La familia ecuménica de todo el mundo se une para escuchar y cuidar a nuestra casa común. Como ya es costumbre, el 1 de septiembre empieza el Tiempo de la Creación, un período de oración y reflexión asociado a acciones concretas para el cuidado del Planeta Tierra. El evento concluirá el 4 de octubre con la fiesta de San Francisco de Asís, patrono de la ecología, amado por muchas confesiones cristianas. El Movimiento de los Focolares adhiere a la iniciativa. Desde la Semana de oración para la unidad de los cristianos del último mes de enero hasta hoy hemos vivido la fase de “Preparación” para el Tiempo de la Creación, fundamental para crear vínculos y relaciones, renovando la alegría de encontrarse y cultivando los dones de la comunión y de la paz como Pueblo de Dios, junto con nuestra casa común.
Tema del año 2024
El tema de este año es Tener esperanza y actuar con la Creación. ¿De dónde nace este tema? En la carta del apóstol Pablo a los Romanos, la imagen bíblica presenta a la Tierra como una Madre, que gime y siente dolores como durante el parto (Romanos 8:22). San Francisco de Asís lo había entendido cuando en su Cántico de las Criaturas se refería a la Tierra como a nuestra hermana y nuestra madre.
Lastimosamente los tiempos en que vivimos demuestran que no nos relacionamos con la Tierra como con un regalo de nuestro Creador, sino más bien como un recurso para ser utilizado.
¿Puede haber una esperanza?
Sin duda, tiene que haberla, junto con una expectativa por un futuro mejor. Tener esperanza, en el contexto bíblico, no significa quedarnos inmóviles y silenciosos, sino por el contrario gemir, llorar y luchar activamente por una nueva vida en el medio de las dificultades. Justamente como durante el parto –retomando la imagen del apóstol Pablo–, se atraviesa por un período de dolor intenso pero, simultáneamente, está naciendo una vida nueva.
La esperanza es un regalo de Dios. Sólo a través de la esperanza podemos desarrollar plenamente el regalo de la libertad, que junto con la responsabilidad nos permiten hacer del mundo un lugar mejor. Solamente cuando colaboramos con la Creación pueden nacer las primicias de la esperanza.
Tener esperanza y actuar
La esperanza es confianza en que nuestra acción tiene un sentido, por más de que los resultados de esa acción no se vean inmediatamente. Sabemos cuán urgente es una acción valiente para contener la crisis climática y ecológica y también sabemos que la conversión ecológica es un proceso lento ya que los seres humanos a veces somos reacios a cambiar nuestra mente, nuestro corazón y la forma de vivir. O a veces no sabemos cómo tendrían que ser nuestras acciones. Hay mucho por aprender de otras culturas y países acerca de cómo tener esperanza y actuar junto con la Creación.
Este año el 1 de septiembre cae en domingo; estamos todos invitados a celebrar el comienzo del Tiempo de la Creación en nuestros respectivos países y comunidades.
Lorenzo Russo
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