«Aquí escuché buenos consejos sobre cómo dialogar con mis hijos. Volveré», comenta convencida una mamá envuelta en su sari. Y un papá: «Decidí dedicar más tiempo a mis niños». Son éstos algunos de los comentarios de los 60 participantes al curso sobre paternidad y maternidad que se desarrolló en Udisha con el título: “El niño, futuro de nuestra nación”. En el mismo lugar, sus hijos, una vez terminadas las clases, todos los días encuentran una comida caliente, juegos y actividades de educación no formal. Para algunos padres, los temas tratados fueron de una sorprendente novedad, para otros un abrir los ojos ante los propios errores y también ante los peligros y riesgos a los que sus hijos se encuentran expuestos. Pero el curso no ha sido la única iniciativa orientada a los padres. De hecho, llegamos ya al 5° año, en el que en Udisha – uno de los proyectos sociales de los Focolares dirigido a chicos y familias en dificultad – les ofrece la posibilidad acceder a un microcrédito, gracias al cual la economía de numerosas familias ha mejorado notablemente. Las beneficiadas son sobre todo las mujeres, las cuales, incentivadas por un financiamiento inicial, en número cada vez mayor, han logrado dar vida a pequeñas actividades artesanales o comerciales como producir bolsas tejidas a crochet o preparar comida para la venta. Ya son 52 las mamás que una vez por mes se encuentran en grupos, para intercambiar experiencias sobre su hacer empresa trabajo de empresarias y para resolver juntas los problemas que encuentran. Otra actividad que se lleva adelante con éxito también este año, es la profilaxis contra la tifoidea, de la que se beneficiaron 107 entre niños y adultos y el suministro de vacunas antitetánicas y contra la rubéola a 72 adultos y 95 niños. Sin embargo las mayores energías del proyecto se reservan para los chicos, involucrados en iniciativas siempre nuevas. Para recordar la independencia del país, el 15 de agosto se realizó la ceremonia de izamiento de la bandera, con cantos patrióticos y poesías. En septiembre, en cambio, en ocasión de la feria de Bandra – uno de los eventos más importantes de la ciudad – los niños y los padres fueron en bus a visitar la basílica de Mount Mary. Siempre en septiembre, se celebra en India el día del maestro y los niños quisieron agradecer a sus animadores con una presentación de danzas, cantos y escenas de teatro. El 2 de octubre, día del padre de la nación – el Mahatma Gandhi – la celebración empezó con pensamientos de Gandhi sobre la no violencia y la paz, para luego reflexionar acerca de la pobreza de tantos menores que viven por las calles y de cómo es importante compartir. También los niños de Udisha son muy pobres, pero a pesar de esto quisieron compartir lo poco que tienen: alguna prenda de vestir, un pequeño juguete, un dulce. Y hablando entre ellos enumeraban también todas las demás cosas que se pueden compartir: las buenas ideas, la alegría, la sonrisa. La fiesta más importante de India cae cada año entre octubre y noviembre y dura cuatro días. Es el Diwali (Fiesta de la Luz), durante el cual los niños de Udisha pusieron en marcha toda su creatividad pintando vasijas de terracota y haciendo dibujos con polvo de colores. Es su manera de contribuir al proyecto, en gran parte financiado por el apoyo a distancia de AFN osl. Es realmente conmovedora la intensidad con la que los niños de Udisha absorben la ‘cultura del dar’, ese principio inspirador que es el corazón del proyecto y de la formación que reciben a través del mismo. Un valor que les llega no tanto a través de las palabras, sino del amor concreto de los voluntarios del lugar y de quienes, más allá del océano, sin haberlos jamás conocido, deciden cuidar de ellos.
Poner en práctica el amor
Poner en práctica el amor
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