Brenda Drumm
El Papa estará con las familias reunidas en Dublín los días 25 y 26 de agosto. Es el huésped más esperado. Por otro lado, escribe Brenda Drumm en un largo artículo de
L’Osservatore Romano, el
Encuentro mundial de las familias «ha tenido desde sus inicios la marca personal del Pontífice: él es quien eligió a
Irlanda para recibirlo, e indicó el tema de los trabajos: “
El Evangelio de la familia: alegría para el mundo”; y, sobre todo, nos dio
la exhortación apostólica Amoris laetitia como documento clave con el cual cotejarnos. Y cuando el 21 de marzo Francisco anunció que vendría, el debate se concentró en lo que su vida significará para los fieles, para las familias y para los jóvenes, para la Iglesia y para el pueblo. El Pontífice transcurrirá la mayor parte del tiempo aquí en Irlanda con las familias y con personas marginadas de la sociedad. Y, siempre con las familias en el centro de sus intenciones, se reservó una pausa de oración en el santuario mariano de Knock».
El evento, promovido por el Dicasterio de la Santa Sede para los Laicos, la Familia y la Vida, se volvió a proponer con una frecuencia trienal, y reúne a familias de todo el mundo para festejar, rezar y reflexionar juntos acerca de la importancia del matrimonio como fundamento de la vida personal de la sociedad y de la Iglesia. El encuentro estará articulado, tras la inauguración oficial el 21 de agosto, a través de un congreso de tres días en el cual habrá programas diversificados para jóvenes y adultos y entretenimientos para los niños, culminando con la compartición de experiencias de fe en presencia del Papa. La mayor parte del programa se llevará a cabo en Dublín, mientras otros eventos relacionados, como la acogida, tendrán lugar en todo el territorio irlandés.
Los números del evento, según Drumm, son alentadores: «La respuesta de la gente fue arrasadora. Hace tiempo que todas las entradas necesarias para los acontecimientos que están en el programa se han reservado: 37.000 para el congreso pastoral, 77.000 para el Festival de las familias, 45.000 para la visita a Nuestra Señora de Knock, 500.000 para misa de clausura. Dentro de esos números se pueden leer datos interesantes:
llegarán a Irlanda familias de 116 países, por un total de alrededor de 15.000 participantes internacionales; miles de familias convergerán en Dublín de todo el país. Serán alrededor de 6.000 los jóvenes de edad inferior a los 18 años y 10.000 los voluntarios comprometidos para asegurar el buen resultado del encuentro.
Pero, detrás de las cifras están las personas: familias de todo el mundo que se reunirán para celebrar sus alegrías y para discutir algunos de los muchos retos afrontados en un mundo que cambia rápidamente». Y sigue: «El Papa Francisco sabe acoger perfectamente la realidad de la vida familiar de hoy, con las dificultades de cada día. Comprende que como padres hacemos día a día lo mejor que podemos el uno por el otro y por nuestros hijos, y también comprende que las familias no son perfectas».
¿Qué es la familia para el Papa Francisco? Recuerda Drumm: «“El hospital más cercano, la primera escuela para los jóvenes, la mejor casa para los ancianos”. Y a pesar de que “a veces los platos pueden volar”, el Papa nos recuerda “cuánto más feliz sería nuestra vida de familia si entendiésemos la importancia de las palabras “por favor”, “gracias” y “perdón”. El Pontífice continúa convencido apasionadamente de que la familia sigue siendo “una buena noticia” para el mundo. Cree que en las realidades, a menudo complejas y desordenadas, de la vida familiar moderna la gracia y el amor de Jesucristo están vivos en una galaxia de actos cotidianos de gentileza, ternura, generosidad y fidelidad, que a veces se viven heroicamente entre una inmensa fragilidad humana y arrolladores retos sociales. En una sociedad fácilmente propensa a la violencia, la familia sigue uniendo nuestras vidas y el mundo mismo».
Las citas del artículo de Brenda Drumm, responsable de comunicación del Imf 2018, se han tomado de L’Osservatore Romano, 27 de julio de 2018, pág. 8.
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