Es el segundo mandato para Morán, cuya primordial tarea es pleno apoyo y cooperación con Margaret Karram, la nueva presidenta recién elegida de los Focolares. También la elección del copresidente fue acogida por la Asamblea de los Focolares con un aplauso mundial y hoy el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha confirmado su nombramiento: Jesús Morán ha sido reelegido copresidente de los Focolares. Este es su segundo mandato tras el que termina de concluir junto a María Voce. Jesús Morán tiene 63 años y nació en Navalperales de Pinares, Ávila (España). Conoció el mensaje evangélico propuesto por el Movimiento de los Focolares durante sus estudios universitarios, a través del testimonio de algunos de sus compañeros. Es licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile y el Doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. De 1996 a 2004 fue delegado para los Focolares en Chile y Bolivia, donde fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 2002. De 2004 a 2008 fue corresponsable del Movimiento en México y en Cuba. En la Asamblea General de los Focolares de 2008 fue elegido consejero general y encargado del aspecto de la formación cultural de las personas pertenecientes al Movimiento. En 2009 empezó a formar parte de la “Escuela Abba”, centro interdisciplinario de estudio de los Focolares, por su competencia en antropología teológica y teología moral. Desde 2014 hasta hoy es copresidente del Movimiento de los Focolares. Funciones del Copresidente La primera tarea del Copresidente es el apoyo y la cooperación con la presidenta. Los Estatutos de los Focolares hablan de “profunda unidad con la Presidente” para ofrecerle la posibilidad de examinar ideas y decisiones, en escucha y común búsqueda de la voluntad de Dios. Es responsable de los sacerdotes que se adhieren a los Focolares y se encarga de que la vida interna y las actividades del Movimiento sean conformes a la fe y a la moral de la Iglesia.
Stefania Tanesini
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