“Let’s bridge”: ¡Todos protagonistas!
A pocas horas del comienzo del Genfest, la expectativa es grande. Este año será la décima edición de la manifestación nacida de una intuición profética de Chiara Lubich (1920-2008) ya en 1973, en Loppiano (Italia). A las nuevas generaciones, presentes desde el comienzo en los Focolares, Chiara les manifestó sin reservas su ‘sueño’ de un mundo unido: ´He siempre tenido una gran confianza en los jóvenes –decía- son el futuro del mundo! Están hechos para grandes ideales y saben seguirlos con radicalidad. El descubrimiento de un Evangelio que se transforma en vida y que realiza lo que promete, es lo que más les atrae. Es el ideal de un mundo unido lo que los fascina´
Los jóvenes de los Focolares están trabajando desde hace más de un año, junto con los adultos del Movimiento, en una comunión de ideas y experiencias profesionales. Son 3.000 los voluntarios involucrados y 600 entre actores, técnicos y staff, provenientes de todo el mundo. Les presentamos a algunos de ellos.
Ark, de las Filipinas: “Soy enfermero y no tengo la experiencia de un profesional que sabe organizar grandes eventos, pero el hecho de tratar de vivir el Evangelio, me ayuda a ver cada momento (sea positivo o negativo), como una oportunidad para amar y construir relaciones de fraternidad con el que está a mi lado”
“Trabajo en la comisión que se ocupa de la producción general –dice Luca, italiano, que tiene estudios de optometría- Saberse perdonar cuando es necesario y lograr mantener la aguja de nuestra brújula apuntando siempre hacia lo Alto es algo extraordinario”.
Zsolt, húngaro, economista, que será responsable de uno de los albergues donde serán alojados los jóvenes, no frena su entusiasmo: “No veo la hora de dar una mano en el funcionamiento del buffet, durante el periodo de las pruebas generales!”
Y también Lisa, que proviene de Austria y que cantará una de las 21 canciones ganadoras del concurso del Genfest, que fueron compuestas por los jóvenes de los Focolares en distintos Países del mundo; Andrea, italiano y periodista, que será uno de los 3 conductores del Genfest, Rafael, de 27 años, publicista, quien desde hace más de un año dejó Brasil y su trabajo para dedicarse completamente a la preparación de este evento y es corresponsable del sector de las ‘comunicaciones’-
Maru, argentina, nos confiesa: “Haciendo este trabajo –se ocupa de la página del Genfest en Facebook en español- descubrí que el mundo unido, no sólo, será posible realizarlo en Budapest, sino que se empieza a vivirlo en la preparación, con el equipo de trabajo”
Y también Adélard, del Burundi, que tocará en una banda con otros 16 jóvenes y Pelusa, argentino, uno de los 4 componentes de la banda “Anima Uno”. Y no se terminaría más…
Fabricio, peruano e ingeniero civil expresa la experiencia de todos: “Sentimos fuerte en el corazón que la fraternidad universal no es una utopía, es un estilo de vida al cual hemos adherido y que queremos llevar adelante empezando por pequeños hechos concretos hasta las grandes manifestaciones. Somos conscientes que somos jóvenes y que no tenemos muchos recursos individualmente, pero estamos haciendo todo lo posible. El camino ya comenzó”
Son numerosos los fan (entre 18 y 24 años) que siguen los canales oficiales del evento, en las redes sociales, en varios idiomas. Las personas que están comunicadas son casi 76.000 por semana. Para seguir este evento en Twitter, el “hashtag” es # genfest.
Ganas de revolución
Una combinación explosiva: 150 gen de todo Portugal (incluidas las Islas de Madeira y las lejanas Azores) con los motores encendidos desde hace alrededor de un año, en preparación al inminente Genfest que verá a 200 de ellos reunidos en Budapest junto a otros 12.000 jóvenes de todo el mundo. Si a ellos sumamos un lugar único como la ciudadela Arco Iris y agregamos la presencia especial de María Voce y de Giancarlo Faletti, se produce una la mezcla explosiva de alegría y de “ganas de revolución” experimentada el 18 de agosto de 2012.
Empiezan ellos, los jóvenes de los Focolares, contando a la presidente y al copresidente del Movimiento sobre las varias iniciativas para recoger los fondos necesarios para no faltar a la cita mundial de Budapest: un café concierto en Porto (en el norte del país) con 300 amigos con los cuales compartir el sueño de un mundo más unido; un “festival del helado” en Faro (en el sur), una jornada abierta con más de 700 participantes; y después, ventas, lavado de carros, jardinería, servicio de babysitter… todo sirve para este fin, pero sobre todo ellos quieren subrayar que cada cosa ha sido una posibilidad para establecer relaciones más auténticas con nuestros amigos y con tantos muchachos y muchachas que ahora conocen y quieren compartir con nosotros el Ideal de un mundo unido”.
Un intervalo musical: el conjunto “Contraste” interpreta, como primicia en exclusiva, la canción que tocará en Budapest, junto a otras 21 canciones ganadoras del concurso en el que se convocaron los conjuntos gen de todo el mundo. En seguida después arranca una ráfaga de preguntas que revelan sus sueños y van desde la crisis económica y social, a la desocupación, de la falta de compromiso, al individualismo… Quieren entender el sentido profundo de cuanto está sucediendo en el mundo en el que viven y cuál aporte pueden dar.
“¡Dios es Amor siempre! – responde María Voce – Cuando Chiara Lubich hizo, junto con sus jóvenes amigas, este descubrimiento, había guerra, pero esta certeza era tan fuerte que iba más allá de las dificultades… Y hoy, precisamente ésta certeza nuestra, puede convertirse en esperanza para los demás. Aquí está el aporte de ustedes: testimoniarla con la vida, poniendo en evidencia a travésd el valor de la solidaridad, de la unidad”. Y Giancarlo Faletti: “Pongamos en marcha la fantasía. La fe en Dios Amor nos ayudará a encontrar nuevas soluciones”.
“En este período estamos comunicando el Ideal de la unidad a muchos jóvenes –dicen los gen de Porto-, pero somos pocos… ¿tienes algún consejo para darnos?. María Voce no titubea: “Nunca hay que dejarse frenar por la idea de que no logramos, porque es Dios quien lleva adelante las cosas. Sin temor, ¡comuniquen el Ideal de la unidad a manos llenas!”.
“El ateísmo y el agnosticismo están muy presentes entre los jóvenes –dicen los gen de Faro- aun queriendo basar la propia vida sobre valores auténticos. ¿Cómo lograr dialogar, encontrarnos?”. “Nuestro ideal evangélico es universal –subraya la Presidente-. Dialogar con los hechos, con nuestra coherencia y también con el lenguaje apropiado. Debemos saber explicar las razones de nuestra fe; pero se hace viviendo el Evangelio, y después encontrando las palabras apropiadas”.
“¿Cuál es la cosa más importante que tenemos que hacer como Movimiento Gen?” “Estar todos dedicados a esta causa maravillosa, el mundo unido –responde María Voce-. Los nuevos medios de comunicación ayudan a la comunión, pero atención a no abandonar el radicalismo del amor que es personal, que exige todas nuestras energías”. Giancarlo Faletti agrega, yendo al origen del Movimiento Gen: “Chiara, cuando fundó la segunda generación, a ustedes gen, habló de ‘revolución evangélica’ ¡Ayudémonos a vivir siendo esta revolución viva!”.
Del enviado Gustavo Clariá
Los jóvenes quieren el heroísmo
Dónde está la osadía, acuden los jóvenes que, si no languidecen por las taras morales, aman la belleza suprema que es Dios, afrontan la batalla más atrevida, que es la de la fe, aman los riesgos más ingratos de la pureza, de la renuncia, de la dedicación. Si titubean delante de Cristo es porque quizás conocen una figura deformada, habiéndoseles presentado una religión hecha de apariencias obsoletas, mundanizada o mediocre, revestida de componendas y compromisos o adaptaciones, como una actividad secundaria o marginal o incluso semi-clandestina: algo senil o aburrido, que no logra estar al paso de las generaciones. Y en cambio, los jóvenes que descubren el verdadero rostro de Cristo, se dan cuenta de la verdadera esencia de la Iglesia, los cautivan precisamente los riesgos del Evangelio. “Riesgo peligroso es desertar de Dios” decían los primeros Padres, en la adolescencia de la Iglesia. Los jóvenes quieren correr la aventura peligrosa y desean ardientemente lanzarse sin reservas en el amor de Dios en medio del mundo. Ellos no saben hacerse un cristianismo empequeñecido, reducido a la medida del hombre de hoy, como una moda de la temporada: quieren un cristianismo grande. Lo quieren inmenso. No aman una iglesita: quieren una Iglesia, grande, exterminada, en la que entre regularmente toda la humanidad, el pueblo de Dios. Si faltan vocaciones es también porque a los jóvenes no les basta ni siquiera la máxima dificultad y la audacia externa que algunas veces se ofrece: ellos quieren la castidad, en un mundo incestuoso, quieren la pobreza, en medio de la orgía de Mamona, quieren el amor en una sociedad fragmentada por el odio. Se aburren en una comunidad donde se evita, o se titubea a la hora de hablar de la unión con Dios, de las virtudes de María, Virgen de oración y de penitencia; donde no se vive constantemente la vida del Cuerpo Místico, como comunión sobrenatural con los hermanos y con Dios, como co-ciudadanía con Dios vivida entre los ciudadanos del mundo, para encarnar en el episodio de la existencia humana las gracias de la vida divina. Para ser Cristo entre los hermanos, por los hermanos. No basta por lo tanto una religión deducida sólo a cultura, a organización, a técnica de apostolado, a discusiones y elucubraciones estéticas o metafísicas o literarias.
Los jóvenes aman las misiones más osadas, acuden apenas los llama un Don Orione, una Canossa, una Cabrini, quienquiera que esté en grado de ofrecerles una aventura de sacrificio y pureza, de servicio y dedicación: porque, en el fondo, ellos aman el heroísmo de la cruz, la locura de la cruz. Jesús pasa y los jóvenes lo siguen si lo ven: si la visión de él no se ve impedida por la insurrección de criaturas humanas, soberbias, es decir personas super, que se han puesto por encima de los demás, debido al dinero o al poder político o henchidas de vanidad. A penas descubren un rostro juvenil, puro y divino, ellos dejan padre y madre, novio y lucro, comodidades y adulaciones, y lo siguen, primero por la via del apostolado y después por la via del calvario. Ellos quieren a Cristo, y a Cristo crucificado. Y Jesús pasa: y si lo seguimos, sin volver atrás, sin pedir permiso para probar los caballos o comprar bueyes, sin ir a adular a fulano o hacerle propuestas a fulanito, nos convertimos ipso facto en jóvenes: esos muchachos para quienes está hecho el Reino de los Cielos. Vemos que convertirse es encontrar el camino, es descubrir que hemos perdido tiempo cultivando ilusiones y castillos en el aire. Resplandece en el fondo del nuevo panorama una cruz: pero es el signo de la victoria sobre la muerte. En Él hemos descubierto la vida eterna. Igino Giordani, en «Fides», Agosto 1955, pp.242-245.Sueños en el Polo “Giosi Guella”
Estamos en el parque empresarial de la ciudadela portuguesa de los Focolares, inaugurado hace apenas dos años. Una de las palabras más recurrentes es sonho, en referencia no sólo al sueño del Polo, que se hizo realidad gracias a la tenacidad de un grupo de empresarios de la Economía de Comunión (EdC), sino también a los sueños, hechos realidad, de las experiencias compartidas después. Mário Massa – coordinador de la comisión nacional de la EdC – hace de anfitrión y habla de su compromiso como propietario de una empresa que ha asumido los principios de la Economía de Comunión. También los hermanos Faria Lopes cuentan que en 1987 tuvieron que hacerse cargo de la empresa familiar. La propuesta de la EdC, que nació en 1991, fortaleció su convicción de gestionar la actividad desde el compartir, de acuerdo con los valores de la comunión. Hoy tienen tres unidades industriales que dan trabajo a más de 60 personas. “Hace unos días – cuenta uno de ellos -, en el silencio de las máquinas paradas por la pausa veraniega, ese puesto de trabajo me parecía sagrado. Ahí se trabaja cada día dando lo mejor de uno mismo, tanto en la producción como en la relación con los compañeros y con todas las personas a las que se trata de servir”. Maria Voce, presidenta de los Focolares, tras escuchar atentamente todos los testimonios de los empresarios, exclama: “¡Vuestras experiencias parecen un canto!”, y añade que en ellas se ve “la acción de Dios”. Pone el acento en la libertad, como “el regalo más grande que Dios ha hecho al hombre”, porque, afirma refiriéndose al nombre completo del proyecto EdC, la “Economía de Comunión” sólo se puede realizar en la libertad. “Tratemos de hacer crecer el amor en nosotros y en todos – continúa la presidenta – y el amor mismo nos impulsará a la comunión, contagiando a muchos otros” a vivir su actividad económica de manera solidaria. Y Giancarlo Faletti, copresidente del Movimiento, añade: “No tengáis miedo de los momentos difíciles, tomadlos como ocasiones para profundizar en la comunión”. el contexto de la crisis actual, ¿qué hacer para ayudar a los jóvenes a desarrollar sus proyectos, sus sueños, cuando en muchos casos han terminado los estudios pero no encuentran trabajo? “Es un problema mundial – responde Maria Voce -. Las empresas de EdC pueden hacer algo, pero sobre todo pueden confiar en los talentos de los jóvenes. La colaboración con ellos les llevará a generar nuevos puestos de trabajo, aunque no sea inmediatamente”. La atención por los jóvenes parece una prioridad de los empresarios portugueses vinculados al Polo ‘Giosi Guella’. Para ellos se puso en marcha la idea de organizar cursos de verano internacionales, en los que profundizar en los principios de la EdC. El sueño se convertirá en realidad del 11 al 15 del próximo mes de septiembre. “Towards a Bridging Economy: Hacia una economía que construya puentes“, es el título – en continuidad con el Genfest – de la escuela que se desarrollará en colaboración con la Universidad Católica Portuguesa y que quiere ser una posibilidad para que los jóvenes participantes se comprometan aún más en la construcción de un mundo unido. Ya se han inscrito 80 jóvenes, en su mayor parte estudiantes y empresarios, procedentes de 22 países de 4 continentes. Estarán presentes personalidades del mundo académico y empresarial, así como el coordinador internacional de la Economía de Comunión, Luigino Bruni, profesor del Instituto Universitario Sophia y de la Universidad Bicocca de Milán (Italia). En la actualidad el Polo alberga tres empresas, aunque hay otras diez empresas portuguesas vinculadas a la EdC y al parque empresarial de Abrigada. “Nos gustaría que el Polo Giosi Guella – concluyen los organizadores – sea cada vez más un espacio de formación y de encuentro/diálogo entre los distintos operadores que ya trabajan por una nueva economía”.