En 1966, algunos médicos y enfermeros de los Focolares se vinculan con el pueblo Bangwa de Fontem, una aldea sumergida en la selva occidental de Camerún. El objetivo es humanitario: aliviar a una población afectada por la malaria y otras enfermedades tropicales La mortandad infantil era del 90%. Con la ayuda de muchas personas y junto con los Bangwa, se construyó un hospital, una escuela, una iglesia, muchas viviendas….Nació así la primera ciudadela de los Focolares en África. En junio de 1966, Chiara Lubich visitó Fontem. Muchos años después, en abril de 1998, ante 8.000 miembros del Movimiento reunidos en Buenos Aires, recordaba ese viaje: «Estaba en Fontem, cuando no existía aún la ciudadela, que ahora es enorme; no sé decirles cuántas casas hay ahora….En aquella época (en 1969), no había nada. Estaba la selva y dentro vivía esta tribu. Me acuerdo que en una explanada armaron una fiesta (…), era naturalmente una fiesta típica de ellos. Estaban las esposas del Fon, (así llaman al Rey) que bailaban delante mío. Y estábamos allí en ese valle, con todas estas personas que me homenajeaban agradecidas porque yo había enviado a los primeros focolarinos médicos. Allí yo tuve la impresión de que Dios abrazaba a toda la multitud que no era cristiana, porque la gran mayoría de los lugareños eran animistas. Y pensé: “Aquí Dios los abraza a todos. Es algo así como lo que pasó en la Cueva de Iría, en Portugal, donde había un sol que descendía y abrazaba a todos » Al volver de ese primer viaje, Chiara respondía así a los jóvenes focolarinos de la Escuela de formación de Loppiano (Italia): «Nosotros que somos occidentales nos quedamos atrás y no nos adaptaremos a vivir el momento actual si no sabemos despojarnos de la mentalidad occidental que es media mentalidad, o un tercio o un cuarto de mentalidad con respecto al mundo. En África por ejemplo, existe una cultura tan única, tan espléndida, ¡tan profunda! Es necesario llegar a un encuentro de culturas. No somos completos si no “somos humanidad”. Somos humanidad si “tenemos dentro nuestro” todas las culturas » En 1992, Chiara viajó nuevamente a África y refiriéndose a la inculturación, afirmaba: «Antes que nada, el arma poderosa es “hacerse uno”, entrar en la cultura del otro y comprenderlo y dejar que se exprese, hasta que lo hayas contenido dentro tuyo. Y cuando lo has contenido, entonces sí podrás comenzar un diálogo con él y transmitirle también el mensaje evangélico, a través de las riquezas que él ya posee. El “hacerse uno” que exige la inculturación es entrar en el alma, es entrar en la cultura, es entrar en la mentalidad, en la tradición, en las costumbres del otro; es comprenderlo y lograr que broten de él las semillas del Verbo» Existe otro momento que marca una etapa importante para el Movimiento en el camino del diálogo con las otras creencias. Es cuando en 1977 le otorgan a Chiara el “Premio Templeton, para el progreso de las religiones”. Ella, en el ’98, en Buenos Aires, lo recordaba así: “Estábamos en Londres, en el Guildhall… y me pidieron que hablara en esa gran sala. Estaban presentes muchas personas de todos los credos… Y allí tuve la misma sensación. Tuve la impresión de que Dios abrazaba a todos». En el 2000 Chiara visita Fontem por última vez.Es coronada por el pueblo, a través de los Fon, como “Mafua Ndem” (Reina en nombre de Dios). Es la primera vez que una mujer extranjera y “blanca” entra a formar parte de esa forma del pueblo Banwga. Al morir (2008) se celebra por ella un funeral real. Durante la escuela para las religiones tradicionales organizada por el primer focolarino bangwa, que precede el funeral, los focolarinos son introducidos en la “selva sagrada” (lefem). Es un signo fuerte de pertenencia a este pueblo. Esos mismos días, María Voce (actual presidente de los Focolares), es reconocida como “sucesora del trono”. En África se encuentran las “escuelas de inculturación” para profundizar el conocimiento de las diferentes culturas. Otras experiencias de diálogo con religiones tradicionales se ven en en América Latina: las Mariápolis con el pueblo Aymara ( en Bolivia y Perú). En Ecuador con el pueblo afro de Esmeralda. O la interesante y plural “Escuela Aurora” en el norte de Argentina, donde hay un compromiso de formación y recuperación de las tradiciones culturales y religiosas de la población andina, en los valles “calchaquíes. Y también en otros puntos del planeta como por ejemplo en Nueva Zelandia con los aborígenes maori. En síntesis, una espiritualidad que aspira no sólo a la unidad de los cristianos, sino que, a través del diálogo, aspira a la unidad de la familia humana. El 20 de marzo de 2014, en la Universidad Urbaniana de Roma tendrá lugar un evento dedicado a “Chiara y las religiones: juntos hacia la unidad de la familia humana”. Pretende poner en evidencia, seis años después de su desaparición, su compromiso a favor del diálogo interreligioso. La manifestación coincide con el 50° de la declaración conciliar “Nostra Aetate” sobre la Iglesia y las religiones no cristianas.
Poner en práctica el amor
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