A Monseñor Piero Coda, teólogo, Secretario de la Comisión teológica internacional, ex-rector del Instituto Universitario Sophia, se le acaba de otorgar el doctorado honoris causa por la Universidad Católica de Córdoba, Argentina. Una semana de eventos ha caracterizado el comienzo del mes de marzo de 2024 en la Universidad Católica de Córdoba (UCC), en Argentina. Entre ellos: el Seminario Itinerario Córdoba 2024, Universidad de los Jesuitas y antropología trinitaria, y el otorgamiento del Doctorado honoris causa a Monseñor Piero Coda teólogo, Secretario de la Comisión teológica internacional y ex-rector del Instituto Universitario Sophia. Otros eventos relacionados con éste han permitido hacer conocer el pensamiento y el aporte de Monseñor Coda, que no se limita a la antropología y a la teología, sino que alcanza a la Iglesia en su camino sinodal y en el del diálogo ecuménico e interreligioso. El Seminario de Antropología Trinitaria se llevó a cabo del 4 al 6 de marzo. El grupo de estudio, activo desde hace 11 años, está compuesto por 14 personas, mujeres y hombres, franciscanos, jesuitas, sacerdotes, religiosos, focolarinos y laicos de distintos movimientos eclesiales. Sonia Vargas Andrade, de la Facultad de Teología San Pablo de la Universidad Católica Boliviana, afirmó: “Nos encontramos para reflexionar acerca del recorrido que un teólogo latinoamericano debe seguir en el diálogo con la teología europea, en particular con la Antropología Trinitaria, teniendo en cuenta de lo que es típicamente nuestro, o sea la pluralidad”. El Seminario concluyó poniendo de relieve que el elemento distintivo de la Teología Trinitaria –objeto de estudio del grupo– es justamente la unidad en la pluralidad. “El pensamiento del otro vale como el mío, tengo que pensar desde el otro y en el otro”, añadió Vargas Andrade. Monseñor Piero Coda contó su experiencia directa y la lectura de la primera sesión sinodal, de la que participó como miembro de la Comisión teológica de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. Coda definió la primera sesión como una pausa para aprender a encontrarse, escucharse y dialogar en el Espíritu. Y añadió: “El viaje acaba de empezar. La paciencia y la perseverancia tienen que ir de la mano con la sabiduría y la prudencia, pero también con el entusiasmo y la valentía de arriesgar”. El Doctor Tommaso Bertolasi, docente en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano (Italia), realizó el cierre de la discusión afrontando el tema “jóvenes y sinodalidad”, remarcando que los jóvenes experimentan al Dios ausente: “A Dios se lo experimenta como ausente, como el que no está”. Como consecuencia de ello, es necesario considerar la experiencia del abandono de Jesús en la cruz. “Justamente allí, en la muerte y en la resurrección es cuando Dios entra en todas las experiencias humanas; entonces, desde ese momento en adelante ya no hay una distancia con Dios, porque Dios es la ausencia de Dios”. Partiendo de esa tesis, dedujo varias implicancias para la Iglesia en general, sobre todo para la pastoral juvenil. El 6 de marzo fue el día del otorgamiento del doctorado honoris causa a Monseñor Piero Coda. En esa ocasión el Cardenal Ángel Rossi S.J., Arzobispo de Córdoba, definió a Piero Coda como un “peregrino de la verdad, que ha vivido su vida en clave de éxodo y lo ha llevado a dejar su propia tierra para poner su pensamiento y sus intuiciones teológicas en diálogo permanente con culturas diferentes, con los que no profesan una fe explícita, o con otras disciplinas”. El Padre Gonzalo Zarazaga S.J., Director del Doctorado en Teología de la UCC, presentando el aporte de Coda, afirmó que “la Ontología Trinitaria de Piero Coda nos abre a la intimidad del Dios Trino y nos invita a participar de su amor en plenitud”. La Rabina Silvina Chemen, a través de un video-mensaje, expresó su afecto, su admiración y su gratitud a Piero Coda por su trabajo por reforzar los vínculos interreligiosos con el Movimiento de los Focolares. En sus palabras de agradecimiento, Monseñor Piero Coda declaró que consideraba el reconocimiento recibido como un aprecio por el estilo de comprensión y realización del trabajo filosófico y teológico, que se está manifestando como de gran actualidad en el proceso de reforma sinodal y misionera en el que está comprometida la Iglesia, bajo la guía del Papa Francisco. Además dijo: “Tenemos que aprender los unos de los otros, escuchando juntos lo que el Espíritu les dice a las Iglesias. Ello en el intercambio de los dones de las respectivas experiencias de inculturación de la fe y de la misión, de las que nuestras comunidades son portadoras”. Su lectio magistralis llevaba el título de “Habitar la reciprocidad del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo para reavivar el sentido y el destino de la historia”.
María Laura Hernández Foto: gentileza UCC y Guillermo Blanco
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