La próxima cita con los Amigos de “Juntos por Europa” se llevará a cabo en Praga, tierra de los “husitas”, de la “primavera de Praga”, de la “revolución de terciopelo”. La gran historia del pueblo checo hará de fondo al diálogo entre los participantes. Es una historia atormentada, caracterizada por grandes despertares idealistas y espirituales, por la búsquda de la justicia y la verdad, que sin embargo, a menudo, terminaron con fuertes desilusiones. Ése es el caso de los tres momentos mencionados: el movimiento husita se desencadenó tras la muerte del sacerdote Jan Hus, quemado en la hoguera en 1415, considerado por sus seguidores como un mártir de la verdad; lamentablemente las guerras siguientes, en las que ya no se trataba de la verdad, sino del poder, devastaron completamente el país. Así también, muchos siglos después, en 1968, los actores principales de la “primavera de Praga” con el gran apoyo y el entusiasmo de toda la nación – como nunca se había visto antes – querían instalar un régimen socialista “con un rostro humano”, liberado de todas las mentiras y la crueldad del pasado reciente; desafortunadamente esa esperanza fue destruida bajo las ruedas de los tanques de guerra y terminó en la resignación general. Luego, la “revolución de terciopelo” de 1989, que aún muchos recordamos muy bien, fue conducida con el lema ideado por su principal protagonista, Vaclav Havel: “El amor y la verdad deben triunfar sobre la mentira y el odio”. Pero nadie esperaba que seguiría una lucha tan dura: los valores espirituales de los primeros meses, fuertemente amados durante las manifestaciones populares en las plazas, poco a poco se apagaron, sustituidos por el pragmatismo de la “tecnología del poder”. La bandera del Presidente de la República Checa lleva el lema: “La verdad triunfa”. Sin embargo, de la versión original se quitaron dos palabras: “La verdad de Dios triunfa”. Estamos seguros de que su verdad triunfará al final de la historia…
“Juntos por Europa” quiere dar un aporte para construir la unidad entre la Europa Oriental y la Occidental. ¿Qué rol tiene la República Checa? La República Checa es un país muy secularizado. La mayoría de la población non quiere identificarse con una Iglesia. Pero, sorprendentemente, el número de los ateos declarados disminuye. Entre la gente, los jóvenes y los intelectuales, existe una fuerte sensibilidad hacia los valores espirituales y culturales. Lo demostró el modo caluroso con el que, en 2009, el Papa Benedicto XVI fue recibido en Praga. Los laicos secularizados, con rasgos y diferentes, se encuentran en todas las partes de Europa. La República Checa podría llegar a ser un pequeño “taller” de diálogo. Pensando en el futuro de Europa, ¿qué ulteriores desafíos se presentan para alcanzar la unidad? Se dice que toda nación – y esto vale también para un continente – vive de esas ideas de las que nació. Hay que recordar de dónde nació Europa: de Jerusalén (fe), de Atenas (razón) y de Roma (derecho). Sobre estas bases creció su grandeza y riqueza cultural, espiritual y material. Hoy estamos afrontando la situación de una migración de pueblos, parecida a la del comienzo del Medioevo: el desafío mayor consiste en saber convivir con la alteridad de los nuevos llegados. No tenemos que ilusionarnos: Europa, como la conocemos, antes o después desaparecerá, incluso por motivos de natalidad negativa. Nosotros cristianos debemos ser la “minoría creativa”, debemos volver a las raíces de nuestra tradición y a todos los valores que de allí nacieron. Sobre esta base espiritual, pidiendo siempre la gracia de Dios, podemos buscar una nueva unidad en la nueva Europa. Jiři Kratochvil, nacido en 1953, graduado en Economía en Praga, trabajó en el sector financiero de varias administraciones estatales. Tras la caída del comunismo ayudó a la Caritas a renovarse. Vivió en Canadá, Italia y Alemania, además de la República Checa y Eslovaquia, actualmente trabaja en Praga como traductor para la Conferencia episcopal checa. Fuente: Together for EuropePoner en práctica el amor
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