El Balashanti Program es un proyecto nacido para ayudar a las madres solteras, para sostenerlas y garantizar a sus hijos los cuidados necesarios, la formación escolar y una condición de bienestar, salud y dignidad. Estamos en Coimbatore, región al sur de India. En 1991 nace el Balashanti Program un proyecto que ayuda y acoge a los niños más vulnerables y necesitados, entre los 3 y los 5 años, y a sus madres, que a menudo están solas. El programa forma parte de Shanti Ashram que es un centro internacional para el desarrollo cultural, social y sanitario al servicio de los necesitados de la comunidad en el territorio, inspirado en los ideales y las enseñanzas de Mahatma Gandhi. “Mi abuela siempre tuvo que vivir sola, por este motivo mi madre tuvo que dejar de estudiar cuando estaba en la secundaria y se tuvo que casar cuando tenía 16 años. Cuando esto sucedió era el ‘78 pero hoy, después de 40 años, sigo escuchando historias parecidas o iguales a esta”. Son las palabras de Deepa, responsable del Balashanti Program. De hecho, explica que todavía hoy los hijos de las madres solteras experimentan tres tipos de dificultades muy grandes: la pobreza, el abandono escolar y la obligación a un matrimonio precoz. El Balashanti Program se propone por lo tanto ayudar a estas mujeres para que saquen adelante a sus hijos en una condición de bienestar, salud y dignidad. Según el reporte de las Naciones Unidas del 2019-2020, alrededor del 4.5% de las familias en India son llevadas adelante por madres que están solas y se estima que de ellas el 38% vive en condiciones de pobreza. “Una mujer en India, en condiciones de vulnerabilidad difícilmente puede vivir sola, no se trata de una elección personal -explica Deepa- muchas de ellas se encuentran en condiciones de abandono, inseguridad y explotación”. El objetivo último del Balashanti Program es por lo tanto combatir la pobreza, la desnutrición y las enfermedades que se desarrollan en contextos de mucha precariedad, para construir una sociedad pacífica. Para hacer esto, además de la ayuda económica, los niños y sus mamás reciben instrucción sobre temas como la educación, la paz, la alimentación sana, las normas de higiene y el liderazgo. Hoy día existen 9 Balashanti Kendra – centros de desarrollo para la primera infancia – que acogen a más de 200 niños por año. Desde el ‘91 a hoy más de 10 mil niños han completado el itinerario de estudios y durante el año de la pandemia del Covid-19 se le han dado ayudas a 15 mil personas, entre niños y familias. Desde el ‘98 el proyecto inició una colaboración con AFN Onlus, la organización sin fines de lucro vinculada al Movimiento de los Focolares que, mediante apoyo a distancia, ayuda a dar a los niños becas del Balashanti Porgram. Son muchos los que podrían dar testimonio de la importancia del Balashanti Program en sus vidas, como Fathima, de 45 años, quien hasta hace pocos años era una madre soltera en dificultad económica que no sabía cómo hacer para sacar adelante y educar a su hijo, el pequeño Aarish. Desde que el Balashanti Program empezó a ayudarla su vida ha cambiado. Aarish ha participado en los programas de formación gracias a una beca para estudiar a distancia. “También me ayudaron con alimentos -explica- me pusieron en contacto con médicos competentes y me invitaron a espectáculos y danzas que me permitieron distraerme y pensar en algo bello. Para mí ha sido muy importante”. Ahora Aarish ha crecido, tiene 15 años, es voluntario en el Shanti Ashram desde hace tres años. También gracias a su ayuda el Balashanti Program podrá ofrecer apoyo a más madres solteras y a sus hijos. Así, permanece encendida la esperanza de que esta cadena de ayuda se vuelva cada vez más robusta y contagiosa.
Laura Salerno
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