El 14 de agosto, gran fiesta en José C. Paz (a unos cincuenta Km. de Buenos Aires, Argentina), para celebrar el 10º aniversario de la inauguración de la sede que acoge las actividades del proyecto social “Juntos por el Barrio”, un centro social destinado especialmente a los niños y adolescentes del barrio y a sus familias. Si bien es verdad que el edificio cumple diez años, no hay que olvidar que las actividades del proyecto se iniciaron mucho antes y, como a menudo sucede, fueron suscitadas por la gente que vivía en el barrio desde hace tiempo. Cuando Francisco, el Papa argentino, invitó a ocuparse de las periferias, probablemente pensaba en asentamientos como el barrio donde se erige este centro social. Se trata de un conjunto habitacional que se formó de modo desordenado, a espaldas de otras construcciones. Está constituido por núcleos familiares llegados allí en busca de fortuna, una fortuna que lamentablemente no encontraron porque ni siquiera allí existía. La desocupación imperante los ha hecho todavía más pobres y vulnerables de sufrir todas sus consecuencias: marginación, alcoholismo, droga, violencia, prostitución. Son peligros que amenazaban también a muchos niños y adolescentes que pasaban casi todo el tiempo en la calle. Desde 1999, algunos habitantes ‘históricos’ del barrio, apoyados por los Focolarinos, que tienen un centro de congresos en sus aledaños, se pusieron a trabajar para hacer algo por los recién llegados. Lo primero que hicieron fue evaluar cuál era la demanda más fuerte que emergía del barrio. Y ésta era: poder disponer de un lugar de acogida diurno para niños y adolescentes, que permitiera sacarlos de la calle. Así nació el proyecto “Juntos por el Barrio”. En una sencilla sala inició la primera actividad de apoyo escolástico. Visto el éxito de la iniciativa (en parte financiada con el apoyo a distancia de AFN onlus), las ideas se multiplicaron en otras tantas iniciativas. Y con donaciones provenientes también del extranjero, se construyó un edificio donde realizar estas actividades, el cual muy pronto se convirtió en punto de encuentro y de referencia para todo el barrio. Era justo, pues, festejar, también porque el barrio está cambiando realmente su aspecto. En el centro “Juntos por el barrio”, se realizan actualmente muchas actividades, la mayor parte de ellas dirigidas a los menores, pero también a personas de todas las edades: integración nutricional, prevención sanitaria, alfabetización, talleres de serigrafía y artesanía, cursos para jardineros, peluqueros, sastres, actividades lúdicas. Se da de esta manera un apoyo a más de 70 familias, mientras cada semana el centro es frecuentado por un promedio de 200 personas. 220 personas estuvieron presentes en los festejos del 14 de agosto, entre las cuales se contaba un centenar de niños que desbordaban alegría por todos los poros. Todos se sentían protagonistas, no sólo de la fiesta sino también de su propio rescate, porque quizás se sienten ‘parte’ de un proceso donde, más que el dar y el recibir, lo que se pone de relieve es la reciprocidad.
https://vimeo.com/180291011
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