Movimiento de los Focolares
Informe abusos 2023: consciencia, reparación, prevención

Informe abusos 2023: consciencia, reparación, prevención

El Movimiento de los Focolares publica el informe sobre las actividades realizadas para la protección de la persona y los datos sobre los casos de abuso en 2023. Entrevista a Catherine Belzung, profesora de Neurociencias y coordinadora de la Cátedra UNESCO sobre Maltrato Infantil. El 1 de marzo se publica el segundo informe anual del Movimiento de los Focolares sobre las actividades y los datos relativos a los casos de abuso sexual de menores, personas en condición de vulnerabilidad, abusos de conciencia, espirituales y de autoridad. Hemos pedido una lectura y evaluación del documento a Catherine Belzung. Profesora titular universitaria de Neurociencias en Francia, miembro sénior del Instituto Universitario de Francia (2014) y presidenta del centro de investigación multidisciplinar iBrain, desde 2022 coordina la Cátedra UNESCO sobre Maltrato Infantil, formada por una asociación de universidades e instituciones de 16 países. También es corresponsable del Centro Internacional para el Diálogo con la Cultura Contemporánea del Movimiento de los Focolares. Desde 2023, el Movimiento de los Focolares ha optado por publicar un informe anual sobre las actividades y los datos relativos a los casos de abuso sexual a menores y también sobre abusos de conciencia, espirituales y de autoridad. Desde su punto de observación internacional, ¿qué opina de esta decisión? ¿Qué valoración hace de este segundo informe? Creo que este informe representa un verdadero paso adelante. De hecho, el informe de 2023 había sido criticado, sobre todo porque no se mencionaban los lugares y las fechas de los abusos sexuales. El nuevo informe se refiere a los casos reportados en los últimos 10 años y añade estas puntualizaciones: se observa que los abusos sexuales se han perpetrado en los 5 continentes (una veintena de países), con un pico de casos en los años 90-99, así como en la década anterior y la siguiente. Los hechos a veces se repiten durante varias décadas, lo que sugiere que se trata de autores multirreincidentes, cuya sucesión de abusos no se había interrumpido. Algunos hechos ocurrieron y se trataron hacia 2020, lo que indica que las víctimas pudieron denunciar abusos casi en tiempo real, lo cual es ya un progreso. Todos los abusos sexuales denunciados han sido perpetrados por hombres. Es lo contrario de cuanto acontece en los abusos de autoridad, que en el 77% de los casos son cometidos por mujeres, lo que hay que relacionar con las proporciones más significativas de mujeres entre los miembros de este Movimiento. El informe también contiene una sección detallada y clara, sobre las medidas implementadas durante el año, en particular en lo que respecta a la formación. Queda por entender cuáles son las causas profundas de estos abusos: más allá de las medidas de prevención y de las sanciones, habría que seguir trabajando para identificar las causas sistémicas que podrían explicar estas cifras, con el objetivo de poner en marcha una estrategia que permita ponerles fin. En este segundo informe, los autores se han clasificado en base a criterios precisos, establecidos por la Política de Información publicada recientemente por los Focolares. ¿Qué opina de esta decisión? Se trata de un conflicto ético. Por un lado, en efecto, hay que confiar en la experiencia de las víctimas, tomar en serio las denuncias que hacen y poner en marcha rápidamente medidas que permitan protegerlas. Por otro lado, hay que respetar la presunción de inocencia de los presuntos autores, evitar la difamación cuando no se haya pronunciado ninguna condena penal definitiva. La cuestión es compleja y encontrar una solución satisfactoria requerirá sin duda mucha escucha y diálogo. La cátedra de la UNESCO sobre el abuso de menores, que usted coordina, nació porque usted misma entró en contacto con un caso de abuso infantil del que conocía tanto a una de las víctimas como a su autor. Se trata de un caso ocurrido en la Iglesia católica en Francia. La comunidad social o religiosa es definida como “víctima secundaria”. ¿Qué significa esto? ¿Cuáles son las heridas que las personas sufren y cómo ayudar a cicatrizarlas a nivel social y comunitario? Sí, esta cátedra nació efectivamente, como resultado del contacto con una víctima, contacto que me marcó muy profundamente: este sufrimiento me afectó en lo más profundo, y de ahí nació el deseo de hacer algo. Los abusos afectan en primer lugar a la víctima, que a menudo sufrirá consecuencias psicológicas duraderas. A veces la revelación de los hechos puede abrir una ventana de gran vulnerabilidad en la persona, que requiere un acompañamiento específico. Como consecuencia, esto afecta a los familiares de la víctima, como el cónyuge, los hijos, pero también a los padres que se sienten responsables de haber confiado el hijo a una institución que no lo ha protegido. Los efectos devastadores también afectan a toda la comunidad, ya que los miembros a menudo no tienen conocimiento de que en su interior se escondiera un depredador multirreincidente, con el que podían tener un vínculo de cercanía, de amistad. Surge espontáneamente la pregunta: ¿Por qué no he visto nada? Otro aspecto se refiere a la relación con la institución que puede haber protegido al agresor, a veces en buena fe, suscitando un sentimiento de traición y desconfianza. Y por último, la comunidad también puede dividirse, dependiendo de los análisis divergentes de unos y otros, entre los que se refugian en la negación, y los que quieren luchar para evitar que eso vuelva a suceder. Reparar todo esto requiere un amplio arsenal de medidas: es fundamental hacerse cargo del acompañamiento de las víctimas y de sus familias, pero también es necesario restablecer la confianza en la institución que ha demostrado haber sido deficiente, cuando esta muestra una sincera voluntad de aprender de sus errores pasados. Para hacerlo, cuentan solamente los actos: la institución debe promover la transparencia comunicando informaciones muy precisas, implementar procedimientos claros, crear lugares de escucha, establecer procedimientos de reparación y, para las comunidades, espacios de diálogo donde intercambiarse opiniones incluso contrapuestas. El Movimiento de los Focolares es una organización mundial, al que pertenecen personas de diferentes culturas, religiones, sujetas a diversos ordenamientos jurídicos y que adoptan diferentes estilos de vida. ¿Cómo es posible realizar prácticas contra el abuso en un entorno caracterizado por una multiculturalidad y diversidades tan grandes? En primer lugar, las consecuencias de los abusos sexuales a menores existen en todas las culturas, son universales. Además de las secuelas psicológicas y sociales, las víctimas pueden presentar secuelas biológicas, como un aumento de las hormonas del estrés, una alteración de la expresión de ciertos genes, así como de la morfología y el funcionamiento cerebral: estas disfunciones persisten durante toda la existencia del sobreviviente y pueden transmitirse a la siguiente generación. Por lo tanto, no se puede decir que haya variaciones culturales en la gravedad de las consecuencias sobre las víctimas, que haya culturas en las que las víctimas sufran menos: es devastador siempre y en todas partes. Por lo tanto, es necesario poner en marcha medidas de prevención, pero también de reparación en todo el mundo. Se puede observar que la consciencia de la gravedad de estas situaciones está creciendo: por ejemplo, en la Iglesia católica se han instituido comisiones nacionales de investigación en muchos países de Europa, América del Norte, América Latina, pero también en Australia, India y Sudáfrica. Si el sufrimiento no varía, lo que sí puede variar es la resistencia a denunciar los hechos y la capacidad de implementar medidas de protección y reparación. Esto puede estar relacionado con el hecho de que en algunas culturas hablar de sexualidad es un tabú. El primer paso es sensibilizar a las poblaciones sobre las consecuencias de los abusos: ya existen programas promovidos por diferentes asociaciones que tienen en cuenta la representación de la sexualidad en las diversas culturas. Por ejemplo, proponer escuchar el sufrimiento de las víctimas que pertenecen a la misma cultura puede suscitar empatía y hacer surgir el deseo de actuar. La prevención también puede dirigirse directamente a los niños, a través de una educación sobre sus derechos: también en este caso existen programas basados, por ejemplo, en canciones. Otra cosa que varía es la capacidad de los Estados y de las instituciones para adoptar medidas de protección y reparación. Un diálogo respetuoso y no estigmatizante con los protagonistas es el camino a seguir: esto permitirá a cada uno comprender la gravedad de los abusos, pero también encontrar las modalidades específicas de cada cultura para liberar la palabra, para concretar las reparaciones y formar a los miembros de la comunidad. Tanto dentro del Movimiento de los Focolares como también en otros contextos, hay quienes expresan la convicción de que haya llegado el momento de seguir adelante; es decir, que no es necesario seguir hablando solo de abusos, sino centrarse en la “misión” del Movimiento y en todo lo bello y positivo que la realización de este carisma genera en el mundo. ¿Qué opina al respecto? ¿Cuál es la «misión»? ¿No es acaso avanzar hacia la fraternidad universal, hacia una cultura que ponga en primer lugar el sufrimiento de los más débiles, una cultura del diálogo, de la apertura, de la humildad? Me parece que la lucha contra los abusos de todo tipo es precisamente una forma de realizar este deseo de poner en primer lugar a quienes lo sufren. Ayudar a sanar las heridas de las víctimas es precisamente una forma de avanzar hacia la fraternidad universal. Esto también implica acompañar a los autores de los abusos, con el fin de evitar la reincidencia. Reconocer los propios errores, la propia vulnerabilidad, para construir soluciones teniendo en cuenta las opiniones de los expertos del sector, es justamente una manera de construir una cultura del diálogo. Luchar con determinación contra los abusos y acompañar a las víctimas están, precisamente, en el centro de esta «misión». Así que no hay que elegir entre la lucha contra el abuso y la «misión», porque esta lucha es un elemento central de la «misión». Se trata de una prioridad dolorosa pero necesaria en el contexto actual.

Stefania Tanesini

Informe 2023: “La protección de la persona en el Movimiento de los Focolares” (Descargar el PDF)

Evangelio Vivido: “Todo lo que hagan, háganlo con amor” (1Cor 16,14)

El amor cristiano es un “Amor” que tiene una forma concreta, tangible, que se toca en las acciones, desde las más pequeñas hasta las más grandes. Es dar la vida por quienes nos rodean a imagen de quien, primero, ha dado la vida por nosotros, amándonos con un amor inmenso.

Examen no aprobado

Nuestra hija se había preparado mucho para un examen, pero llegó a casa llorando porque no le fue bien. Después de consultar, mi marido y yo decidimos que la cena sería una auténtica celebración, más que si el examen hubiera sido un éxito. A los otros niños también les gustó la idea. Pero el momento verdaderamente conmovedor fue cuando nosotros padres comenzamos a enumerar los fracasos de nuestras vidas y cómo los habíamos superado. Con el añadido de las “confesiones” de los demás, la cena se convirtió en una profunda comunión, una oportunidad para crecer juntos. La niña se alegró: “Tal vez este fracaso fue necesario no sólo para mí, sino para toda la familia. Nunca pensé que los fracasos puedan ayudarte a crecer y comprender la vida. ¡Estoy muy agradecida!”. Contado también a otros familiares y amigos, el episodio fue repetido por varios de ellos, bajo cualquier pretexto, a sus hijos. Al final, todos coincidieron en que la familia necesita llegar al fondo de la fragilidad de cada uno para poder crecer en el amor. (W.R. – Países Bajos)

Amor que va y viene

Cuando tengo tiempo libre, cuido a las dos niñas de un matrimonio senegalés, en caso de necesidad. Los padres siempre están muy agradecidos: “¡Sin ti estamos perdidos!”, dicen. A veces adelanto mi oferta de ayuda sin esperar la solicitud. Así que hace unos días le avisé al papá con un mensaje de mi disponibilidad para el domingo por la mañana. Poco después me llama: “¡Lorenza, tienes que explicarme cómo adivinas nuestras necesidades! ¡Llegaste en el momento indicado!”. Y yo: “Es Dios quien mueve los corazones, Tacko, es a él a quien debemos agradecer porque nos hace hermanas y hermanos”. Gracias a la relación familiar con ellos, cuando con motivo de un viaje tuve que salir a la una de la madrugada, le pedí que me llevara a la estación para darle la posibilidad de amar a su vez. ¡Y con qué preocupación permaneció conmigo hasta la llegada de los demás al grupo! Hace días vinieron Tacko y su esposa a traerme a casa una porción de arroz y pollo cocinados a su manera. “Ahora conocemos tus gustos, ya eres también un poco africana”. ​(Lorenza – Italia)

Aprovechar la inspiración

La oportunidad de ser constructor de paz a través del respeto y el diálogo con quienes son diferentes a nosotros, a nuestra cultura o fe, se presentó en una reunión de la empresa donde trabajo. Había un aire tenso, el tono de voz era alto y acusatorio. ¿Cómo puedo contribuir a tranquilizar los ánimos? Hablar parecía imposible y quizás contraproducente. Escuché a quienes hablaban, o gritaban, con el alma serena y tratando de comprender sus razones. No fue fácil. Fue un esfuerzo que me agotó. En el intervalo, el compañero que había levantado más la voz se acercó a mí y me pidió disculpas por su comportamiento. Lo abracé sin decir nada. Y él, continuando con su desahogo: “Mi esposa se enteró ayer que tenía una enfermedad incurable. Estoy desesperado”. Le aconsejé que se pusiera en contacto con un amigo médico y me lo agradeció. Concluí con la promesa de que seguiría a su lado. Cuando regresamos a la sala, el ambiente ya no era el mismo de antes. El momento presente es importante para captar la inspiración que Dios nos da para actuar. (E.J. – EE.UU.)

Maria Grazia Berretta (tomado de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año X– n.1° enero-febrero 2024)

 

Balance de Comunión: hacer una rendición de cuentas de las obras, para hacer circular el bien

Balance de Comunión: hacer una rendición de cuentas de las obras, para hacer circular el bien

El 20 de febrero de 2024 se realizó la presentación del “Balance de Comunión” del Movimiento de los Focolares, que consiste en una panorámica de las actividades y las iniciativas promovidas en el mundo durante el año 2022.  Tema central: il diálogo. “Con una vida constante de  la  ‘espiritualidad de la unidad’ o ‘de comunión’, puedo dar un aporte eficaz para hacer de mi Iglesia ‘una casa y una escuela de comunión’; para hacer progresar, con los fieles de las otras Iglesias o Comunidades eclesiales, la unidad de la Iglesia; para crear,  con personas de otras religiones o culturas, espacios cada vez más vastos de fraternidad universal”.[1] Con estas palabras, Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, reflexionaba acerca de la importancia de actuar cotidianamente como “apóstoles del diálogo”, generando así formas nuevas de relacionarse con el otro, poniéndose a la escucha y acogiendo la realidad del otro en su especificidad. Una dimensión a la que cada uno de nosotros pareciera estar llamado y que puede transformarse en una experiencia concreta y viva, que no sólo se puede “cuantificar” en términos numéricos, sino que también puede dar fruto, y tiene que ser puesta en común. Éste es el punto focal del segundo “Balance de Comunión” del Movimiento de los Focolares, que es el balance de misión presentado el 20 de febrero de 2024 en la Curia General de la Compañía de Jesús de Roma.  El documento, traducido en cinco idiomas (italiano, inglés, francés, español y portugués) es una panorámica de las actividades y las iniciativas promovidas por los Focolares en el año 2022; una narración no sólo de haber puesto en común los bienes, sino también las experiencias y las iniciativas vividas a nivel mundial, inspiradas, en lo específico para esta publicación, por los diálogos y en los diálogos. Todo ello se ha dado entre Movimientos eclesiales y nuevas Comunidades en la Iglesia Católica; en el diálogo entre las varias Iglesias cristianas; en el que se vive entre las distintas religiones, con las diferentes culturas, con las Instituciones y en el compromiso frente a los tantos retos globales. Entre los relatores que intervinieron con ocasión de la Conferencia de prensa de presentación –contando con la presencia de Margaret Karram y Jesús Morán, Presidente y Copresidente de los Focolares– se encontraban Monseñor Juan Fernando Usma Gómez, Jefe de la oficina de la sección occidental del Dicasterio para la promoción de la unidad de los cristianos, el Doctor Giuseppe Notarstefano, Presidente nacional de la Acción Católica Italiana, la Doctora Rita Moussallem, responsable del Centro para el Diálogo interreligioso de los Focolares, y Giancarlo Crisanti, administrador general de los Focolares. En conexión online intervinieron Monseñor Athenagoras Fasiolo, Obispo de Terme y auxiliar de la Sagrada Arquidiócesis Ortodoxa de Italia, y el Profesor Stefano Zamagni, economista y docente de Economía Política en la Universidad de Boloña. La sesión, moderada por el periodista  Alessandro de Carolis, fue un verdadero intercambio de reflexiones y aclaró que términos tan aparentemente en las antípodas el uno del otro, como “balance” y “comunión”, se pueden complementar mutuamente, dando cuenta no sólo de los números, sino también de la vida. “El balance social ha sido para nosotros una gran ocasión –declaró el Doctor Notarstefano, Presidente nacional de la Acción Católica, que es una de las primeras realidades eclesiales que redacta un balance de misión– y nos ha alentado a realizar esta impostergable conversión pastoral a la que el Papa nos llama.  Ha sido una forma de empezar también a reflexionar sobre cómo comunicar mejor esa vida asociativa, (…) mirarnos con transparencia, rendir cuenta hacia afuera, comunicando todo mejor, para ponerlo en común”. Según Monseñor Usma Gómez, a la luz del escenario actual que parece cada vez más fragmentado, hablando del camino de unidad entre las Iglesias, cuando redactamos un balance como cristianos “ello quiere decir  que debemos tener en cuenta los planes de Dios, nuestros planes y los planes del mundo. (…) Los planes de Dios serían los que apuntan a conservar la unidad del espíritu por medio del vínculo de la paz –continuó– pero nosotros vemos que en el mundo el plan que se está afianzando, en cambio, es la guerra. Es posible desarrollar la comunión en las diferencias,  (…) pero esa diversidad reconciliada nos llama a hacer de la paz el corazón del Ecumenismo y hacer del Ecumenismo el corazón de la paz”. Un estímulo, por lo tanto, a promover en red recorridos de fraternidad en estilo sinodal; y en lo específico, a la luz del tema escogido, hacerlo a través de un “método” que puede acercar sobre todo al que es más incrédulo.  “Hacer un balance de comunión de un Movimiento que es tan abierto, tan capaz de llevar a los demás a comprender que el diálogo no quita, sino que añade y enriquece, es muy importante”, afirmó Monseñor Athenagoras Fasiolo, obispo de Terme y auxiliar de la Sagrada Arquidiócesis Ortodoxa de Italia. Este último, además de remarcar el gran compromiso de los Focolares en el camino de unidad entre las varias Iglesias, reflexionó sobre el rol profético que en el mundo pueden tener los distintos credos, sin caer en la trampa de las ideologías: “si como creyentes logramos ser profecía, entonces podremos despertar lo mejor que tiene el corazón humano”. Son justamente “vida y profecía” los dos carriles por los cuales el Movimiento de los Focolares, en estos 80 años de historia, ha orientado el camino del diálogo interreligioso, como declaró en la sala la Doctora Rita Mussallem. Es  un camino que ha permitido que la realidad fundada por Chiara Lubich entrase en contacto, en muchos países, con personas de las varias religiones. Ello ha creado, a través de la valorización de la diversidad y de la reciprocidad, un terreno común en donde relacionarse con la espiritualidad de la unidad, conocerse y “ofrecer –afirmó Rita Moussalem– la propia disponibilidad a aprender los unos de los otros, a compartir los dolores, los retos y las esperanzas, y también ha generado el compromiso común de trabajar por la paz, por el bien y por la fraternidad”.  En un mundo desgarrado por las polarizaciones en donde las religiones muchas veces son instrumentalizadas (cuando se menciona el concepto de paz), “el diálogo auténtico –continuó– es un remedio de gran ayuda (…) porque te hace descubrir y ver la humanidad del otro, y te desarma”. Por lo tanto, la “persona” es el corazón pulsante de un recorrido circular que ha hecho nacer, con el tiempo, las numerosas obras de las que este texto es un testimonio.  “Cuando se habla “balance” –afirmó Giancarlo Crisanti– uno espera ver muchos números, pero en el “Balance de Comunión” hay mucha más narrativa y en los números faltan los de las personas que permiten la realización de las obras”. “El Balance –dijo Crisanti– evidencia que esa comunión de los bienes está en condiciones de realizar iniciativas, proyectos y obras que van en la dirección del diálogo (…), que ayudan al mundo a dialogar un poco más”. Haciendo referencia a la intuición de la Economía de Comunión, el Profesor Stefano Zamagni declaró que ella es también un “método para anular las causas generadoras de las situaciones de guerra” y, haciendo hincapié en la aplicación del concepto de equidad al concepto de justicia, afirmó que resulta evidente que la publicación de este “Balance de Comunión” hoy no puede ser sólo una forma de hacer una rendición de cuentas, sino que también hay que aprovechar esta ocasión para ser realmente “apóstoles”, mensajeros de una buena nueva.  En este tiempo “el mal atrae más que el bien, mientras que lo bello atrae más que lo feo y el saber atrae más que la ignorancia”, acotó Zamagni, invitando a cada uno a que “diga el bien”, a “bendecir” justamente: “tenemos que actuar de tal manera que hagamos conocer –obviamente con humildad– la gratuidad con la cual se hace el bien.  (…) Esta noción de ‘Balance de Comunión’ quiere decir que se narra lo que se ha hecho, pero apuntando al futuro”.

Maria Grazia Berretta

Descargar el Balance de Comunión en pdf Presentación del Balance de Comunión  2022- Vídeo en italiano https://www.youtube.com/watch?v=3jizpECFoss [1] Chiara Lubich, ‘Apóstoles del diálogo’, Castel Gandolfo (Italia), 22.1.2004 en la Conexión telefónica mundial.

El Padre Cosimino Fronzuto: juntos en la parroquia y comprometiéndose con la ciudad

El Padre Cosimino Fronzuto: juntos en la parroquia y comprometiéndose con la ciudad

Un sacerdote de la ciudad de Gaeta (Italia), que siendo párroco no sólo se entregó completamente a sus parroquianos, sino que también los involucró en favor de la ciudad. El Padre Cosimino Fronzuto fue un sacerdote italiano que nació en Gaeta en el año 1939. Murió a los 49 años, en 1989, tras una intensa vida dedicada al servicio del prójimo, de los más necesitados y de la sociedad en su ciudad.  Vivía cerca del mar, pero no le gustaba meterse al agua y tenía miedo de ir a la profundidad.  Un día, cuando era niño, quiso vencer esa dificultad, se largó al agua y, para demostrar que había llegado al fondo, puso la mano en la arena recogiendo, muy sorprendido, un pequeño crucifijo de hierro, que luego llevó consigo toda la vida.  En el año 1963 fue ordenado sacerdote y empezó el servicio como vicerrector del Seminario diocesano local.  Cuando conoció la espiritualidad de la unidad, se unió al Movimiento de los Focolares. En 1967 fue nombrado párroco de la parroquia San Pablo Apóstol de Gaeta, cargo que desempeñó hasta los últimos días de su vida. En esos años, floreció el Movimiento Parroquial, expresión del Movimiento de los Focolares en la Iglesia local, que generó muchos frutos sobre todo en jóvenes, que hoy se encuentran comprometidos en Gaeta, como sacerdotes, en la familia, en la vida política y en varios ámbitos civiles y profesionales, en las diferentes realidades del Movimiento de los Focolares y que siguen siendo muy activos en la vida parroquial. Durante el ministerio pastoral ejercido en la parroquia, con su estilo lleno de amor y de atención para con todos, particularmente respecto de los últimos (madres solteras, ex presidiarios, drogadictos, gente en situación de calle, personas sin rumbo), enfocó la comunidad apuntando con simplicidad, pero con fuerza y decisión, sólo a vivir el Evangelio en todas las situaciones y en las realidades más distintas.  A raíz de ello, no le faltaron ocasiones para tomar posición respecto de situaciones sociales alejadas de una dimensión realmente humana y cristiana. Escribía en su diario: “Hemos observado que en las horas de catequesis había chicos muy mal vestidos, desnutridos, y me acordé que en esa misma familia los chicos mayores no habían recibido ni la Confirmación ni la Comunión, nada de nada. Estábamos a mediados de marzo, y pensé: si no los traemos ahora, no los traeremos nunca más. Entonces fui a esa casa y  me di cuenta (eran las 12,30) de que estaban cocinando una simple pasta y que no había otra cosa que comer para todos ellos. Me di cuenta de que a pesar de que el jefe de la familia era  un pequeño empresario, faltaba incluso un vidrio en la puerta que daba al balcón y en esa habitación, en donde faltaba el vidrio,  dormían algunos de los diez hijos. Enseguida me puse a hablar del catecismo, pero trataba de mirar a mi alrededor para percatarme de la situación. Luego, por la noche, después de la adoración, hablé con la comunidad sobre lo que había visto. A medida que me iba dando cuenta de las cosas, recogía todos los datos: indigencia, avisos de embargo, problemas de salud de los niños. Entonces, nos pasábamos la mañana pensando solamente en esa familia, para ver según distintos aspectos cómo era el cuadro, compartir el trabajo, asegurarnos de que tuvieran comida y, al mismo tiempo, atender a los grandes para que recibieran una verdadera catequesis. Una tarde me pareció que tenía que hacerles una propuesta a todos.  Dentro de mí yo había decidido, pero ¿qué valor tenía mi decisión de párroco?  Podía ser valedera, sin duda, pero yo quería que la decisión viniera de Dios y por lo tanto elegida en la unidad con la comunidad que me daba la garantía de que fuera Dios mismo quien realizara las cosas. Fue así como les propuse poner a disposición de esa familia los alrededor de dos millones de liras que teníamos en la parroquia para resolver el caso hasta que pudieran regresar al trabajo. Debo decir que desde un primer momento todos se mostraron favorables.  Ése fue el comienzo, y luego esa situación fue teniendo distintos desarrollos. Incluso ayer participé en una reunión de propietarios del edificio en la que habían decidido quitarle al padre el trabajo que había empezado y no había terminado. Hice todo lo posible para que lo acabara y pudiera contar con ese dinero.  El camino será muy largo todavía, ya hace más de un mes que estamos acompañándolos, estando al lado de ellos. En un momento el padre me dijo: “Me están volviendo las ganas de vivir”. Pero este trabajo no lo he hecho yo solamente, sino que ha sido algo colectivo; muchos van a llevarles lo que necesitan, y no nos preocupamos tanto por la falta de cosas materiales, sino que nos preocupa que no les falte el amor, porque son personas evidentemente que no han sido amadas; en realidad, de alguna manera, se han visto pisoteadas en ciertos derechos  (…)”. El domingo 21 de enero de 2024, el Arzobispo de Gaeta, Monseñor Luigi Vari en una catedral colmada de personalidades civiles, religiosas y de fieles, dio comienzo a la causa de beatificación del Padre Cosimino Fronzuto.

Carlos Mana

Compostaje: la magia de la naturaleza

Compostaje: la magia de la naturaleza

Desde el focolar de Montevideo la experiencia de ecología integral a través de la transformación de los restos de alimento en fertilizante. Todos los días se producen millones de residuos en todo el mundo. ¿Adónde va a terminar todo eso que se descarta? Algo se recicla y tiene una nueva vida. Otra parte termina en un vertedero o en las plantas termo-valorizadoras para producir energía. Antes de tirar los residuos de alimento, ¿nos hemos preguntado alguna vez si podemos hacer algo alternativo? Es lo que se preguntaron algunos miembros de la comunidad de los Focolares en Uruguay, haciendo nacer el compostaje. “Yo soy una de las que tratan de vivir la ecología de la vida cotidiana –cuenta Maria Florencia, focolarina de Montevideo, en donde enseña ecología integral–. Pero me di cuenta de que siempre hay cosas para mejorar y que faltaba algo importante en la gestión de los residuos de alimentos en casa; porque no hacíamos el compost. Como esa acción no depende sólo de mí, traté de involucrar a todos los habitantes de la casa”. Los organismos del suelo utilizan como alimento desechos vegetales y animales o derivados de la materia orgánica. A medida que estos residuos se van descomponiendo, los nutrientes en exceso (azoto, fósforo y azufre) quedan en el terreno en formas que pueden ser utilizadas por las plantas.  Además los productos de descarte generados por los microorganismos contribuyen a la formación de la materia orgánica del suelo. Il compostaje por lo tanto es un proceso de descomposición de los materiales orgánicos que tiene un alto contenido de sustancias útiles para mejorar las características del terreno sin provocar perjuicio al ambiente.  Por cada 100 kilos de residuos se obtienen 30 kilos de compost. Una alternativa a los compost clásicos es el compost de lombrices, un producto biológico obtenido bio-oxidando la materia orgánica con la ayuda de lombrices. “Hemos conseguido una compostera además de algunas lombrices californianas –nos sigue contando María Florencia–.  De esa forma me puse manos a la obra.  Ahora tenemos el fertilizante natural para nuestras plantas del jardín y todos están felices por esta acción por el ambiente. Además podemos compartir el compost también con nuestros amigos, interesados en la iniciativa. Pero no sólo eso, como microbióloga yo no podía conformarme con los manuales conocidos. Me puse a averiguar para aprender más y entonces pude compartir mi experiencia con un artículo en la revista de los Focolares Ciudad Nueva y entusiasmar a muchos para que lo hicieran”, concluye. Ya sea que hablemos del clásico compost o del compost de lombrices, ambos favorecen la fertilidad del terreno sin necesidad de aplicar fertilizantes químicos. La estabilidad del suelo mejora, la permeabilidad del  agua y de los gases aumenta, como así también la capacidad de retención hídrica a través de la formación de agregados.  Por lo tanto es un precioso fertilizante natural. Lo que sobra de los alimentos que consumimos, entonces, no son basura sino un recurso precioso porque, transformado en compost, ayuda a la naturaleza y así reduce los niveles de contaminación ambiental.

Lorenzo Russo

Concurso 2023-2024: “Una città non basta”. Chiara Lubich, cittadina del mondo

El Centro Chiara Lubich, en colaboración con el Ministerio italiano de Educación y del mérito, la Fundación Museo Histórico de Trentino y Nueva Humanidad, convocan la cuarta edición del concurso nacional “Una ciudad no basta” Chiara Lubich, ciudadana del mundo. Los participantes podrán enviar sus trabajos antes del 22 de abril de 2024. Una oportunidad para la reflexión y el análisis en profundidad en el contexto de los valores que subyacen en las relaciones humanas, la aceptación de la diversidad, el desarrollo de las nuevas tecnologías y en el campo de estudio. Este es el objetivo del concurso nacional Una ciudad no basta. Chiara Lubich, ciudadana del mundo”. Promovido por el Centro Chiara Lubich en colaboración con el Ministerio de Educación y del mérito italiano, la Fundación Museo Histórico del Trentino y Humanidad Nueva del Movimiento de los Focolares, el concurso llega este año a su cuarta edición y pretende, una vez más, poner de relieve el valor de la Mensaje de Chiara Lubich (Trento 1920 – Rocca di Papa 2008), fundadora del Movimiento de los Focolares. Considerada una de las personalidades espirituales y de pensamiento más significativas del siglo XX, promotora de una cultura de unidad y de fraternidad entre los pueblos, Chiara Lubich anticipa muchos de los temas que hoy atraen la atención mundial y, por ello, el concurso dedicado a ella, quiere ser un camino para las nuevas generaciones, a seguir con creatividad y compromiso, profundizando en su pensamiento y su experiencia de vida. El concurso, que ha contado con numerosas participaciones en ediciones anteriores, está dirigido a todos los estudiantes de escuelas primarias y secundarias, incluidos los que frecuentan institutos italianos en el extranjero, que podrán participar con total autonomía expresiva, por grupos o por clases o individualmente. Se podrá participar creando un proyecto escrito, gráfico, plástico o multimedia y eligiendo uno de los ejes temáticos descritos en la convocatoria, propuestas que pretendan destacar la consonancia entre el pensamiento y la acción de Chiara Lubich, desde la segunda mitad del siglo XX, y los puntos que, la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el desarrollo sostenible, ha puesto a la atención mundial. Los trabajos deberán ser enviados antes del 22 de abril de 2024 según las indicaciones y los ganadores serán premiados durante una ceremonia oficial que se llevará a cabo el 17 de mayo de 2024, aproximadamente de 10.30 a 12.30 horas, en el Auditorio de la sede del Centro Internacional del Movimiento de los Focolares. Para obtener más información y descargar el aviso y conocer en detalle los requisitos y modalidad, puede consultar la página del Ministerio de Educación italiano (https://www.miur.gov.it/web/guest/-/concorso-nazionale-una-citta-non-basta-chiara-lubich-cittadina-del-mondo-quarta-edizione-anno-scolastico-2023-2024) o visitar el sitio www.chiaralubich.org.

Maria Grazia Berretta