El evento contó con la participación de diputados tanto italianos como del Parlamento europeo, embajadores y diplomáticos, docentes e intelectuales, y muchas personas que conocieron a Giordani, también a través de sus escritos. Fue promovido por el Movimiento de los Focolares, a través del Centro Chiara Lubich, el Centro Igino Giordani y el Movimiento político por la unidad. Desde hace años facultades universitarias de los cinco continentes, asociaciones y entes locales, apoyan y comparten este proyecto cutural, social y político, cuya etapa fundamental fue el encuentro entre Chiara Lubich y Giordani. Podemos decir, por lo tanto, que el encuentro en Roma fue expresión de una larga colaboración y sinergia entre muchas personas. En la apertura del Congreso, Donato Falmi, corresponsable de los Focolares de Roma, leyó el mensaje de saludo de la Presidencia de la República Italiana dirigido a la Presidente de los Focolares, María Voce: “… expresando el aprecio por esta iniciativa, dirigida a mantener vivo el ejemplo de hombres y mujeres que trabajaron para promover los valores universales de la paz, de la fraternidad y de la solidaridad, el Presidente Mattarella envía a Ud. y a todo el Movimiento de los Focolares los más cordiales saludos y augurios”. “Tuve la fortuna de conocer a Igino Giordani porque siendo joven – afirma Steni Di Piazza, senador de Palermo – encontré a los jóvenes de los Focolares, y con ellos asistíamos a los Congresos de formación. En julio de 1979, conocí a Igino Giordani; él me dijo que cuando conoció a Chiara advirtió algo nuevo. Después de muchos años comprendí que con esta frase suya, Giordani se refería a la política en la colaboración fraterna y dentro de la dignidad de todos sus componentes. Y tal vez fue después de aquel coloquio con Igino que comenzó a crecer en mí la vocación hacia la política”. “Éste es un lindo momento de diálogo para recordar y para intentar poner en el centro los valores que marcaron aquel 18 de septiembre de hace 70 años – dice Stefano Fassina, diputado de Roma-. La política como vocación debería ser sentida y vivida por cada ciudadano, porque el ciudadano está llamado a ocuparse del bien común”. </aVolviendo a aquel 18 de septiembre de 1948, Giordani cuenta en sus Memorias el encuentro con Chiara: “…en las primeras palabras de la señorita, ya advertí algo nuevo. Había un timbre y una convicción profunda y segura que nacía de un sentimiento sobrenatural, por lo que de golpe, mi curiosidad se despertó y un fuego dentro de mí comenzó a encenderse…”. Chiara llevó a ese encuentro el Ideal de la unidad. “A él le cuenta simplemente la aventura divina comenzada pocos años antes en Trento, de la que había nacido una nueva comunidad cristiana – afirma María Voce en su intervención-. Desde el comienzo, las primeras focolarinas y los primeros focolarinos se alimentan de la Luz de este Ideal. Así ocurre con Igino Giordani, a quien Chiara alimenta espiritualmente también a través de una nutrida correspondencia”. Giordani era el hombre de vanguardia de la época dentro del catolicismo político. No sólo trabajaba en el Parlamento sino también en el Vaticano. El encuentro con Chiara lo transformó profundamente. “Descubrí de forma nueva la unidad, como principio y valor de las relaciones humanas, sobre todo las políticas – afirma el politólogo Alberto Lo Presti-. Comprendí que todas las verdades parciales que hasta ahora había creído como decisivas para hacer una buena política, se verificaban en la unidad. (…). La unidad es la bandera de su vocación política”. Rosco Pezzimenti, profesor de historia de las doctrinas políticas en la Universidad Lumsa de Roma nos recuerda dos publicaciones de Giordani: la primera editada en 1949, con el título Deshumanismo, y la segunda (editada en los años ‘ 60), con el título Las dos ciudades, ambas de una profundidad única y también profética. Giordani dice claramente que desde S. Agustín la política tomó una característica fundamental: la política como un hecho que no es improvisado. Lo que ocurre en la política se madura antes interiormente”. “Si existe un tema que hoy debemos tratar de reflexionar a partir del encuentro entre Igino y Chiara – afirmó María Sereni Vice Presidente de la Cámara de Diputados– es justamente la unidad en la política de hoy. Y la política es vocación si tiene como centro el Bien Común, con valores que no son propiedad de una parte, sino que son valores que apuntan a la unidad”. Beatrice Lorenzin, ex Ministra de la Salud, se sumó a la reflexión afirmando que “Igino y Chiara fueron maestros en la historia de la República Italiana y dieron vida a algo extraordinario. Tenemos necesidad de esos puntos de referencia que nos ayudan a hacer un análisis no hipócrita, sino vivo”. El evento culminó con cuatro testimonios. “La primera vez que escuché hablar de Giordani fue en el verano de 1946 – recuerda la ex-diputada Rosa Russo Iervolino – cuando mis padres fueron elegidos en la Asamblea Constituyente. Las intervenciones de Giordani en el Aula eran siempre respetuosas hacia los demás pero al mismo tiempo duras cuando se trataba de sacar a la luz la verdad. Giordani era tan humilde, que su humildad casi escondía su inteligencia, pero tenía una inteligencia tan vivaz que emergía por otro lado”. Quien continuó fue Patience Lobe, primera mujer del Camerún que asumió un cargo dentro del Ministerio como Directora de Obras Públicas, y dijo: “Aprendí de la espiritualidad de la unidad de los Focolares la coherencia entre la vida y las palabras, la importancia de amar y de servir a los demás. Tener como modelo a una mujer, Chiara, me dio la fuerza y el valor, para no permitir la corrupción. Chiara abrió mi alma y mi inteligencia al Evangelio”. Concluyó Luca Basile, Presidente del Consejo Comunal de Arzano en la provincia de Nápoles: “Gracias a los Focolares pude vivir experiencias significativas como intercambio cultural y como estímulo para mi compromiso político en el territorio. Mis dos antecesores renunciaron porque el Consejo Comunal fue disuelto por infiltración mafiosa. Pueden muy bien imaginar lo difícil que es trabajar en un territorio de este tipo, pero no se pierde la esperanza cuando existen ejemplos a seguir como Chiara e Igino”. Para que sea actual lo generado por el encuentro entre Chiara Lubich y Giordani hay que “tener en cuenta lo que vive el país y la humanidad – afirmó Letizia De Torre, Coordinadora internacional del Movimiento político por la unidad. Que nuestro compromiso, animado por el carisma de Chiara Lubich, pueda ofrecer, a este mundo complejo, posibilidades sorprendentes hacia la unidad”. Lorenzo Russo Mira la transmisión en diferido
Poner en práctica el amor
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