El pasado 1º de enero, con motivo de la 55° Jornada Mundial de la Paz, el Papa Francisco afirmaba en su mensaje que: “Dialogar significa escucharse, confrontarse, ponerse de acuerdo y caminar juntos. Fomentar todo esto entre las generaciones significa labrar la dura y estéril tierra del conflicto y la exclusión para cultivar allí las semillas de una paz duradera y compartida”. También Chiara Lubich en este pasaje nos invita a entablar relaciones de diálogo para llegar a una paz verdadera. Jesús vino a construir relaciones totalmente nuevas entre las personas: entre hombre y mujer, entre chico y chica, entre esposo y esposa, entre padres e hijos, entre profesores y alumnos, entre trabajadores y empresarios, entre empleados y directivos, entre ciudadanos y gobernantes, entre raza y raza, entre pueblo y pueblo, entre Estado y Estado. Jesús quiere construir un nuevo orden social, fundado en la justicia, basado en el respeto y en la verdadera fraternidad humana. Jesús quiere darnos, como individuos y como sociedad, la verdadera paz, esa paz divina que solo Él puede dar. Pero, para que esto suceda, es necesario seguirlo, aunque a primera vista parezca ser tan exigente. Es necesario vivir su Palabra, cada uno en la vocación a la que ha sido llamado.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, preparado por Fabio Ciardi, Ciudad Nueva, Madrid, 2020, pp. 379-380)
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