Movimiento de los Focolares
Los Responsables del Movimiento de los Focolares reunidos en Roma

Los Responsables del Movimiento de los Focolares reunidos en Roma

Con el saludo de introducción de la presidente María Voce, el 13 de septiembre comenzó el encuentro anual de los Responsables de los Focolares del Movimiento de los Focolares, que reúne a casi 300 participantes, entre responsables centrales y provenientes de las distintas áreas geográficas donde el Movimiento está presente.

La convención  se prolongará hasta el 6 de octubre y están previstos tres días de “retiro espiritual”, centrados en uno de los puntos de la espiritualidad de la unidad: el amor al hermano. El tema se profundizará según los textos y discursos de Chiara Lubich, con intervenciones de María Voce y testimonios de los participantes. Estos últimos ofrecerán experiencias de vida del Evangelio, sobre temas  que se profundizaron  en el año recién concluído. Está prevista también una reflexión sobre el Año de la Fe – convocado por Benedicto XVI a partir del próximo octubre – por parte del teólogo irlandés doctor Brendan Leahy y por la doctora Lida Ceccarelli, focolarina. La primera fase del encuentro terminará con una conexión vía Internet que vinculará a las numerosas comunidades esparcidas en muchos países.

El lunes 17 de septiembre comenzarán los trabajos centralizados en diversos argumentos y en especial: los “New Media” y las transformaciones de la sociedad, la identidad del “focolarino” y su contribución específica- según el  carisma de la unidad- la Iglesia y la sociedad, la presentación del desarrollo del Movimiento en algunos países (Canadá, USA, América Latina…) Y no faltará un balance sobre el Genfest 2012 recién concluido en Hungría, protagonizado por los jóvenes. Un signo de la importancia con la cual los Focolares miran a las nuevas generaciones como un futuro que está ya presente y que son un estímulo para todo el Movimiento. La celebración de la misa del 26 de septiembre será presidida por el obispo de Frascati, Mons. Raffaello Martinelli.

En concomitancia con este encuentro, sale por la imprenta Cittá Nuova el libro: “La apuesta de Emmaus, qué hacen y qué piensan los focolarinos en el post-Chiara”. En estos días tendremos una primicia del libro.

Puentes entre la diversidad de religiones y cultura

Puentes entre la diversidad de religiones y cultura

“Si cada uno de nosotros se comprometiera a comunicar aunque sea a cinco jóvenes lo que hemos vivido en estos días aquí en Budapest, entonces tal vez podremos de verdad cambiar el mundo”. Lo dijo con coraje y determinación un joven musulmán palestino de Jerusalén, que concluyó: “No se olviden de rezar por la situación de Palestina”. Le hizo eco un joven de Argelia, también musulmán: “Si fue posible vivir en estos días con jóvenes de razas, culturas, idiomas y religiones distintas entonces esto también es posible en los ambientes de donde venimos”. Son algunas de las expresiones “en caliente”, concluyendo la ultima mañana del Genfest dedicada al mundo del diálogo interreligioso.

Entre los protagonistas del evento Genfest realizado en el SportArena, hay jóvenes musulmanes, budistas e hindúes que se comprometieron en primera persona, en el desarrollo de la manifestación.

El domingo de mañana, mientras los jóvenes católicos asistían a la S.Misa católica en la plaza San Esteban, más de doscientos jóvenes de varias Iglesias pudieron rezar en las celebraciones litúrgicas según su propia procedencia eclesial: Ortodoxos -de 8 Patriarcados e Iglesias´Coptos-ortodoxos, Anglicanos, Metodistas, Bautistas, Pentecostales. La Santa Cena que los Luteranos y los Reformados quisieron celebrar juntos fue presidida por elSecretario General del Sínodo de la Iglesia reformada húngara, el pastor Zoltan Tarr.

Para los fieles de otras religiones se realizó un programa alternativo que les permitiera encontrarse para intercambiar experiencias de vida vivida y de compromiso en el diálogo.

Un encuentro interreligioso que tomó el corazón y la mente de todos los presentes. Un momento especial que fortaleció los puentes entre la diversidad de religiones y de cultura. Actuaron de moderadores un musulmán de Argelia, un budista japonés y una cristiana de  Jordania.

La sala ofreció un verdadero caleidoscopio: los asistentes, provenían de USA, Uruguay, Japón, Tailandia, India, Argelia, Líbano, Israel y los Territorios palestinos, Macedonia, Bosnia, Bulgaria, Francia, Italia y otros países más. Entre ellos había hebreos, musulmanes, budista mahayana y theravada, hindúes, una giainista y representantes de la Tenri-kyo, una de las religiones nacidas en Japón en el siglo XIX. Estaban presentes también algunos jóvenes católicos que quisieron compartir este momento con sus amigos.

El trabajo por los derechos humanos de las organizaciones juveniles hebreas en el laico Uruguay, el compromiso de los jóvenes musulmanes argelinos y macedonios en el vivir la fraternidad en lo cotidiano en el trabajo y en la universidad; acciones sociales con las organizaciones gandhianas en el sur de India: los representantes de las distintas tradiciones religiosas comentan entre ellos lo que han ya hecho para construir la paz y la fraternidad universal. Hay jóvenes de la Tenri-kyo que explican cómo tratan de llevar la alegría al mundo; los Budistas de la Myochikai, con una propuesta para la educación ética de los muchachos a través de una red interreligiosa; y los de la Rissho Kosei-kai, con sus actividades por la paz, entre ellos la campaña “da una comida”

Casi dos horas que concluyeron con un minuto de profundo silencio en el cual cada uno rezó en el fondo de su corazón con las palabras y la sensibilidad de su fe por la paz en el mundo y por el compromiso a la fraternidad, para ser de verdad constructores de puentes. Saliendo, dos jóvenes hebreos del Uruguay comentaron: “¡Una experiencia increíble! Debemos trabajar juntos para llevar este espíritu donde vivimos! Dos jóvenes hindúes: “No existen palabras para decir lo que hemos vivido en estos días”. Una japonesa budista: “He encontrado la fuerza de enfrentar las situaciones difíciles con amor”, y grita junto con los otros: Let’s bridge!”.

 


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El aluvión nos ha unido a todos

El aluvión nos ha unido a todos

Soy Sam y vengo de Tailandia. Soy budista y conocí a los “Jóvenes por un mundo unido” a través de un amigo, también é budista. Viviendo junto a nuestros amigos cristianos he visto que podemos ser verdaderamente hermanos, aunque tengamos religiones diferentes.

Durante el pasado octubre, mi país sufrió un aluvión. Hubo enormes e incalculables destrucciones; se necesitará mucho tiempo para recuperar todo lo que se ha perdido: casas, fábricas, poblados enteros y ciudades han permanecido sumergidos durante algunos meses.

Al mismo tiempo, esta terrible calamidad provocó un gran sentido de solidaridad entre todo el pueblo Tailandés. Fue un fenómeno inesperado. El país estaba saliendo de un largo periodo de luchas políticas, incluso violentas, a causa de las elecciones. Quizás recordarán en fuego cruzado con los militares y los muertos en las calles. En cambio, el aluvión nos ha unido a todos.

En aluvión me afectó también a mí. Una noche el agua inundó el barrio donde habito. Vivo en un apartamento compartido y no tenía muchas cosas que perder. Muchos en cambio perdieron la vida debido a las descargas eléctricas y vivimos una estampida general para podernos salvar. También yo me escapé y fui a un centro para damnificados, donde me puse a disposición.

Encontré muchísimas personas, había ancianos y niños; algunos habían abandonado sus casa y llevaban sólo la ropa que tenían puesta, ya que no podían llevarse nada: algunos estaban en estado de shock, otros seriamente enfermos: ¡un cuadro tremendo!

Junto a los “Jóvenes por un mundo unido” que vinieron a visitarme al campo, tratamos de dar ayuda material, pero también de animar a las personas que estaban desmoralizadas. Ayudamos a distribuir la comida y juguetes para los niños y jugamos con ellos; en fin, ¡compartimos con tantos su desesperación!

Pero lo más urgente en ese momento era salvar la ciudad de Bangkok, la capital. Los estudiantes y muchas otras personas se movilizaron para reforzar los diques de los canales y de los ríos y construir algunas barricadas para desviar el agua que estaba llegando. También nosotros, fuimos a llenar los sacos de arena que traían con grandes camiones. […] Cuando llegamos al lugar donde se preparaban los sacos de arena, trabajamos día y noche en medio el barro, sin detenernos. La arena estaba sucia y olía muy mal. El trabajo era extenuante y tuvimos que saltar algunas comidas y horas de sueño. Fue una verdadera lucha contra el tiempo. Pero conocí a muchos amigos y nos ayudamos entre todos.

A un dado momento estaba sin fuerzas, pero me mantenía el ideal del Mundo unido y mis amigos que estaban cerca y me sostenían. Así logramos construir y reparar los diques de los canales evitando que las aguas llegaran a Bangkok. Al final el aluvión pasó , pero quedó la alegría de habernos donado para construir un mundo más solidario y de haber entrelazado relaciones de amistad y de fraternidad.

De Budapest al mundo

De Budapest al mundo

Pero cómo se desarrolló el programa del “Day 2”, como fue llamada la segunda jornada del Genfest en el Sport  Arena de Budapest. Las intervenciones, la música, las coreografías, en una variedad de sonidos, colores y movimientos, han seguido la metáfora de la construcción de un puente. Ese “Let’s bridge”, tantas veces habían intercambiado como saludo, ha adquirido una profundidad diversa.

Haz los cálculos es el primer paso. Existen conflictos, como cuenta Bassem de Egipto en la experiencia hecha después de los eventos de la Piazza Tahrir. Hay exclusión social, como pone de relieve la experiencia vivida por Plinio, en Brasil. Existe un contexto de violencia que llama a la venganza… o posibles elecciones para decidirse a un compromiso que lleva a afrontar las situaciones problemáticas de hoy.

Ensuciarse las manos, excavar en el barro es el siguiente paso. Lo pueden decir literalmente los jóvenes de Tailandia cuando cuentan la experiencia hecha para ayudar a los damnificados por el aluvión en su país. El compromiso es el de salir al encuentro, en primera persona, de las situaciones de necesidad. Lo cuentan también, en forma diferente, Ricardo (Chile) y los jóvenes de Indonesia y de Suecia.

Plantar los pilares. A este punto se habla de los fundamentos. Es el momento de revivir la experiencia de Chiara Lubicha través de un monólogo teatral  y la síntesis de una de sus intervenciones en la ONU. El mensaje es claro: la elección de Dios que es Amor y que lleva a amar. La Regla de Oro expresada por las Escrituras cristianas dice: “Todo lo que quieran que los hombres hagan por ustedes, háganlo ustedes a ellos” (Mt. 7,12).  Con matices diferentes lo dicen también los textos sagrados de las otras grandes Religiones. Lo confirman las experiencias hechas por los jóvenes de India, cristianos pero también hindúes, por una pareja de recién casados de de Suiza y no última la historia de Nacho, un joven argentino que decide dejar su prometedora carrera como futbolista y escoge vivir a tiempo completo por los demás. Son elecciones valientes, a menudo contra la corriente, siempre portadoras de plenitud de vida.

La realización del puente es la etapa sucesiva. Imágenes de la unidad que pasa a través de acciones concretas en la vida cotidiana. Sin olvidar cuál es la clave del cambio que permite que el arco del puente no se caiga: amar también cuando hay dolor. Lo ilustran algunos jóvenes italianos que colaboran en un centro de acogida para inmigrantes clandestinos, y que traen con ellos las imágenes y las voces de sus nuevos amigos.  También Adhelard y Ariane, quienes desde Burundi hacen partícipes a todos de su vida en un campo para ex refugiados de la periferia de Bujumbura. Y Kate quien, desde Filipinas, comparte su dura experiencia por la separación de su familia. Son historias que hasta ahora no han tenido un final feliz pero que, vividas en el amor, permiten experimentar la plenitud de la vida también en estas situaciones dolorosas. Se crean así las bases sólidas que permiten atravesar el puente, última etapa de este recorrido figurado. El puente permite la apertura hacia muchos caminos. Lo saben Issa, cristiano de Nazaret y Noura, musulmana de Jerusalén. Se encuentran regularmente, junto a otros jóvenes cristianos, musulmanes y hebreos para profundizar el conocimiento recíproco y rezar por la paz.

De la intervención de la Presidente de los Focolares, Maria Voce, y del lanzamiento del United Word Project ya hemos hablado. Lo cierto es la gran alegría de los 12.000 cuando en la noche dejan el Sport Arena, todos en marcha hacia el simbólico Puente de las Cadenas. Treinta segundos de silencio marcan el inicio del flashmob más internacional de la historia. Con el grito de “¡Go!” los jóvenes se intercambian sus bufandas coloridas en donde cada uno escribió una frase, su nombre, una consigna. La alegría, la fiesta, la confusión acogen el nuevo Stop, con el que se baja la tela haciendo descubrir: “El regalo que Dios ha querido darme”, como se expresó una joven italiana conmovida hasta las lágrimas después de haber leído su mensaje: “Dios te ama inmensamente”. “Hoy se empieza a vivir por la paz”, se lee en otro. Let’s bridge en todos los idiomas. “El brazalete, que es el signo del pacto, no me lo puse por conformismo, sino porque me comprometo”, dijo otro joven.

Y viendo sus caras, podemos creer que es en serio. Quizás Budapest podrá escribir en su historia esta insólita y no violenta revolución que aquí ha renacido.

La mañana conclusiva del 2 de septiembre tiene lugar en la Plaza San Esteban,  en plano centro de la ciudad, con la celebración de la Santa Misa para los chicos católicos, presidida por el cardenal Peter Erdö, arzobispo de Budapest. Los jóvenes pertenecientes a otras Iglesias celebran sus propias liturgias en los respectivos lugares de culto, mientras que para los 160 entre musulmanes, budistas e hindúes está listo un espacio propio. Al final se encuentran todos juntos para un momento de silencio y de recogimiento por la paz: el Time out.

La próxima cita será en Río de Janeiro. Desde el palco dos brasileños invitan a la Jornada Mundial de la Juventud 2013. Se parte con el compromiso de construir relaciones de fraternidad entre personas y grupos, en los 104 países de proveniencia. ¡De Budapest al mundo!


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Carlo Maria Martini: con gratitud

Carlo Maria Martini: con gratitud

También el Movimiento de los Focolares se detiene para recordar con gratitud al Card. Carlo María Martini, agradeciendo a Dios por haber dado en su persona un gran testimonio a la Iglesia y a la humanidad. Queremos atesorar su extraordinario amor por la Palabra de Dios y su capacidad y ejercicio de diálogo con la cultura contemporánea. Dos perlas que quisiéramos que puedan ser recogidas también por las nuevas generaciones, mientras nos preparamos para el inicio del Genfest 2012 junto a los 12.000 jóvenes llegados a Budapest de los cinco continentes.