Movimento dei Focolari

De Nicea caminando hacia la unidad: el comienzo de un nuevo comienzo

El jueves 8 de febrero de 2024, un seminario web  ofrecerá la posibilidad de profundizar y reflexionar sobre el Concilio de Nicea y su legado vivo aún para los cristianos de hoy.

En 2025 se conmemorarán los 1700 años del primer Concilio Ecuménico de Nicea (325 D.C.), que es un ejemplo único de cómo tomar decisiones comunes en tiempos difíciles y proviniendo de culturas diferentes. En ese entonces se crearon las bases del credo cristiano: un patrimonio precioso, atestiguado durante siglos por la vida y la fe de las Iglesias, que ha sido el fermento del camino de la civilización humana.

En Nicea también se decidió la forma de calcular la fecha de la Pascua cristiana; sería el domingo siguiente a la primera luna llena después del comienzo de la primavera.  Luego, el uso de calendarios distintos diferenció el día de Pascua entre Oriente y Occidente, de tal manera que sólo cada tanto la fecha coincide (por ejemplo este año 2024 hay 15 días de diferencia). El año 2025 es un año en el que todas las Iglesias celebrarán la Pascua en la misma fecha.

Pero hoy, esta conmemoración asume una importancia más vasta.  De hecho, vivimos en una época de conflictos y de angustia. Un tiempo que necesita una nueva esperanza. Un tiempo que tiene que redescubrir la profecía de una cultura de la Resurrección.

El jueves 8 de febrero de 2024 está previsto un seminario web cuyo título es: “De Nicea caminando hacia la unidad. El comienzo de un nuevo comienzo”.  El webinar quiere poner de relieve que el Concilio de Nicea ha sido para la Iglesia el poderoso comienzo de ese testimonio común con la fuerza de un nuevo Pentecostés que ilumina toda la realidad y da la fuerza de comprometerse para  poner en práctica la fraternidad universal.

De aquí se desprende un fuerte llamado a todas las Iglesias, en Oriente y en Occidente,  a hacer un ulterior esfuerzo para ponerse de acuerdo en una fecha común de la Pascua, dando vida a un nuevo inicio de  testimonio común frente al mundo.

En efecto pues, dar testimonio de la unidad y del reconocimiento recíproco de diferentes y ricas tradiciones de la única fe, sería un decisivo aporte a la fatigosa y dramática búsqueda de la paz y de la desafiante conciliación entre una feliz convivencia global de la humanidad y el derecho a la identidad propia de cada pueblo.

El webinar, preparado por estudiosos de diferentes Iglesias, tiene como objetivo difundir, con un lenguaje accesible para todos, la enorme herencia del Primer Concilio Ecuménico de la Iglesia. Recogiendo y viviendo ese legado, él tendrá  la fuerza de hacer la diferencia en el convulsionado tiempo que vivimos.

En la apertura intervendrán S.S. el Patriarca Ecuménico Bartolomé, S.E. el Cardenal  Kurt Koch, Presidente del Dicasterio para la Unidad de los Cristianos, el Dr. Jerry Pillay, Secretario General del Consejo Mundial de las Iglesias y el Dr. Thomas Schirrmacher, Secretario General de la Alianza Evangélica Mundial. Luego se verá por la participación de exponentes de varias Iglesias.

Tendrá lugar desde las 13:30 hasta las 16:30 horas. Estará disponible la traducción simultánea en árabe, francés, alemán y español.

Per recibir el enlace, inscribirse en  este formulario

Descargar el programa completo 20240208-WEBINAR-ES

El diálogo interreligioso: perspectivas de fraternidad

Un camino de conocimiento y  descubrimiento que tenemos que hacer juntos día a día y con gran espíritu de aceptación del otro, aun en medio de tantos retos como los que  el mundo presenta. Hemos hablado de ello con  Antonio Salimbeni y Rita Moussallem, responsables del Centro para el Diálogo interreligioso (CDI).

En el panorama mundial, que vive una profunda transformación hacia una sociedad cada vez más multicultural y multirreligiosa, el Movimiento de los Focolares promueve el diálogo entre las religiones, para que el pluralismo religioso de la humanidad no sea la causa de divisiones y guerras, sino que contribuya a la fraternidad y a la paz.  Antonio Salimbeni y Rita Moussallem, responsables del Centro para el Diálogo Interreligioso (CDI), contestan a algunas preguntas.

Observando lo que hoy aflige al mundo, en particular viendo los nuevos conflictos que se añaden a los ya existentes, ¿cuál es el aporte que el diálogo interreligioso puede ofrecer para la construcción de una única gran familia humana?
Frente a los acontecimientos impactantes y desgarradores de estas últimas semanas, experimentamos una cierta consternación y un profundo dolor, más allá de una sensación de desconcierto. Muy a menudo la religión es instrumentalizada por una política de poder. Nos damos cuenta de que en gran medida las ideologías, el nacionalismo religioso y toda forma de polarización nos conducen siempre al conflicto. El diálogo puede ayudar a purificar nuestro enfoque, a profundizar el conocimiento del otro, a focalizar el compromiso en la esencia de nuestras religiones  que consiste en la relación con Dios, el Amor y la  Misericordia.

El diálogo puede elevar el nivel de nuestras relaciones y una profunda dimensión espiritual e impulsarnos a vivir los valores humanos más profundos, para trabajar juntos en la difusión del Bien y de la fraternidad.

¿De qué manera el Movimiento de los Focolares encarna  su compromiso en este ámbito?
El Movimiento de los Focolares, basado en una profunda espiritualidad que tiene su centro en la unidad y en la fraternidad entre todos, ha descubierto su vocación al diálogo interreligioso hace ya más de medio siglo. Desde entonces ha establecido –también a través de su Centro para el Diálogo Interreligioso (CDI) y los distintos centros presentes en varios países– intensas y fraternas relaciones con miles de fieles y numerosas instituciones, asociaciones, movimientos y organizaciones de las más diversas religiones en la convicción de que la amistad entre personas de diferentes credos es un potencial vital para la construcción de la fraternidad universal.

Es un diálogo entre hermanos.  Un diálogo sostenido por la escucha, la comunicación y la colaboración. Es un diálogo que nos hace vislumbrar que la diversidad, sea cual fuere, es un regalo.  La persona que está cerca de mí –decía Chiara Lubich, fundadora del Movimiento– ha sido creado como un don para mí: es su fórmula para un mundo fraterno.

¿Cuáles son las próximas citas que están en programa? ¿Qué temáticas hay que afrontar y cuáles son los objetivos?
La idea, que se ha ido desarrollando desde hace algunos meses, de organizar una conferencia interreligiosa en pos de la fraternidad para junio de 2024, se ha hecho aún más urgente y necesaria, si vemos la creciente crisis que agudiza las divisiones en la humanidad.  Es un evento que quiere aportar esfuerzos de reconciliación con acciones innovadoras a nivel global y que ayuda a recorrer un camino de diálogo y de fraternidad reforzando las relaciones y la cooperación entre personas de diferentes credos.

La Conferencia empezará el 29 de mayo y terminará el 5 de junio de 2024.  Son distintos momentos que tendrán como denominador común el tema de la paz entre los hombres y con la creación. Dos serán las jornadas abiertas, una en Castel Gandolfo (cerca de Roma) en colaboración con la organización FaithInvest y otra en Asís junto al Movimiento Laudato Si’, para celebrar la importancia y el compromiso de los diferentes credos en la custodia de nuestra casa común.

En este urgente compromiso estamos colaborando con  Consulus, una sociedad de consulta para la innovación global, en América, Europa y Asia, como nuestro global knowledge partner.

Maria Grazia Berretta

La fuerza de no rendirse ante el mal

Tras el atentado terrorista sufrido por Israel, el horror por la violencia que se ha desencadenado, la ola de miedo que ha sacudido a los dos pueblos, la angustia por los rehenes y la suspensión por el destino de la gente de Gaza: noticias de las comunidades de los Focolares en Tierra Santa y un llamamiento mundial a la oración y al ayuno por la paz el próximo 17 de octubre.

Hemos dejado nuestras casas y todos los cristianos se han refugiado en las iglesias”. Este es el breve mensaje que recibimos esta mañana de algunos miembros de la comunidad de los Focolares de Gaza; son las últimas noticias que recibimos de ellos.

Según el padre Gabriel Romanelli, párroco de la parroquia católica de la Sagrada Familia en Gaza, son 1017 los cristianos que aún viven en la franja y entre los que se encuentran varias personas del Movimiento de los Focolares con las que las comunicaciones son cada vez más esporádicas y difíciles.

Y a pesar de esto, en los últimos días ha circulado un mensaje de una de ellas agradeciendo a todos por la cercanía y las oraciones que han llegado a la pequeña comunidad de Gaza.

“Ustedes me han dado la fuerza para no rendirme ante el mal –escribe–, para no dudar de la misericordia de Dios y creer que el bien existe. En medio de cada oscuridad hay una luz oculta. Si no podemos rezar, ustedes rezan, nosotros ofrecemos y juntos nuestro trabajo está completo. Queremos gritar al mundo que anhelamos la paz, que la violencia engendra violencia y que nuestra confianza en Dios es grande. Pero si Dios nos llamase a Él, tengan la seguridad de que desde el Cielo seguiremos rezando con ustedes y suplicándole con más fuerza que tenga compasión de su pueblo y de ustedes. Paz, seguridad, unidad y fraternidad universal, esto es lo que deseamos y esta es la voluntad de Dios y también la nuestra”.

Margaret Karram: en medio del odio, noticias de fraternidad
Hace falta valor para decir esto hoy, cuando el horror y la violencia ocupan todo el espacio mediático, pero esas no son las únicas noticias. Las hay menos gritadas, pero que no pueden silenciarse, como la red mundial de oración que está en marcha en cada punto de la tierra, independientemente de la creencia religiosa o de la pertenencia, junto con los gestos y las palabras de fraternidad. Lo contó ayer Margaret Karram, Presidenta de los Focolares durante la sesión informativa habitual en la Sala de Prensa Vaticana, paralela al Sínodo de la Iglesia Católica en curso, en el cual está participando como invitada especial.

Unos amigos judíos que conozco en Israel” –dice– “me llamaron a mí, una árabe palestina, diciendo que están preocupados por los que viven en Gaza. Para mí es algo muy bonito Todo el mundo sabe las historias negativas entre estos dos pueblos, pero mucha gente, muchas organizaciones trabajan para construir puentes y nadie habla de ello. Se habla solo de odio, de división, de terrorismo. Nos hacemos imágenes colectivas de estos dos pueblos que no se corresponden con la realidad. No debemos olvidar que todavía hoy muchas personas están trabajando para construir puentes. Es una semilla sembrada, incluso en esta hora tan difícil”.

De los amigos judíos: hacer comunidad de oración

Para confirmarlo, desde una localidad del distrito de Tel Aviv, una amiga judía nos escribe:

Si están en contacto con los amigos de los Focolares de Gaza, envíenles mi amor y mi cercanía.

Espero que todos estén a salvo. En estos días estoy en casa con mi familia, las escuelas están cerradas y nos alojamos cerca de los refugios. Los chats son un flujo constante de llamamientos y ofertas de ayuda para las familias que han huido, para los soldados y sus familias. También llegan peticiones de ayuda para los funerales, para honrar a los muertos como es debido. Parece que todos los jóvenes han sido reclutados para luchar y tememos por nuestros amigos y familiares. Nos atemoriza lo que nos espera. Intento proteger a mis hijos del miedo, pero nuestro horror es insignificante comparado con lo que les ha ocurrido a nuestros hermanos y hermanas del Sur. Pienso en mis amigos árabes de Israel que corren a los refugios como nosotros. Trato de rezar a la misma hora que mi amigo musulmán, para que seamos una comunidad de oración aunque tantas cosas nos dividan. Agradezco que estén con nosotros, juntos, y sus oraciones, más de lo que pueda expresar.

¿Qué podemos hacer?
En una rueda de prensa, Margaret Karram confió el dolor y la angustia que siente por su pueblo, por ambas partes: Me he preguntado: ¿Qué hago aquí? En estos momentos ¿no debería hacer alguna otra cosa para promover la paz? Después me dije: también aquí puedo unirme a la invitación del papa Francisco y a la oración de todos. Con estos hermanos y hermanas de todas partes del mundo podemos pedir a Dios el don de la paz. Creo en la potencia de la oración.

Luego habló de la acción “¡¡¡No más guerras!!! CONSTRUYAMOS LA PAZ!” que los niños, adolescentes y jóvenes de los Focolares lanzaron junto con la asociación Living Peace (Vivir la paz). Llaman a sus coetáneos a rezar por la paz a las 12 del mediodía, cada día y en todas las franjas horarias; luego, proponen llenar el día de gestos que construyan la paz en el corazón de cada uno y a su alrededor; invitan a enviar mensajes de apoyo a los niños, adolescentes y jóvenes de Tierra Santa y los animan a pedir a los gobernantes de sus países que hagan todo lo posible por alcanzar la paz.

El Movimiento de los Focolares se une también al llamamiento del Patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pizzaballa, para una jornada de ayuno y oración por la paz el próximo 17 de octubre: “Que se organicen momentos de oración con adoración eucarística y con el rezo del rosario a la Santísima Virgen. Probablemente, en muchas partes de nuestras diócesis, las circunstancias no permitan grandes reuniones. En las parroquias, en las comunidades religiosas, en las familias, todavía será posible organizar sencillos y sobrios momentos comunes de oración”.

Stefania Tanesini


Warning: Trying to access array offset on value of type bool in /home/sftpusers/admin-newfoc2/newfoc2/wp-content/themes/Divi/epanel/custom_functions.php on line 629

Deprecated: ltrim(): Passing null to parameter #1 ($string) of type string is deprecated in /home/sftpusers/admin-newfoc2/newfoc2/wp-includes/formatting.php on line 4494
“Balance de Comunión”: el diálogo construye la paz

Participar / presidir / decidir

 El sábado 24 de junio de 2023 se celebró en Loppiano (Incisa Valdarno, Florencia) un seminario teológico sobre el tema «Participar/presidir/decidir. Raíz sacramental y dinámica comunional en el camino del pueblo de Dios en misión».

Más de treinta estudiosos han aceptado la invitación del Centro Evangelii Gaudium (CEG) del Instituto Universitario Sophia para elaborar una propuesta de revisión del derecho canónico con el fin de reequilibrar – como exhorta el documento base (Instrumentum laboris) de la XIV Asamblea del Sínodo de los Obispos – «la relación entre el principio de autoridad, fuertemente afirmado en la legislación vigente, y el principio de participación». Dado que “no todas las discusiones doctrinales, morales o pastorales – nos asegura el Papa Francisco – deben resolverse con intervenciones del magisterio» (Exh. apostólica Amoris laetizia, n. 3), la escucha del sensus fidelium de todo el pueblo de Dios es decisiva (pastores y fieles) en la variedad de culturas que la componen. El diálogo entre teología y derecho está, por tanto, animado por un proceso sincero de inculturación sin el cual se corre el riesgo real de sentar las bases para una inobservancia práctica de los principios generales enunciados por la Iglesia. «El punto – subraya el profesor Vincenzo Di Pilato, coordinador académico de la CEG – es precisamente esto: ¿cómo hacer efectiva la participación activa de todos los fieles dentro de nuestras asambleas sinodales? ¿Seguirá siendo solo de asesoramiento? ¿O también será deliberativo? ¿Significará esto llegar a una negociación para una “concesión” jurídica o “reconocer” la capacidad de decisión del sujeto colectivo de la acción eclesial tal como emerge de la eclesiología del Vaticano II y del magisterio posconciliar? ¿Y será necesaria, por tanto, una actualización del Código de Derecho Canónico?».

En el saludo inicial a los participantes, el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, destacó cómo el camino sinodal entra en una nueva etapa: está llamado a convertirse en una dinámica generativa y no simplemente en un acontecimiento entre otros. En efecto, no se puede escuchar al Espíritu Santo sin escuchar al pueblo santo de Dios en esa “reciprocidad” que lo constituye “Cuerpo de Cristo”. En este vínculo de comunión toma forma esa particular metodología de conversación en el Espíritu, bien descrita con ocasión de la presentación del Instrumentum laboris. De ahí la necesidad, mencionada varias veces por el cardenal Grech, para articular mejor el principio de restitución. En otras palabras, esto significa que la unidad del proceso sinodal está garantizada por el hecho de que vuelve a donde empezó, a la Iglesia particular, y es un momento importante de “reconocimiento” de lo que ha madurado en la escucha de lo que el Espíritu dice hoy en la Iglesia.

El camino sinodal parece, pues, presentarse como un momento significativo de la vida eclesial, capaz de estimular y activar el impulso creativo y de anuncio evangélico que nace del redescubrimiento de la relación con Dios que inerva la relación entre los creyentes, y también como signo de un contexto cultural en el que habita un grito silencioso de fraternidad en la búsqueda del bien común.

Si en el informe “Los problemas de sinodalidad entre eclesiología y derecho canónico” del profesor Severino Dianich, surgió la recuperación de la eclesiología paulina del ser-cuerpo de Cristo y la puesta en valor de la coesencialidad dinámica de los dones jerárquicos y carismáticos; para el profesor Alphonse Borras, este punto de inflexión necesita una aclaración canónica, que perfile una práctica procesal flexible, capaz de acompañar los procesos de toma de decisiones y de participación a través de los diversos organismos ya previstos (consejo episcopal, consejo presbiteral, pastoral diocesana, pastoral parroquial…).

El cardenal Francesco Coccopalmerio, ex presidente del Pontificio Consejo para los textos legislativos, siguió esta línea en su discurso “Sinodalidad eclesial: ¿es concebible una rápida transición de consultiva a deliberativa?”. A su juicio, es posible encontrar una clara definición de sinodalidad en el derecho canónico, entendida como la “comunión de pastores y fieles en el ejercicio de la actividad de reconocer cuál es el bien de la Iglesia y en la capacidad de decidir cómo ponerlo en práctica”.

Al final del seminario, muchos hicieron la propuesta de dar a conocer los resultados alcanzados a través de la publicación de las intervenciones. El CEG está trabajando para garantizar que esto suceda en septiembre como una contribución adicional al próximo Sínodo.

Antonio Bergamo


Warning: Trying to access array offset on value of type bool in /home/sftpusers/admin-newfoc2/newfoc2/wp-content/themes/Divi/epanel/custom_functions.php on line 629

Deprecated: ltrim(): Passing null to parameter #1 ($string) of type string is deprecated in /home/sftpusers/admin-newfoc2/newfoc2/wp-includes/formatting.php on line 4494
“Balance de Comunión”: el diálogo construye la paz

Premio Seelisberg 2023 a Joseph Sievers

Como parte del evento de apertura de la conferencia internacional del Consejo Internacional de cristianos y judíos International Council of Christians and Jews (ICCJ) en Boston (EE. UU.), el domingo 18 de junio, el profesor Joseph Sievers recibió el Premio Seelisberg 2023. Nuestra entrevista a su regreso a Roma.

 El Premio Seelisberg se inspira y conmemora la reunión pionera que tuvo lugar en el pequeño pueblo suizo de Seelisberg del 30 de julio al 5 de agosto de 1947 para abordar las enseñanzas cristianas sobre la discriminación contra los judíos y el judaísmo. Este evento es ampliamente reconocido como el inicio de la transformación en las relaciones judeocristianas.

El Premio Seelisberg lo otorga anualmente (desde 2022) el Consejo Internacional de cristianos y judíos (ICCJ), y se originó en la Conferencia de Seelisberg, el Centro de Teología Intercultural y el estudio de las religiones de la Universidad de Salzburgo.

Se distingue a las personas que han desempeñado un papel importante a través de sus estudios y enseñanzas en la promoción del acercamiento entre judíos y cristianos.

El profesor Dr. Joseph Sievers (Premio Seelisberg 2023), nació en Alemania y comenzó sus estudios en la Universidad de Viena y en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Tiene un doctorado en Historia Antigua por la Universidad de Columbia (1981) y una licenciatura por la Pontificia Universidad Gregoriana (1997). Ha enseñado en CUNY, Seton Hall Univ., Fordham Univ. y otras instituciones en los Estados Unidos, Italia e Israel.

De 1991 a 2023 enseñó historia y literatura judía del período helenístico en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, donde ha sido profesor titular. De 2003 a 2009 fue director del Centro Cardenal Bea de Estudios Judaicos de la Pontificia Universidad Gregoriana.

Desde 1965 es miembro del Movimiento de los Focolares, con cuyo Centro para el Diálogo Interreligioso colabora desde 1996. Ha publicado varios libros y numerosos artículos, especialmente en el contexto de la Historia del Segundo Templo (en particular Flavio Giuseppe) y las relaciones judeo-cristianas. Con Amy-Jill Levine editó The Pharisees (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2021; traducción al italiano Milán, San Paolo, 2021; traducción al alemán prevista para 2024).

Profesor Sievers, ¿qué significó para usted recibir este premio?

Fue una gran sorpresa y cuando me pidieron que contara algo sobre mi experiencia sentí una gran gratitud mirando hacia atrás, pensando en todos los momentos, en todas las personas que conocí, en las situaciones en las que pude estar y en ocasiones ser de ayuda. Un gran agradecimiento y, al mismo tiempo, una responsabilidad por el presente y el futuro.

En su discurso en la ceremonia de premiación, dijo: “Las dificultades pueden ayudarnos a entendernos mejor. Las dificultades pueden unirnos”. En su larga experiencia en este diálogo, ¿qué fue más difícil y qué fue sorprendente hasta el punto de decir todavía hoy “se puede”?

Ha habido varios momentos difíciles, pero uno que recuerdo en particular es cuando tuvimos que organizar una reunión de diálogo en Jerusalén en 2009. Pocas semanas después de un conflicto, que ocasionó muchos muertos y heridos. Luego, en el mismo período, estaba la situación del obispo (Richard Nelson) Williamson, quien negó el holocausto. Había dificultades por todos lados que hacían muy difícil un diálogo abierto. Sin embargo, logramos hacer esa reunión. Salimos adelante y hubo momentos de comunión muy fuertes, espirituales, más allá de todos los problemas. ¿Y luego también me pregunta sobre las cosas que han sido posibles, a pesar de las dificultades? Ciertamente no fue fácil organizar una conferencia sobre los fariseos y luego publicar un libro. Hubo varios puntos en los que me pareció que el camino estaba bloqueado. Ya sea por cuestiones económicas o porque alguno no estaba de acuerdo con lo que se quería hacer, o porque parecía imposible tener una audiencia con el Papa, para un congreso de este tipo. En cambio, colaborando, y realmente fue una colaboración, especialmente con una colega judía, pero también con otros, fue posible resolver esos problemas para dar algo basado en estudios serios pero orientados a situaciones concretas también en iglesias y parroquias. Ciertamente, fue un éxito que no tuvo efectos inmediatos en todas partes, pero por ejemplo un obispo me escribió “aquí, ahora tenemos que cambiar nuestra enseñanza sobre los fariseos y sobre el judaísmo en los seminarios”. Eso ya es algo.

¿Cómo influyó en esta experiencia su pertenencia al Movimiento de los Focolares?

Sin el Movimiento de los Focolares probablemente no habría entrado en este ámbito. El impulso a estudiar los idiomas de la Biblia vino del Movimiento y luego todo lo demás. Entré al focolar el 28 de octubre de 1965, era un jueves. Llegué al focolar de Colonia (Alemania) con mi bicicleta, llevada en tren con dos maletas la misma tarde en que en Roma en el Concilio se aprobaba Nostra aetate (Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas). Esto siempre ha tenido un gran significado para mí, vincular el compromiso en el Movimiento con el del diálogo.

También fue llamado a colaborar oficialmente en el diálogo de la Iglesia Católica con los judíos…

Sí. Desde 2008 soy consultor de la Comisión para las relaciones religiosas con los judíos, una comisión de la Santa Sede. Y asistí a varias reuniones de la ILC en Buenos Aires, Ciudad del Cabo o incluso en Budapest, Madrid, Varsovia, Roma…

¿Y se dan pasos hacia adelante?

Un paso ya es estar abiertos a conocernos, hablarnos y también superar las dificultades del camino. A veces es mejor afrontar todo con una cena juntos que con cartas encendidas. Se están dando pasos y ciertamente hay mucho por hacer, hay que ampliar la red. Es decir, la mayoría de los cristianos y la mayoría de los judíos no están involucrados, a veces ni siquiera saben que existen estas relaciones, que existe este camino juntos. Todavía queda mucho por hacer para darlo a conocer y aplicarlo.

Una cosa que he aprendido mucho al tratar con judíos es que las preguntas a veces son más importantes que las respuestas. Es decir, no debo ni puedo pretender tener todas las respuestas y, por lo tanto, no puedo afrontar al otro como alguien que ha encontrado todas las respuestas y dirigirme a él o a ella desde una posición de superioridad. Mi posición es ser un buscador junto a. Esto, de manera más dramática cuando se aborda el tema de la Shoah, del Holocausto, que tarde o temprano debemos abordar juntos.

Una cosa esencial es mirar, ser lo más sensible posible a los compromisos y necesidades del otro. Y luego también estar abierto, y si te equivocas siempre puedes recomenzar si la intención es la correcta: entrar de puntillas en el ambiente del otro, no con la actitud de quien dice “lo sé todo”.

Una última cosa, al recibir este premio, además de sentirse agradecido, ¿hay algún estímulo para Joseph Sievers?

Bueno, sí. Por ejemplo, hay algunas preguntas abiertas y esto me estimula a abordarlas más aún. Y tal vez hasta me da cierta autoridad poder afrontarlas con ciertas personas. No sé si esto sucederá, pero también es un estímulo para continuar con este trabajo, que no está terminado, que nunca terminará, pero donde podemos dar pequeños pasos juntos.

Carlos Mana