Si tratamos de mejorar cada día, podemos ser, también nosotros constructores de paz como nos invita a hacer la Palabra de Vida de este mes de noviembre de 2021. Nosotros aspiramos– porque así lo quiere nuestro Ideal– a la unidad del mundo entero. Y por esto (para que haya paz en todas partes) rezamos todos los días en el time-out. Ahora bien, uno de los medios que tenemos para lograr este fin es comprometer en el mismo, (por la unidad y por tanto por la paz), al mayor número posible de personas, en cuanto fieles de una religión (…). Por lo tanto, les invito a todos a reavivar la relación con ellos, ya que fieles de las diversas religiones los hay por todas partes. Ciertamente, lo que nos pide la voluntad de Dios es siempre algo revolucionario. Sabemos que en este campo existen siglos de inmovilidad a nuestras espaldas, y con frecuencia, de hostilidad; por lo tanto, es una lucha por la paz la que tenemos que emprender y es necesario prever, entrenarse y prepararse. Por esto querría aconsejar, primero a mí misma y después a todos ustedes, algo que nos ayude en las próximas semanas a tener un apoyo más, a añadir algo a lo que ya hacemos, a estar más vigilantes que antes, a crecer y crecer continuamente, para no fallar (sabemos que si no se avanza se retrocede): algo que nos haga mejorar cada día más en el vivir nuestro Ideal. Este algo podría consistir en decirnos a nosotros mismos, antes de hacer cada acción: “Hoy mejor que ayer”. Muchas acciones de nuestra vida tienen aspectos que se repiten: rezamos todos los días, comemos todos los días, salimos, estudiamos, trabajamos, encontramos a personas, dormimos, paseamos, hacemos las tareas de la casa, descansamos, etc. Pues bien, realicemos cada acción precediéndola de un “mejor que ayer”, y comprometámonos a ello. Así seremos como Dios nos quiere: somos un Movimiento y no nos está permitido detenernos. Tendremos más gracias y más facilidad para poner en práctica la tarea específica de este mes: tomar en gran consideración a los fieles de otras religiones y colaborar con ellos para la paz y la unidad del mundo.
Chiara Lubich
(Cf. Chiara Lubich, Santificarse juntos, Ciudad Nueva, Madrid, 1994, pp. 78-80)
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