“El amor familiar: vocación y camino de santidad” es el tema del X Encuentro Mundial de las Familais que tendrá lugar en Roma del 22 al 26 de junio de 2022. Marcelo Chávez y Pia Noria, focolarinos casados chilenos, responsables del Movimiento Familias Nuevas del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay), relatan su historia y la expectativa ante este evento. “Desde niño sentía que Dios me llamaba a seguirlo, a pesar de que no sabía bien cuál era el camino que tenía que emprender. Después de un período de discernimiento entendí que mi camino era el matrimonio”. Son las palabras con las que Marcelo Chávez, el esposo de Pía y papá de tres espléndidas hijas, relata el maravilloso designio que Dios tenía en mente para ambos. La de ellos es una vocación nacida a partir de una amistad de décadas, vivida compartiendo el mismo ideal de vida; un bellísimo viaje de novios que dio inicio a una nueva gran aventura en el matrimonio. Su familia hoy se ha vuelto una “Iglesia viva” junto con muchas otras, todas protagonistas del X Encuentro Mundial de las Familias “El Amor familiar: vocación y camino de santidad”, que se realizará en Roma (Italia) del 22 al 26 de junio de 2022. ¿Cómo se están preparando para este evento que, como ha escrito el papa Francisco en su mensaje de presentación, debido a la pandemia, asumirá un formato “multicéntrico y difuso”? Cuando el papa Francisco inauguró el año de Amoris Laetitia en marzo de 2021, indicando que se concluiría con el X Encuentro Mundial de las Familias en Roma, enseguida sentimos el llamado a participar en el evento presencialmente. Después, en julio 2021, cuando el Papa nos invitó a todos a vivir juntos este evento mediante una nueva modalidad, cada uno con su propia diócesis, sentimos que Roma extendía sus brazos hacia el mundo, acercándose a todas las familias, hasta la periferia, para que ninguno se quedara fuera. Intuimos que podíamos vivir este milagro de la unidad familiar siendo protagonistas, y no sólo mirando desde lejos. Por eso viviremos el encuentro desde donde estamos, adhiriendo a las iniciativas que se suscitarán en la Arquidiócesis de Santiago del Chile junto a otros Movimientos. ¿Qué quiere decir, como familia, recorrer el camino hacia la santidad? El 6 de septiembre del 2021 festejamos 18 años de matrimonio y, también en los momentos difíciles, no hemos tenido dudas, nuestro llamado siempre ha sido a amar al otro como lo quiere Dios. Dios nos ha tomado la palabra cuando dijimos nuestro “sí” y nos ha ayudado a ir adelante. Este camino de santidad en el matrimonio, lo entendemos como un camino compartido, recorrido juntos, unidos, en donde cada uno contribuye también a la santificación del otro. ¿De qué modo Jesús es el apoyo en sus vidas y qué papel ha jugado la oración, sobre todo en este tiempo de pandemia? En estos 18 años, día tras día, nos hemos dado cuenta que la medida del amor conyugal implica realmente dar la vida el uno por el otro. Estar dispuestos a ello con la gracia de Cristo nos ha permitido darnos cuenta cuando nuestras diferencias están asumiendo una dimensión diversa. Naturalmente ha habido situaciones en donde no ha sido fácil afrontar los conflictos, algunos más difíciles que otros, pero ha sido en esos momentos que hemos sentido el fuerte deseo de ser fieles al sacramento del matrimonio y de seguir amando a Jesús también en las dificultades. Esto requiere tener valor y con gran fuerza de voluntad nos confiamos a Dios, a la Sagrada Familia para afrontar las situaciones complejas que los desafíos de hoy comportan. La oración nos ha sostenido y nos sostiene en este viaje, nos da fuerza y la seguridad que todo es Amor de Dios. En este período de pandemia, especialmente, la oración en familia ha sido importante al igual que la oración con la comunidad de los Focolares y con otras familias. Aunque no podíamos recibir a Jesús Eucaristía, entendimos que el encuentro con Él siempre lo podíamos tener y que Su amor se habría manifestado en medio nuestro. Durante la rueda de prensa de presentación del Encuentro el Card. Kevin Farell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida dijo: “Las familias son la semilla que puede fecundar el mundo. Ellas son las evangelizadoras que dan testimonio al mundo de la belleza familiar”. ¿Cómo podemos llevar este testimonio más allá de los muros domésticos? Esta realidad la encontramos reflejada en la Sagrada Familia de Nazaret. Es esta la grandeza y la importancia de ser familia hoy, ser el lugar donde Jesús nace y se dona al mundo. Nosotros experimentamos que el amor de Dios que se ha manifestado en nuestra vida no puede quedarse en nuestra familia, sino que se debe irradiar y ser la base para encontrarnos con otras familias, parejas, novios. Todos es una oportunidad para amar y para donar el amor de Dios. Caminar junto a otras familias significa formar comunidades, compartir los bienes, las necesidades, las preocupaciones y estar atentos a las necesidades de todos.
Maria Grazia Berretta
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