Movimiento de los Focolares

Mundo de la escuela: el correo de la amistad

Sep 24, 2013

La idea sencilla y original de una profesora ayuda a resolver las tensiones existentes entre los pequeños. El relato de la maestra de educación especial.

p>«Trabajo en una escuela primaria como maestra de educación especial. En mi clase está F., un niño que tiene un audífono. Tiene problemas de conducta y dificultad para relacionarse con los compañeros, quienes a su vez lo rechazan y lo excluyen de los juegos. Por lo general, en el aula hay rivalidad entre los niños, que compiten para subrayar el error del otro o el defecto de quien parece más débil. Entonces pensé en involucrarlos en una actividad que les resultara gratificante, ayudándolos a ver las cosas buenas que hay en cada uno de ellos, y esperando que vieran también las cosas buenas de F.

Nació así el “Correo de la Amistad”: una mañana sobre mí escritorio apareció una caja de colores con una hendidura como la de la casilla del correo. En la tapa de la caja había pegado una caricatura de Gibi e DoppiaW que decían sonriendo “¡Tengo una sorpresa para ti!”. Propuse a los niños que usaran la caja durante la semana para decirse unos a otros las cosas buenas que habían vivido o los aspectos positivos que durante el día observaban el uno en el otro. Las cartas podían ser anónimas o firmadas, y dirigidas a cualquiera de los compañeros. Podían mandar dibujos, poesías, pequeños regalitos. Decidimos también participar nosotras las maestras para escribir a esos niños que, seguramente, no iban a recibir nada. El correo lo leeríamos juntos al final de cada semana. Los niños aceptaron la propuesta con entusiasmo y se lanzaron a escribir cartas, notitas y poesías.

Al final de la primera semana, toda la clase estaba agitaba por la impaciencia. La apertura del correo fue un momento para compartir; finalmente se concentraron en lo positivo y no en lo negativo. Cada niño recibió una carta y declaró estar dispuesto a responder al remitente.

Nosotras las maestras, habiendo controlado previamente quién había recibido algo y quién no, escribimos a algunos breves pensamientos y a otros les entregamos en una tarjetita una tira cómica de Gibi e DoppiaW. Los destinatarios de las tiras cómicas preguntaron sobre estos simpáticos personajes y pude explicarles el significado de las historietas. Nació un diálogo bello y profundo. A partir de ese momento, recibir una tira cómica se convirtió en un privilegio, un regalo especial que todos conservaban celosamente.

Las semanas siguientes el ambiente en la clase cambió notablemente: los niños eran más gentiles entre ellos, en parte por el deseo de recibir cartas, en parte por las relaciones positivas que nacieron a partir de las felicitaciones de los compañeros.

A F., en cambio, le costó más que a los demás sacar provecho del “correo de la amistad”: se negaba a escribirle a los otros, diciendo que seguramente no iba a recibir nada de nadie, a excepción de las maestras. Y fue así las primeras dos semanas. Pero la tercera semana una niña le escribió diciéndole que él era un amigo que le prestaba cosas. F. Estalló en llanto y rompió la nota con rabia. Pero la siguiente semana pidió ayuda para escribir algunas cartas; y a la siguiente recibió otras notas llenas de felicitaciones que lo llenaron de estupor.

Entonces, decidió escribir una nota de saludo a todos. Para él, tan selectivo en sus relaciones, fue un gran paso que lo llenó de emoción. El “correo de la amistad” siguió funcionando hasta el final del año. Se convirtió en parte integrante de nuestra vida escolar, en un vehículo de afecto y de reciprocidad para todos».

(M. T. – Italia)

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

Tiempo de la Creación

Tiempo de la Creación

Este año también llega el Tiempo de la Creación, la celebración cristiana anual para rezar y responder juntos al grito de la Creación.

Chiara Lubich: más allá de la naturaleza

Chiara Lubich: más allá de la naturaleza

El 7 de febrero de 1971 Chiara Lubich escribía este pensamiento en su diario. Allí hablaba de la experiencia profunda de la proximidad con los hermanos y hermanas que sufren.