas. Esto es verdad, especialmente hoy, cuando muchos no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sintiéndose así profundamente inseguros. El relativismo que se ha difundido, y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad, desconcierto y un conformismo con las modas del momento. Vosotros, jóvenes, tenéis el derecho de recibir de las generaciones que os preceden puntos firmes para hacer vuestras opciones y construir vuestra vida, del mismo modo que una planta pequeña necesita un apoyo sólido hasta que crezcan sus raíces, para convertirse en un árbol robusto, capaz de dar fruto.

Para poner de relieve la importancia de la fe en la vida de los creyentes, quisiera detenerme en tres términos que san Pablo utiliza en: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). Aquí podemos distinguir tres imágenes: “arraigado” evoca el árbol y las raíces que lo alimentan; “edificado” se refiere a la construcción; “firme” alude al crecimiento de la fuerza física o moral. Se trata de imágenes muy elocuentes.

(…) Queridos amigos, construid vuestra casa sobre roca, como el hombre que “cavó y ahondó”. Intentad también vosotros acoger cada día la Palabra de Cristo. Escuchadle como al verdadero Amigo con quien compartir el camino de vuestra vida. Con Él a vuestro lado seréis capaces de afrontar con valentía y esperanza las dificultades, los problemas, también las desilusiones y los fracasos.

(…) “La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado” (Catecismo de la Iglesia Católica, 150). Así podréis adquirir una fe madura, sólida, que no se funda únicamente en un sentimiento religioso o en un vago recuerdo del catecismo de vuestra infancia. Podréis conocer a Dios y vivir auténticamente de Él, como el apóstol Tomás, cuando profesó abiertamente su fe en Jesús: «¡Señor mío y Dios mío!».

(…) “Cada creyente es como un eslabón en la gran cadena de los creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros” (Catecismo de la Iglesia Católica, 166).

(…) La victoria que nace de la fe es la del amor. Cuántos cristianos han sido y son un testimonio vivo de la fuerza de la fe que se expresa en la caridad. Han sido artífices de paz, promotores de justicia, animadores de un mundo más humano, un mundo según Dios; se han comprometido en diferentes ámbitos de la vida social, con competencia y profesionalidad, contribuyendo eficazmente al bien de todos. La caridad que brota de la fe les ha llevado a dar un testimonio muy concreto, con la palabra y las obras. Cristo no es un bien sólo para nosotros mismos, sino que es el bien más precioso que tenemos que compartir con los demás. En la era de la globalización, sed testigos de la esperanza cristiana en el mundo entero: … si creéis, si sabéis vivir y dar cada día testimonio de vuestra fe, seréis un instrumento que ayudará a otros jóvenes como vosotros a encontrar el sentido y la alegría de la vida, que nace del encuentro con Cristo.

(…) La elección de creer en Cristo y de seguirle no es fácil. Se ve obstaculizada por nuestras infidelidades personales y por muchas voces que nos sugieren vías más fáciles. No os desaniméis, buscad más bien el apoyo de la comunidad cristiana… Queridos jóvenes, la Iglesia cuenta con vosotros!

BENEDICTUS  PP. XVI

Vaticano, 6 de agosto de 2010

Eslovenia: se concluye la visita de María Voce

Eslovenia: se concluye la visita de María Voce

Miércoles 3 de agosto. En una límpida jornada María Voce y Giancarlo Faletti visitaron el centro histórico de Liubliana y el Parlamento, recordando la visita efectuada por Chiara Lubich en 1999, allí saludaron al vicepresidente el Dr. Vasja Klavora. Los acogió con exquisita cordialidad, haciéndolos visitar después las aulas del Senado y de la Cámara: una mirada a la historia pasada y presente de Eslovenia. Seguidamente María Voce y Giancarlo Faletti se reunieron con el pastor evangélico Geza Filo. Les agradeció por el aporte de los Focolares a la causa ecuménica y social del país, y definió a Chiara Lubich, a nombre de su obispo, como una persona “enviada por Dios”. Un momento realmente lleno de significado fue el encuentro en el gimnasio de Medvode, a pocos kilómetros de la capital, con alrededor de 1200 personas, provenientes de todas partes del país, como prueba de la vitalidad de tantas comunidades locales, resaltaban numerosas parejas jóvenes con un enjambre de niños vivaces. Un “pueblo” ordenado y compuesto se presentó ante María Voce y Giancarlo Faletti con cantos y la narración de la historia de los Focolares en Eslovenia: un acontecimiento luminoso, que conoció también etapas de sufrimiento. No hay nada superfluo en los testimonios ofrecidos por representantes de las distintas generaciones, al calor de una familia que se reúne para celebrar una fiesta, por largo tiempo esperada. Después le tocó a María Voce y a Giancarlo Faletti entretejer un diálogo con los presentes mediante una densa red de preguntas planteadas por jóvenes y adultos, por sacerdotes y parejas, sus respuestas ofrecieron un aporte rico de experiencia y sabiduría. “¡Ánimo!”, concluyó María Voce en idioma esloveno. Sus intervenciones estuvieron caracterizadas por esta exhortación. Han sido las naciones del Este de Europa, dijo, “las que han podido experimentar un tipo de unidad con ciertos valores, pero que se resquebrajó porque no estaba construida en Dios”, son precisamente ellas quienes, ante la agresividad materialista, deben “hacer descubrir a las otras naciones de Europa que no se puede construir una unidad auténtica si no está basada en Dios”.  “Ustedes –agregó- con su experiencia pueden decir que la única revolución con frutos positivos es el Evangelio”. De allí surge la necesidad de “vivir y hablar” de “mejorar” el testimonio mediante la vida y la palabra radicada en el Evangelio, sin temor. Es una auténtica consigna la que María Voce ofrece al pueblo esloveno, en esta tierra donde pudo encontrar tanta armonía. “Esta vida de comunión –concluye- que sentimos apenas llegamos, y que caracterizó esta visita –fruto del amor recíproco- sea total con todos y cada uno. Llevémosla al mundo entero”. La mañana siguiente, 4 de agosto, la Presidente de los Focolares visitó a Mons. Anton Stres, Arzobispo de Liubliana  y Presidente de la Conferencia Episcopal Eslovena. Después se encontró con los sacerdotes del Movimiento y los religiosos que viven la espiritualidad de la unidad, concluyeron con la celebración de la Santa Misa en el Santuario de Brezje, a 50 km de la capital.  ¡Hasta la vista Eslovenia! Una visita bajo el signo del “vivir las palabras del Evangelio con la radicalidad de los orígenes del Movimiento, y hacerla conocer a todos”. Una consigna fascinante para este pequeño pueblo valiente.  Del enviado Mario Dal Bello

Argelia: aprender a vivir juntos

Argelia: aprender a vivir juntos

Seis días, en un bellísimo lugar en Tlemcen, capital de la cultura islámica 2011, fueron suficientes para descubrir que es posible vivir en armonía y unidad entre creyentes de distintas religiones. Proféticamente Chiara Lubich, en 1992, había anunciado: “ha nacido el Movimiento Musulmán de los Focolares”. Y es precisamente en este clima de unidad vivido que las personas presentes han experimentado más que nunca cuan verdaderas eran sus palabras. Alrededor de cuarenta personas provenientes de Europa y Medio Oriente se encontraron del 2 al 7 de junio de 2011, con la comunidad musulmana de los Focolares en Argelia, que desde hace más de 45 años vive el espíritu de la unidad. Las intervenciones video grabadas de Chiara Lubich y aquellas en directo de los distintos expertos, aclararon y fueron una respuesta a las muchas preguntas sobre la unicidad de Dios según el carisma de Chiara. Siguieron varios testimonios, que enriquecieron el intercambio en los grupos donde los participantes se expresaron con gran libertad y apertura sobre los argumentos tratados, experimentando aún más el ser parte de la gran familia de los Focolares. El programa preveía también la visita a las ciudades de Tlemcen y Orano, ofreciendo de este modo la posibilidad de descubrir el riquísimo patrimonio cultural y religioso que ellas custodian y que las hacen únicas en su género. Un comentario entre todos, como conclusión del congreso: “Para nosotros musulmanes, nuestra Roma es Tlemcen”.