Ago 8, 2017 | Senza categoria
Francesco es un deportista tenaz, especialmente con su bicicleta. Recorre, cada día, varios kilómetros por tortuosos y pintorescos caminos de las colinas romanas para mantenerse entrenado. En efecto parece aún un jovencito, sin embargo hace muchos años que decidió donar su vida por amor a Dios en los hermanos con quienes se encuentra cada día. Y también en las situaciones difíciles ya sean las propias o ajenas. Entonces quiere con razón, mantenerse ágil. Hace pocos días, durante uno de sus habituales entrenamientos, su bici chocó contra una piedra y perdió el control del volante, arrojándolo por el aire. El aterrizaje no fue para nada suave… y su cuello fue el primero que chocó con el asfalto, con el resultado de un vértebra cervical (exactamente la C2) dañada. En un momento le cambia el panorama: de una intensa actividad física se encuentra inmovilizado en una cama de hospital con un “jaula” de hierro desde el cuello para arriba, sostenida con tornillos que se apoyan en su cráneo. El singular arnés debería servir para impedir cualquier movimiento y asi esperar que lentamente se suelde la vértebra lesionada. Es desde la cama del hospital que escribe, no sin dificultades, en su celular: «C2, entraste con prepotencia a cambiar mi jornada y no sólo eso. No sabía ni siquiera que existías, y si existías, ¿dónde estabas? Después de ese brusco aterrizaje en el asfalto de la calle, y entre las varias cosas rotas, tú entraste enseguida en la cabeza y en las preocupaciones de todos. Tenías el poder de darme matarme, de dejarme inmóvil en una silla de ruedas. Solo te alcanzó la advertencia rompiéndose “el diente del axis”… trocito de hueso sobre el que se basa todo el movimiento de la cabeza. Esperamos que después de este golpe no cambie la visión del mundo y que tú puedas, también a través de un aparato moderno, volver a ser el perno donde mi cabeza se pueda mover. Gran C2, trato de recuperar mi relación contigo, y que no sea sólo por interés, sino para conocer algo de las maravillas de cómo estamos hechos. ¡Cuánto valor tiene cada pequeña cosa! Que estos momentos me ayuden a descubrir todo el valor que, dentro mío, es fruto de Tu amor» Francisco (Italia)
Ago 7, 2017 | Focolare Worldwide, Senza categoria
El Palau Robert de Barcelona, con sus jardines, es una especie de refugio verde reparado de las caóticas calles de la ciudad. Allí fueron acogidas, a partir del 13 de julio pasado, unas setenta personas, provenientes de distintos lugares de España, Italia y Croacia, reunidas para el Simposio Internacional “Escuelas inclusivas: innovación social, infancia y deporte”, organizado por el Laboratorio de Investigación Pro-social Aplicada (LIPA), por la Universitat Autònoma de Barcelona y por la red internacional Sportmeet. Docentes, fisioterapistas, deportistas se reunieron para un intercambio sobre proyectos de inclusión, modelos de intervención ante la discapacidad a partir de una óptica de inclusión social, partiendo de la convicción de que todas las etapas de la vida son dignas de ser vividas. La vida misma tiene necesidad de espacios de debilidad para experimentar en sí misma su propia capacidad de recuperación. Los días siguientes, el Centro Mariápolis “Loreto” de Cartell d’Aro (Girona) acogió la Escuela de Verano, un espacio de intercambio y aprendizaje sobre el tema del deporte inclusivo. Fueron unos veinte los participantes, bajo la guía experta de Eugenio Jiménez y de Javier Lamoneda, quienes experimentaron, a través de los juegos, qué significa “ponerse en el lugar de la persona discapacitada”. La experiencia deportiva, que es de por sí una posibilidad de confrontación con el límite, ofrece argumentos para la reflexión sobre la relación de la vida misma con los obstáculos, el sufrimiento, el malestar. Mediante las reflexiones, Paolo Crepaz de Sportmeet llevó a los participantes a preguntarse sobre el concepto del límite, como barrera, obstáculo, sufrimiento o malestar en términos generales, desde la óptica (contraria, respecto al sentir común) según la cual, la presencia misma de un límite podría convertirse en una potencialidad, en la posibilidad de “tender constantemente y por hábito adquirido a la fraternidad universal” (Chiara Lubich). Sorprende la capacidad que tiene la actividad deportiva de afrontar y superar los obstáculos, de incluir e integrar, de abatir barreras en todas las latitudes y en todos los contextos sociales. Por ejemplo, ¿cuánto puede hacer un balón para unir, en una soleada plazoleta en las vacaciones o dentro de un campo de refugiados? Los participantes dialogaron en un clima de confianza y estima recíprocas. Javier Lamoneda Prieto, profesor de Educación Física de Jerez de la Frontera (Cádiz, España) compartió su experiencia: “Parece que se forjó, en estos días, un equipo que quiere hacer de la actividad física un recurso para el encuentro entre distintos actores y profesionales del deporte, trazando principalmente dos ámbitos de acción: el académico y el social. Por primera vez se desarrolló un programa formativo en conjunto con una Universidad pública”. Roberto Nicolis, técnico socio-deportivo de Verona (Italia) dijo: “El ´limite que yo a menudo experimento es el que separa a las personas unas de otras, la discapacidad, precisamente. Reducir la distancia mediante el compartir, el conocimiento y las experiencias nos hace sentir más cercanos”. Roberto Macri, Presidente de la Fundación Obra Santa Rita, de Prato (Italia), expresó: “Han creado sobre todo una posibilidad de reflexión sobre nosotros mismos y los valores que le dan un sentido a nuestro compromiso. No sólo a nuestro compromiso profesional o de voluntariado, sino más en general a lo que puede dar un sentido más profundo a nuestro ser hombres y mujeres”.
Jul 29, 2017 | Senza categoria
Jul 25, 2017 | Focolare Worldwide, Senza categoria
Jul 22, 2017 | Focolare Worldwide, Senza categoria
Agustín nos regala una de las más preciosas intuiciones del misterio de la oración: «El oído de Dios está sobre tu corazón» (comentario del Salmo 148). Dejar que el oído de Dios se pose sobre nuestro corazón, abrir nuestro corazón al oído de Dios. De esto se trata, éste es el arte de la oración; un arte, en verdad, para todos; de hecho, no es nuestro, sino del Espíritu que Dios nos da y que ora en nosotros, porque nosotros no sabemos cómo y por qué cosas tenemos que rezar (cf. Rm 8, 26s). […] Orar es elevar el corazón a Dios. Pero ¿somos capaces de ello? ¿Acaso no es demasiado limitado el radio de nuestra percepción, para que nuestro corazón pueda por sí solo elevarse hacia Dios? ¿El impulso de nuestro corazón no es demasiado débil? ¿No están colgados a nuestro corazón unos pesos que, gravando sobre él, lo paralizan y lo arrastran hacia abajo? ¿Qué es lo que nos da el valor de afirmar: Tenemos el corazón dirigido hacia el Señor? Su oído. Él lo inclinó hacia nosotros. El Padre escucha al Hijo. Y Éste descendió entre nosotros, en nuestra carne, en nuestro corazón. En el corazón del Hijo, el Padre oye cada latido de nuestro corazón, en el corazón del Hijo encuentra nuestro corazón. En Él, en el cual hemos sido creados, amados, sostenidos, acogidos, Él nos escucha. Elevar nuestro corazón significa dejarlo ahí donde está, y descubrir que, ahí donde está, cerca nuestro, está el corazón de Dios en el corazón de su Hijo. Abandónate en Él y te sostendrá. En Él, el oído de Dios está sobre tu corazón; en Él, tu corazón está atento al oído de Dios. […] Lo contrario también es válido: Dios tiene su corazón cerca de tu oído. Él te ha revelado, transmitido, donado no algo de Sí mismo, sino Sí mismo. Si crees en Él, si te adhieres a Él, si lo escuchas, entonces no escuchas una noticia, una directriz, un mandato: tú oyes su corazón. Permanece a su lado hasta que descubras este corazón suyo. Él necesita de tu paciente escucha para abrirte su corazón; de hecho, sólo la paciencia comprende el amor y aprende el amor. A quien lo ama, a éste Él se le revelará y hará morada en él (cf. Jn 14, 21-23). […] Dios tiene su corazón atento a tu oído, para que, a través de tu oído, su corazón penetre en tu corazón, llegue a ser tu corazón. El oído de Dios sobre tu corazón – el corazón de Dios atento a tu oído: alternancia de la oración. Sólo el que ora conoce a Dios. Sólo el que ora conoce al ser humano. De Klaus Hemmerle, “Con l’anima in ascolto, Guida alla preghiera”, Città Nuova Ed., Roma 1989, pagg. 9-11.
Jul 20, 2017 | Focolare Worldwide, Senza categoria
1944. Chiara Lubich deja sus amadísimos libros en la buhardilla para entrar en la escuela del único Maestro, Jesús, abandonado el sueño de estudiar Filosofía en la Universidad Católica, donde pensaba que había podido conocer a Dios. 53 años después, una Universidad Católica de Ciudad de México le otorga el Doctorado hc en Filosofía. A 20 años de distancia, la comunidad de los Focolares en México organizó un triple evento, como memoria y actualización de su mensaje: Filosofía del ser, Iglesia comunión e inculturación. 29 de junio de 2017: “El rostro de Dios Comunión” es el título del simposio que tuvo lugar en la Universidad Pontificia de México. El Dr. Piero Coda, rector del Instituto Universitario Sophia (IUS) desarrolla dos conferencias: “Papa Francisco: 4 puntos para una Iglesia en salida” y “Chiara Lubich: una mística del nosotros para vivir el cambio”. Dos reflexiones que suscitan en los presentes, en su mayoría sacerdotes, religiosos y religiosas, la urgencia de una ‘conversión pastoral’ que haga visible el rostro de una Iglesia misericordiosa, sinodal, pobre y abierta. «Surgió – afirma Mons. Coda – la necesidad de mantener un diálogo abierto con las fuerzas vivas de la Iglesia mexicana, para asumir con fuerza el desafío de la conversión pastoral lanzada por el Papa Francisco. Promoviendo el compromiso de los laicos a nivel cultural y social, el acompañamiento a los jóvenes y el camino sinodal de la Iglesia donde los Carismas puedan ofrecer su aporte”. 30 de junio. En una acogedora sala de la Universidad de La Salle, en Ciudad de México, el Dr. Enrique Alejandro González Álvarez, rector del ateneo, explica la importancia del doctorado hc conferido en 1997 a Chiara Lubich: “No fue una distinción que la Universidad le hizo a ella, sino una distinción que ella le hizo a la Universidad al aceptar el Doctorado que la Universidad le estaba proponiendo”. Subrayó además la profunda sintonía entre el Carisma de la Unidad y el carisma lasallista: “La Universidad se siente muy identificada con el Movimiento de los Focolares, porque de manera conjunta estamos luchando por implantar el Reino de Dios en la tierra, y esta fue sin duda la misión principal que tuvo Chiara (…) Ojalá que sigamos estrechando lazos y que consideren a la Universidad como su casa, no sólo para Chiara Lubich, sino para todos los que llevan el espíritu de ella en esta vida. Porque hoy Chiara debe de seguir viva en cada uno de sus seguidores”. En dicha ocasión el Dr. Piero Coda desarrolló una conferencia titulada “El aporte de Chiara Lubich a una nueva filosofía del ser”. “El discurso de Chiara de hace 20 años –dijo Coda- se reveló profético para México, porque se percibe a nivel sociocultural una nueva exigencia de sentido, de luz y la necesidad de un nuevo paradigma cultural. Por lo tanto su discurso resultó orientador y vinculado con el compromiso del Instituto Universitario Sophia”. De hecho entre el Instituto Universitario Sophia, la Universidad Pontificia de México y la Universidad La Salle se han abierto en estos días nuevas perspectivas de colaboración. 2 de Julio. Las comunidades de los Focolares del país celebran con una gran fiesta el aniversario. Presentes el Nuncio Apostólico, Mons. Franco Coppola y el Rector de la Universidad Pontificia de México, el Dr. Mario Ángel Flores Ramos. Música, danzas, videos y el testimonio de que estaba presente ese día memorable son el marco más apropiado para redescubrir el alcance del mensaje de Chiara Lubich. “En la Basílica de Guadalupe –dijo María Voce, en su mensaje a la Comunidad Mexicana – delante de la ‘Morenita’, Chiara puso en evidencia los maravillosos símbolos con los que María se revistó, presentándose como un ejemplo extraordinario de inculturación”. La consigna de Chiara, eco trasparente del ‘mensaje guadalupano’ resonó una fuerza extraordinaria. “En estas palabras –dijo uno de los presentes- muchos de nosotros mexicanos, descubrimos el valor de nuestro origen, nuestra dignidad de hijos de Dios y sobre todo, la altísima vocación a la cual nuestra madre María de Guadalupe nos invitó hace quinientos años, pero también hoy”. “Confiémonos a Ella, ícono de la cultura del encuentro’, –concluyó la presidente de los Focolares-, para vivir plenamente el hacerse uno y llevar a cada ambiente la espiritualidad de comunión”.