Movimiento de los Focolares

Evangelio vivido: la verdadera amistad

Un vínculo profundo en el que no sólo está en juego nuestro destino sino también el destino del otro, su historia. Esta es la verdadera amistad: un bien gratuito y no reembolsable; una relación auténtica donde cada uno, al apoyar al otro, al final se encuentra consigo mismo. El amigo en problemas Conducía al trabajo cuando vi a un antiguo colega de la universidad en la calle. Lo llevé y en el camino me contó sus problemas: por el COVID se había quedado sin trabajo de mesero; además, en el hospedaje donde residía no tenía agua caliente y energía eléctrica, pues no había pagado las cuentas. Fue espontánea mi invitación a tomar una ducha y lavar la ropa en mi casa, cuando lo necesitaba. Él aceptó con gusto. Un día vino como siempre, no estaba bien, pero no tuvo valor para decírmelo. Después de dos días, descubrí que tenía COVID. Cuando el amigo se enteró, entendió que era él quien me había contagiado, así que no tenía ganas de volver a lavar sus cosas. Pero le aseguré que no tenía nada contra él y volvimos a vernos seguido. Si encontré la fuerza para salir al encuentro de este hermano mío, fue porque como cristiano me siento llamado a detenerme y comprender las necesidades de mi prójimo, para ayudarlo y amarlo como nos dice Jesús en el Evangelio. (Steve – Burundi) Matrimonio en crisis Desde Brasil, tierra de su “gran amor”, Brigitte me había escrito que su esposo, que se había vuelto alcohólico, la había abandonado a ella y a sus tres hijos. Con el consentimiento de mi esposo, decidí visitarla. Aunque el viaje fue un gasto muy alto para nuestra economía, prevaleció el deseo de estar cerca de esta vieja amiga. Encontré a Brigitte destrozada, desilusionada, desorientada; se preguntó por qué ese destino: lejos de su patria y parientes, sola, fracasada en todos los sentidos. Hablamos de la posibilidad de un regreso a Francia. Sin embargo, ella no veía el alejamiento total del padre como algo positivo para los niños. Podía entenderla. Para su economía, estando allí me comuniqué con la editorial donde trabajo, que le encargó algunas traducciones al francés. Pero el verdadero regalo para Brigitte, y también para mí, fue que, recordando nuestra juventud, pensando en las preguntas sobre la fe y el deseo de construir un mundo más humano, ese sueño pareció revivir. Finalmente, ella misma identificó la forma más concreta de comprometerse con los demás, un camino hacia la reconstrucción. Volví con nuevas fuerzas. (J.P. – Francia)

Maria Grazia Berretta

(tomado de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año IX – n.1- marzo-abril 2023)

Nuevo diseño y novedades de dev.focolare.org

Nuevo diseño y novedades de dev.focolare.org

Hay novedades que se prevén para los lectores de dev.focolare.org. Próximamente la página web de los Focolares recibirá a sus usuarios con una diagramación renovada y ulteriores oportunidades de navegación. Es un proyecto, que se ha consolidado tras casi dos años de trabajo en el Centro Internacional de los Focolares de Rocca di Papa (cerca de Roma), y que ha tenido en cuenta los desarrollos aparecidos en el panorama de las comunicaciones a nivel mundial y dentro del mismo Movimiento de los Focolares. Este proyecto quiere integrar el trabajo de comunicación que han llevado a cabo hasta ahora cuatro redacciones diferentes (página web, Servicio Informaciones, Noticiero Mariápolis y Conexión CH) haciendo nacer una única “Oficina comunicación”. La Oficina ya está trabajando desde febrero pasado, y recoge las noticias de la vida del Movimiento en todo el mundo y las transmite a través de los distintos medios de comunicación. Entre sus objetivos se encuentra el de promover las actividades, hacer conocer a un público vasto la vida del Movimiento de los Focolares y aportar cada vez una mayor comunión de vida y de noticias entre las varias comunidades del mundo. El desarrollo de nuevas tecnologías y modalidades de comunicación han hecho necesario un rediseño de la página web que, juntamente con una una nueva diagramación, se presentará notablemente simplificado en la estructura y con un nuevo enfoque en la lógica de la navegación. El uso de nuevas aplicaciones permitirá una mayor integración también con las redes sociales y potenciará la oferta de contenidos a los que los usuarios podrán acceder de manera diversificada y personalizada. La nueva estructura, en efecto, será mobile-friendly, tendrá en cuenta el uso cada vez mayor de los smartphones en nuestra vida cotidiana. Se buscarán contenidos más breves y variados, con distintas formas de presentación (textos, info-gráficas, fichas-video …). Los contenidos de la página web actual, sin embargo, no se perderán. Los textos de las páginas fijas se recogerán en algunos e-book y las noticias, en un futuro, se podrán buscar en el archivo. Un espacio privilegiado será dedicado a la comunicación de los múltiples aspectos de la vida del Movmiento de los Focolares. Esa sección será “Mariápolis”, que llevará el mismo nombre que el de los tradicionales encuentros –convivencias de los Focolares en todo el mundo y del periódico que se publicará en papel hasta diciembre de 2018. Habrá también un área “community”, abierta a quien quiera visitarla. Un sistema de notificaciones permitirá a los usuarios elegir cuándo, sobre qué temas y en qué canal (ordenador, tablet o smartphone) querrán recibir información. Cada dos meses el noticiero “Mariápolis” en formato pdf ofrecerá una recopilación de las principales noticias. ¡Les deseamos una muy buena navegación! Joachim Schwind

Palabra de vida: diciembre de 2017

En su casa de Palestina, un lugar anónimo en la periferia del potente Imperio Romano, una mujer joven recibe una visita inesperada y estremecedora: un mensajero de Dios le trae una invitación y espera su respuesta. «Alégrate», le dice el ángel al saludarla; y luego le revela el amor gratuito de Dios por ella y le pide que colabore en el cumplimiento de su designio sobre la humanidad. María acoge con estupor y alegría el don de este encuentro personal con el Señor y, por la plena confianza que deposita en el amor de Dios, también ella se entrega totalmente a este proyecto aún desconocido. Con su «¡Heme aquí!» generoso y total, María se pone con decisión al servicio de Él y de la humanidad y, con su ejemplo, indica a todos un modo luminoso de adhesión a la voluntad de Dios. «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra». Meditando esta frase del Evangelio, Chiara Lubich escribió: «Para cumplir sus designios, Dios solo necesita personas que se entreguen a Él con toda la humildad y la disponibilidad de una sierva . Con su actitud, María –verdadera representante de la humanidad, cuyo destino asume– deja todo el espacio a Dios para su actividad creadora. Pero ya que “siervo del Señor”, además de expresar humildad era también un título de nobleza que se atribuía a los grandes servidores de la historia de la salvación, como Abrahán, Moisés, David y los profetas, con estas palabras María afirma toda su grandeza».[1] «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra». También nosotros podemos descubrir la presencia de Dios en nuestra vida y escuchar esa «palabra» que nos dirige a cada uno para invitarnos a hacer realidad en la historia, aquí y ahora, un fragmento de su designio de amor. Pero podríamos sentirnos bloqueados por nuestra fragilidad y por una sensación de ineptitud. En ese caso, hagamos nuestra la palabra del ángel: «Nada es imposible para Dios» (Lc 1, 37) y confiemos en su poder más que en nuestras fuerzas. Es una experiencia que nos libera de condicionamientos y de la presunción de bastarnos a nosotros mismos, pone de manifiesto nuestras mejores energías y unos recursos que no creíamos tener y nos hace capaces de responder con el amor. Cuenta una pareja de casados: «Desde el comienzo de nuestro matrimonio abrimos nuestra casa a los familiares de niños hospitalizados en la ciudad donde vivimos. Han pasado por casa más de cien familias, y siempre hemos procurado ser una familia para ellos. Muy a menudo la Providencia nos ha ayudado a sostener económicamente esta acogida, pero contando con nuestra disponibilidad previa. Hace poco recibimos una suma de dinero y pensamos dejarla en reserva: seguro que le vendría bien a alguien. De hecho, al poco tiempo nos llegó otra petición. Es todo un juego de amor con Dios, y nosotros solo tenemos que ser dóciles y estar al quite». «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra». A vivir esta frase del Evangelio nos puede ayudar la sugerencia de Chiara de acoger la Palabra de Dios como hizo María: «…con total disponibilidad, sabiendo que no es palabra de hombre. Siendo Palabra de Dios, contiene en sí la presencia de Cristo. Así pues, acoge a Cristo en ti en su Palabra. Y con una prontitud muy activa, ponla en práctica momento a momento. Si lo haces, el mundo volverá a ver pasar a Cristo por las calles de nuestras ciudades modernas; a Cristo en ti, vestido como todos, trabajando en las oficinas, en las escuelas, en los lugares más variados, en medio de todos»[2]. En este tiempo de preparación para la Navidad, busquemos también nosotros, como hizo María, algún rato para estar cara a cara con el Señor, por ejemplo leyendo una página del Evangelio. Procuremos reconocer su voz en nuestra conciencia, iluminada así por la Palabra y sensible ante las necesidades de los hermanos con los que nos cruzamos. Preguntémonos: ¿de qué modo puedo ser una presencia de Jesús hoy y así contribuir, allí donde vivo, a transformar la convivencia humana en una familia? El «Heme aquí» con el que responderemos hará que Dios siembre la paz en torno a nosotros y acreciente la alegría en nuestro corazón.  LETIZIA MAGRI ______________________________________ [1] C. Lubich, «No pierdas esta ocasión»: Palabra de vida, diciembre 1981: cf. Ciudad Nueva n. 162 (1981/12), p. 21. [2] Ibid.

Palabra de vida – Noviembre de 2017

Dirigiéndose a la muchedumbre que lo seguía, Jesús anunciaba la novedad del estilo de vida de quienes quieren ser sus discípulos, un estilo «a contracorriente» con respecto a la mentalidad más difundida (cf. Mt 23, 1-12). En su tiempo, al igual que hoy, era común hacer discursos moralistas y luego no vivir con coherencia, sino más bien buscar para uno mismo puestos de prestigio social, modos de destacar y de servirse de los demás para conseguir ventajas personales. Jesús les pide a los suyos una lógica completamente distinta en las relaciones con los demás; la que Él mismo vivió: «El mayor entre vosotros será vuestro servidor». En un encuentro con personas deseosas de descubrir cómo vivir el Evangelio, Chiara Lubich compartió así su experiencia espiritual: «Debemos dirigir siempre la mirada al único Padre de muchos hijos. Después, mirar a todas las criaturas como hijas del único Padre… Jesús, modelo nuestro, nos enseñó solo dos cosas, que son una: a ser hijos de un solo Padre y a ser hermanos los unos de los otros… Así pues, Dios nos llamaba a la fraternidad universal»[1]. Aquí está la novedad: en amar a todos como hizo Jesús, porque todos –tú, yo, cualquier persona en esta tierra– son hijos de Dios, amados y esperados por Él desde siempre. Así descubrimos que el hermano al que hay que amar concretamente, con los músculos, es cada una de las personas que se cruzan con nosotros cada día. Es mi padre, mi suegra, mi hijo pequeño o ese más rebelde; el preso, el mendigo, el discapacitado; el jefe y la señora de la limpieza; el compañero de partido y quien tiene ideas políticas distintas de las mías; el que es de mi credo y cultura y también el extranjero. La actitud propiamente cristiana para amar al hermano es servirle: «El mayor entre vosotros será vuestro servidor». Dice también Chiara: «Aspirar continuamente al primado evangélico poniéndonos lo más posible al servicio del prójimo […] Y ¿cuál es el mejor modo de servir? Hacernos uno con cada persona con que nos encontramos, sintiendo en nosotros sus sentimientos: resolverlos como cosa nuestra, que hemos hecho nuestra por amor […] Es decir, dejar de vivir replegados en nosotros mismos, procurar llevar sus pesos y compartir sus alegrías»[2]. Cualquier capacidad y cualidad positiva que tengamos, todo aquello por lo que podríamos sentirnos «grandes», es una oportunidad de servicio irrenunciable: la experiencia en el trabajo, la sensibilidad artística, la cultura; así como la capacidad de sonreír y de hacer reír; el tiempo que dedicamos a escuchar a alguien que duda o que sufre; las energías de la juventud, como también la potencia de la oración cuando fallan las fuerzas físicas. «El mayor entre vosotros será vuestro servidor». Y este amor evangélico desinteresado enciende antes o después en el corazón del hermano el mismo deseo de compartir, renueva las relaciones en la familia, en la parroquia, en los lugares de trabajo o de diversión, y sienta las bases de una nueva sociedad. Cuenta Hermez, un adolescente de Oriente Próximo: «Era domingo, y nada más despertarme le pedí a Jesús que me iluminase para amar todo el día. Mis padres se habían ido a misa y se me ocurrió limpiar y ordenar la casa. Procuré esmerarme en los detalles y ¡hasta puse flores en la mesa! Luego preparé el desayuno disponiéndolo bien todo. Cuando volvieron mis padres, se mostraron sorprendidos y felices. Aquel domingo desayunamos con una alegría como nunca, dialogamos sobre muchas cosas, y pude compartir con ellos los gestos de amor que había hecho durante toda la semana. Aquel pequeño acto de amor le había dado el tono a un día espléndido». LETIZIA MAGRI ___________________________ [1] C. Lubich, La unidad en los albores del Movimiento de los Focolares, Payerne (Suiza), 26-9-1982. [2] Ibid.

Chile y Perú: amar la patria del otro como la propia

Chile y Perú: amar la patria del otro como la propia

Poco se sabe de la disputa entre los dos países sudamericanos por la soberanía de una porción de mar, de gran importancia para miles de pescadores que se verán adjudicada o negada la posibilidad de desarrollar su actividad. Dependen de la sentencia que debería dictar la Corte Suprema de la Haya.

Se puede comprender la tensión entre la población de ambos países, especialmente de la gente directamente interesada. En este contexto nos llega a la redacción una carta que los Jóvenes chilenos por un mundo unido dirigida a sus coetáneos del Perú. La publicamos con el auspicio que el conflicto, gracias también a otras fuerzas constructivas de ambas sociedades, se resuelva de manera justa y pacífica.

«Santiago de Chile, 22 de enero de 2014

Querida comunidad del Focolar, Gen y Jóvenes por un Mundo Unido de Perú:

Estamos ad portas de que se dicte la resolución de los tribunales de La Haya sobre el diferendo marítimo que tiene a nuestros países como protagonistas; es inevitable que nos venga a la mente lo que Chiara Lubich decía: “Amen la patria del otro como la propia” y es en estos momentos en que se nos pone a prueba este amor, nuestra mirada de “hombre mundo”, nuestra capacidad de salir de la primera reacción confrontacional e individualista para mirarnos como hermanos, sin límites ni fronteras.

No es fácil! somos un continente rico y multicultural pero lleno de retos, desigualdad y heridas aún sin curar… Por eso, nosotros como jóvenes vemos en esta controversia que vuelve a tensionar las relaciones entre ambos Estados, entre hermanos, una ocasión para renovar nuestro compromiso y

trabajo constante por la fraternidad universal, basado siempre en el respeto y la dignidad de nuestros pueblos.

Por tanto, independientemente de la decisión que se tome en los próximos días, confiamos en que será más bien una oportunidad para seguir construyendo un mundo unido JUNTOS, en el que creemos, y hemos comprobado en muchas ocasiones que no es una utopía.

Les hacemos llegar un gran abrazo a la distancia y renovamos hoy más que nunca el pacto de unidad con cada uno de ustedes!

Movimiento Gen y Jóvenes por un Mundo Unido de Chile».

Conocer más: www.focolares.cl

Tan distantes, tan distintos, tan unidos

Tan distantes, tan distintos, tan unidos

Ya avanzada la primavera austral se reunieron en la pequeña ciudad de San Pedro de Colalao, conocida como “La Sucursal del Cielo”, personas de distintas provincias del norte argentino (Salta, Catamarca, La Rioja, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán), para experimentar por algunos días la belleza de la vida cuando se pone a la base la ley del amor que nos trajo Jesús: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Durante la Mariápolis las experiencias que se contaron, las reflexiones diarias, las distintas actividades, la comunión que se fue generando entre todos, adultos y niños, personas de distintas procedencias y con raíces culturales diversas, lograron que cada uno se sintiera “en familia”, “entre hermanos” como se oía decir repetidas veces.

Una idea que partió de los jóvenes que habían participado del Genfest 2012 en Budapest fue la de intercambiar videos con jóvenes de países distantes de Argentina, como Pakistan y Filipinas, que habían conocido en esa oportunidad.

Cuando compartieron los videos con los 500 participantes, el “mundo unido” se hizo palpable. De países tan distantes, con culturas, costumbres y rasgos tan distintos, lograron descubrirse iguales, cercanos, unidos a pesar de la distancia.

Reconforta saber que en las antípodas hay hermanos y hermanas que tratan de vivir la fraternidad universal y estimula a “arremangarse” para construir una sociedad más justa en el lugar que nos toca vivir. Con esta conciencia renovada cada uno emprendió el camino de regreso.

Video desde Pakistan

Video desde Filipinas

Video desde la Mariápolis de Colalao

(Con la colaboración de María de los Angeles Córdoba. Fotos de Enzo Giannotti)