Con la jornada mundial de oración por la custodia de la creación, el 1 de septiembre comenzará un mes lleno de iniciativas para el cuidado del medio ambiente y no solo. Entrevista con Cecilia Dall’Oglio del Global Catholic Climate Movement. ¿Qué tienen en común el tema ambiental y el ecumenismo? Mucho, es más muchísimo, si consideramos que en 1989 fue el patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla, Dimitrios, que dio el impulso decisivo a las diferentes Iglesias cristianas para declarar conjuntamente el 1 de septiembre el Día Mundial de Oración por la custodia de la creación. Este año, el aniversario está enmarcado en un año lleno de acciones globales por el clima, gracias también a la aceleración dada por los millones de jóvenes que, con Greta Thunberg, se han movilizado y sacudido las conciencias y llamado a los parlamentos. “No solo las personas sino también nuestras comunidades deberían preguntarse sobre la sostenibilidad ambiental de sus actividades”, dice Luca Fiorani, físico y coordinador internacional de EcoOne, un movimiento cultural inspirado en la espiritualidad de los Focolares en el campo ambiental. “Y para comenzar a cambiar la mentalidad y adoptar un estilo de vida ecológico, primero es necesario informarse”. Me hago publicidad: acabo de publicar un pequeño libro de menos de 80 páginas: Il sogno (folle) di Francesco. Piccolo manuale (scientifico) di ecologia integrale. Llevo de la mano al lector entre los conceptos clave de la encíclica Laudato Si‘, los resultados recientes de las negociaciones internacionales sobre el cambio climático y los datos científicos más actualizados sobre el estado de salud de nuestro planeta”. Luca Fiorani también explica que EcoOne colabora desde hace unos diez años con el Global Catholic Climate Movement. Cecilia Dall’Oglio es responsable de los programas de la organización y le hemos hecho algunas preguntas. – ¿Cuál es su compromiso personal con el medio ambiente? El deseo de no abandonar a mis hermanos y hermanas en el mundo que sufren por las mismas causas que sufre nuestra madre tierra. El deseo de dar mi contribución para que otros puedan tener la experiencia directa de encuentro, que he podido hacer yo, con testigos de esperanza, de una Iglesia viva comprometida con la justicia social. En la Laudato si’ el papa Francisco, de hecho, nos recuerda que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental (…) que requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza” (LS 139). Trabajé durante más de veinte años con el FOCSIV en la coordinación de campañas por la justicia social junto con las oficinas del CEI y las asociaciones católicas laicas y me gustaría mencionar de manera especial al querido Marco Aquini del Movimiento de los Focolares. Este anuncio, esta resistencia activa, debe ser verdaderamente eficaz y liberar a los pobres que lloran y, por esta razón, ahora estoy feliz de aceptar el desafío actual al servicio del Movimiento Católico Climático Global del cual el Movimiento de los Focolares es miembro activo. – ¿Cuál es el “plus” que la fe puede aportar al movimiento ecologista? La fe es esencial para llevar el enfoque de la ecología integral al campo ambiental. La conversión ecológica y la adopción de nuevos estilos de vida son propuestas para una alegría plena, esa “sobriedad feliz” de la que también habla el Instrumentum laboris del Sínodo Especial de la Amazonia, la plenitud de la vida, la verdadera libertad. Todos los cristianos están llamados a ser custodios de la Creación de Dios porque “vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana” (LS 217). El Global Catholic Climate Movement nació en 2015 para apoyar a las comunidades católicas de todo el mundo a responder al llamamiento urgente del papa Francisco en Laudato Si’ a través de una conversión ecológica a nivel espiritual que conduzca a estilos de vida renovados y a una participación conjunta de los católicos en las movilizaciones por la justicia climática. – ¿Qué es el “Tiempo de la creación” y qué podemos hacer para adherirnos? El Tiempo de la creación es un “tiempo favorable”, un Kairos, durante el cual rezamos y actuamos por el cuidado de nuestra casa común. Se celebra entre el 1 de septiembre, Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación, hasta el 4 de octubre, fiesta de san Francisco, y es celebrado por miles de cristianos en todo el mundo. El tema de este año “La red de la vida: la biodiversidad como un regalo de Dios. Está estrechamente relacionado con el Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica que se celebrará el próximo octubre. Miles de cristianos en todo el mundo celebran el tiempo de la creación llevando a cabo eventos. Una guía de celebraciones y otras herramientas en varios idiomas está disponible en el sitio Tiempo de la creación. Gracias al tema elegido para las celebraciones, los eventos harán sentir nuestra cercanía con los hermanos y hermanas en la Amazonía y con todos aquellos que sufren por la “mentalidad extractiva” que está destruyendo no solo la Amazonía sino toda la creación, por lo tanto, son un claro signo de comunión eclesial y apoyo en el itinerario de la Iglesia hacia el Sínodo.
Stefania Tanesini
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