Sigue adelante el proyecto de los Chicos por la unidad de los Focolares para vencer el hambre en el mundo. El sábado 16 de octubre de 2021 en una transmisión en vivo global a partir de las 14.30 horas (hora italiana) y hasta las 16.00 p.m. cientos de jóvenes se reunirán para dar testimonio de su compromiso. “Estamos seguras de que a partir de ahora nos comprometeremos con más entusiasmo con este objetivo. Nos sentimos parte de la generación Hambre Cero. Es un gran sueño imaginar que también gracias a nuestro aporte, en unos años ya no habrá hambre en el mundo”. Con estas palabras Elena y Agnese, Chicas por la unidad del Movimiento de los Focolares, se dirigieron a la FAO en junio de 2018. Elena y Agnese, junto con otras 630 chicas de 9 a 14 años de 16 países, se sentaron en la gran sala plenaria (ver video) de la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) en Roma (Italia). El mensaje de invitación de la FAO a los Chicos por la unidad fue muy claro: “Jóvenes, los necesitamos, ayúdenos a vencer el hambre en el mundo”. Son 17 los Objetivos de Desarrollo Sostenible que los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron el 25 de septiembre de 2015, comprometiéndose a implementarlos en un plazo de quince años (2015-2030). El segundo objetivo es Hambre Cero: vencer el hambre de nuestro planeta. Estas chicas firmaron la carta de compromiso, convirtiéndose en las primeras ciudadanas Hambre Cero. A partir de ese día, comenzó una competición de amor global por los Chicos por la unidad para alcanzar la meta Hambre Cero. En Venezuela, por ejemplo, la situación es abrumadora. Las familias pobres temen al hambre más que a la pandemia de COVID 19. Pero a través de un centro de alimentación, los chicos pueden ayudar a un grupo de familias. Además, desde 2017, gracias a una red de profesionales médicos, psicólogos, nutricionistas y algunos párrocos, se ha tratado de construir relaciones sociales más serenas basadas en la Regla de Oro: “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti”. En Tailandia, en cambio, los niños distribuyen semillas de hortalizas a amigos y sus familias para plantar verduras orgánicas y ayudarles a ahorrar dinero, ya que sufrimos esta crisis mundial. En Argentina Fran forma parte de un grupo llamado “Corazones solidarios”, jóvenes universitarios que salen a la calle todos los días a ofrecer desayunos a personas sin casa. “Cuando te acercas a ellos – dice – sus rostros cambian, te reciben con los brazos abiertos y te hacen un lugar en sus corazones. Todas las mañanas salimos de casa para ofrecer este servicio, vamos con bolsas llenas y volvemos con los termos vacíos y el corazón feliz”. En Portugal, los jóvenes de Lisboa van a un barrio donde viven muchas familias en dificultad. Se inició una competición de amor para conseguir mantas, conservas, y varias personas se ofrecieron para cocinar pasta y arroz. Pero tan pronto como entregaron la comida, la providencia llegó con más comida para distribuir a otras familias. Estos y otros testimonios se contarán durante la transmisión en directo, para niños, jóvenes y adultos, el sábado 16 de octubre de 2021 a partir de las 14.30 horas (hora italiana) y hasta las 16.00 p.m. La transmisión en vivo será traducida a 12 lenguas, basta acceder a este link. La carta de compromiso #testacuoremani. Para vivir y difundir un nuevo estilo de vida, los Chicos por la unidad han ideado ocho senderos para vivirlos personalmente o en grupo. Luego está la carta de compromiso, que los convierte en ciudadanos activos poniendo en acción la cabeza, el corazón y las manos. Cabeza. Usemos nuestras cabezas para estudiar e informarnos. Cuanto más conozco la realidad en la que viven los pobres, más eficaz será mi compromiso. Corazón. Escuchemos con el corazón el grito de los que sufren: sensibilicémonos a nosotros mismos y a muchos más. No puedo vencer el hambre en el mundo solo, pero puedo involucrar a muchas personas para lograr el objetivo. Manos. Abramos las manos al don de la hospitalidad, hagamos acciones concretas a diario para vencer el hambre. Comprometámonos a evitar cualquier tipo de derroche.
Lorenzo Russo
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