Durante la primera Escuela de focolarinos casados, Chiara Lubich, parafraseando una expresión que el día antes, en la audiencia general, Pablo VI había dirigido a los jóvenes de los Focolares, anunció que en esa fecha (19 de julio de 1967) nacía en el seno de los Focolares “un Movimiento explosivo, apostólico y difusivo” orientado al mundo de la familia. Cincuenta años después se puede muy bien decir que las Familias Nuevas ciertamente concretaron esas palabras con su vida. En estos años, miles de parejas de casados, novios y todos los que están relacionados con el mundo de la familia, viviendo el Carisma de la Unidad han experimentado que el vínculo entre ellos se vigorizaba gracias al amor que brota del Evangelio, transformándolo en testimonio del amor de Dios por la humanidad. Un amor que ha generado, como consecuencia, la difusión del Movimiento en la mayor parte de los países del mundo, llegando inclusive hasta las islas Fiji (Océano Pacífico). Familias Nuevas está comprometida en dar una respuesta a las necesidades de la familia de hoy, en línea con la exhortación “Amoris Laetitia”. No son palabras, es el fruto de la vida de una multitud de familias que en su testimonio cotidiano de unidad y en la realización de un centenar de proyectos de cooperación internacional mediante el apoyo a distancia a la infancia menos favorecida, contribuyendo así a la renovación de la sociedad y a la realización del testamento de Jesús: “Que todos sean una sola cosa”.
Poner en práctica el amor
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