Movimiento de los Focolares
Hacia la “frontera” para servir

Hacia la “frontera” para servir

“Desde el momento en que empezamos a planear este viaje supimos que iba a ser algo impactante. Sin embargo no nos esperábamos la forma en la que la gente (en especial los chicos) nos recibieron. Llegamos (después de un viaje de más de12 horas) y estaban tocando la campana del colegio para nosotros con un gran cartel que decía: ‘Gracias por venir, gracias por estar, los queremos: BIENVENIDOS’. Apenas se detuvo la camioneta comenzamos a saludar y nos ayudaron a descargar los bolsos y las provisiones. En cuanto terminamos improvisamos juegos con los chicos y cantamos canciones”.

Así se lee en la primera página del diario que escribió el grupo de 19 Chicos por un mundo unido (todos alrededor de los 15 años) acompañados por 4 adultos que en julio (aprovechando las vacaciones de invierno en el hemisferio sur) fueron de Buenos Aires a Santiago del Estero para compartir algunos días con los chicos de la Escuela Km. 25.

Una de las tantas “fronteras existenciales” de las que habla el Papa Francisco. A 1000 km. de Buenos Aires, en medio del monte, una escuela con dos aulas, una cocina, tres baños y un patio con el aljibe adonde acuden a sacar agua las 22 familias de la comunidad que viven en casitas de adobe y sin piso esparcidas en los alrededores. 35 niños hasta los 13 años frecuentan la escuela que cuenta con un maestro que llega el lunes dejando su familia en la ciudad y regresa el viernes. Los hombres van a trabajar a los campos permaneciendo hasta 3 meses fuera de casa.

“Un objetivo que nos propusimos -cuentan- era ir no sólo con los juegos y las actividades que llevábamos preparadas para sacarles una sonrisa a los chicos, sino también que nosotros pudiéramos aprender y recibir algo de ellos, como viven, lo que hacen… Fue realmente un intercambio, ellos nos mostraron como viven y sus valores”. “¡A mí me enseñaron a enlazar con una soga!”, acota Ismael. Visitaron sus casas, compartieron la merienda. “Los citábamos para las 10.30 y a las 9.30 ya estaban todos esperándonos”.

Un día el maestro les contó que los chicos para ir a jugar con ellos se ponían su mejor ropa. “Y él nos decía que era el único par de zapatillas que tenían y que para ir al colegio iban descalzos. En cambio para encontrarse con nosotros lo veían como una fiesta y querían ponerse lo mejor que tenían”.

Les llevó 4 meses preparar el viaje. Recibieron mucha colaboración de los adultos y los jóvenes de los Focolares: organizaron juntos una noche de talentos. Había que afrontar los pasajes y todos los costos logísticos. Llevaron algunas cosas: útiles escolares, medicamentos, zapatillas, lo que podían cargar en sus bolsos.

Antes de regresar dejaron todo el dinero que tenían para la escuela y para que los chicos cumplieran el sueño de ir a la ciudad más cercana todos juntos y tomar un helado.

Ya de vuelta a la gran ciudad se va a afirmando la extraordinaria experiencia que vivieron: “Pude comprender que para ser solidario, para servir, no importa nada, ni el lugar donde vivís ni nada de eso, porque todos SOMOS IGUALES, cosa que antes no lo veía así”.

Un camino de amistad que se abrió y los Chicos por un mundo unido de Buenos Aires no pueden faltar a la cita que dejaron escrita en el mensaje de despedida: “Hasta el año próximo”.

Learning Fraternity: Las tres escuelas de Irlanda

Learning Fraternity: Las tres escuelas de Irlanda

20 de Marzo de 1993: en Warrington, en el condado inglés de Cheshire, el Ira agrede a la sociedad con uno de sus atentados más sanguinarios: dos bombas explotan en un plazo de pocos minutos en el centro de la ciudad, hiriendo a 56 personas y matando a dos niños: Jonathan Ball, de tres años y Tim Perry, de 12 años, que luchará en vano durante cinco días entre la vida y la muerte.

Los hechos de Warrington dejaron su secuela, generando una oleada de indignación, pero haciendo surgir también el deseo de cambiar las cosas.Ya antes del atentado, una escuela católica y una protestante, por iniciativa de sus directores, trataban de superar la rígida división entre los muchachos católicos y los protestantes, que habitualmente son educados en escuelas separadas. Los dos institutos querían dar un testimonio de unidad y de paz.

Con los años, el círculo se extendió de forma decidida y esta vez le tocó a Belfast, capital del Ulster, donde dos escuelas de la misma zona, una protestante y otra católica, comenzaron a construir una relación de mutua colaboración y de fraternidad. A estos dos institutos, de la vecina República de Irlanda se añadió pronto un tercero para formar un “círculo de escuelas” en las que se les proponía el llamado “arte de amar” a través del “dado del Amor”.

Kevin Mc Keague es director de la escuela católica de S. James (Belfast): “Una vez escuché decir a Chiara Lubich que, de los tres ideales de la revolución francesa, el menos desarrollado era la fraternidad…Esto es verdad también para nosotros de Belfast, divididos en dos comunidades…Asì descubrí en mi encuentro con David (director de la escuela Protestante) la oportunidad de construir puentes y de llevar a nuestras comunidades una inyección de amor y de fraternidad”.

David McConkey es, en cambio, director de la escuela protestante Whitehouse (Belfast): “Estaba profundamente convencido de que la Educación juega un papel primordial en la promoción de la paz a través de iniciativas en las que muchachos de diversas tradiciones se puedan encontrar cara a cara”.

Declan O’Brien, director de la Escuela S. Conleth en la República  de Irlanda: “Quedé impresionado, a primera vista, por la unidad entre las dos escuelas  del Norte de Irlanda y por el testimonio de verdadera unidad y fraternidad entre Kevin y David, y así también yo quise compartir su proyecto introduciendo “el dado”, para poder vivir así el arte de amar con otras escuelas.

En 2009 la escuela protestante de Belfast fue completamente destruida por un incendio provocado, tragedia ante cuya solución se sientieron comprometidas otras dos escuelas que organizaron juntas un concierto de solidaridad titulado: “todos para todos”. Muchos padres de las tres escuelas participaron, junto al alcalde unionista y al párroco, ambos representantes de comunidades claramente divididas y que normalmente no serían  invitados al  “mismo escenario”.

El alcalde, agradeciendo a  todos los presentes, dijo: “Vosotros estáis dando un fuerte testimonio a la comunidad y al país”. Un periódico local habló de los muchachos que “nos indican el camino para ir adelante”. En un cierto momento, se perfiló la posibilidad de que la escuela no volviera a construirse, sobre todo por falta de fondos.

También esta dificultad fue enseguida compartida entre los estudiantes y el personal de las tres escuelas, y se decidió organizar una digna, pero decidida, protesta delante del edificio del Parlamento de Belfast. La comisión parlamentaria para la Educación, compuesta por miembros de diversos partidos, quedó impresionada por este signo de solidaridad y fijó por ello una cita con David McConkey  a la tarde siguiente, para saber algo más sobre los vínculos que hay entre las tres escuelas. El mismo día se anunció la inmediata reconstrucción de la escuela protestante.

En las tres escuelas amigas se ha introducido el arte de amar, propuesto por Chiara Lubich, como antídoto al egocentrismo, a la discriminación y al “bulling” (acoso). El arte de amar es una original serie de puntos, de genuina derivación evangélica, que constituye una armoniosa síntesis de las exigencias del amor, así como un reclamo al concepto de la necesidad del ejercicio, del esfuerzo continuo para hacerlo una realidad viva y activa. Así, tambien en nuestras escuelas “somos constructores de paz, ladrillo a ladrillo, en nuestras aulas, en el patio, y seguimos siéndolo por las calles, en el parque en el que jugamos y en nuestras casas…” decían los alumnos de estos institutos que, también según Declan O’Brien, provenían de ambientes donde estos valores eran desconocidos.

O’Brien nos explica como los muchachos concretizan este arte, tanto en la escuela como en casa, mostrando como éste les ayuda a ser más tolerantes, tener mayor disponibilidad y ser más abiertos a los demás: “De uno de los alumnos se burlaban costantemente otros dos. Sucedía de forma silenciosa, sin que los maestros se diesen cuenta. Existía el riesgo de venganza y de que se ampliase el cerco del odio. La propuesta de poner en práctica el arte de amar destruyó este mecanismo, dando a los alumnos el valor de cambiar las cosas de una forma positiva. En breve tiempo la situación se resolvió”.

Con el paso del tiempo, las comunidades vinculadas a las tres escuelas se encuentran cada vez más unidas, también gracias a eventos como “Drums for peace” (tambores para la paz), durante el cual los alumnos leen poesías, cantan y exponen trabajos de arte que tienen como tema la paz, además de tocar los tambores naturalmente. Éstos, en el pasado se usaban como signos de antagonismo entre la gente que desfilaba por las calles, ¡y ahora anuncian la paz!

En el curso del “Drums for peace” se elegió una poesía ganadora. El año pasado fue elegida la escrita por Aiden Doyle (de ocho años) de Belfast. Es un texto escrito después de que algunos enfrentamientos entre las partes rivales hubieran hecho correr el riesgo de que en el 2009 volviesen a escucharse las bombas en Irlanda del Norte, como en los años oscuros de la guerra civil.

En aquellos días un policía y dos soldados fueron asesinados. Aiden, con su espontaneidad escribía: “aquel policía que perdió la vida era el papà de algún niño …” y pidió que no se volviera atrás en el proceso de pacificación. Estas simples y convincentes palabras de Aiden se convirtieron en noticia y alcanzaron el telediario del canal nacional, dando una fuerte contribución a la promoción y educación a la paz.

Fuente: Las tres escuelas de Irlanda

https://dev.focolare.org/es/news/2013/05/28/learning-fraternity/

“Learning Fraternity”

6 septiembre 2013 – 8 septiembre 2013

En Castelgandolfo un encuentro internacional sobre la educación

Fraternidad: una propuesta para el mundo de la educación.

Ulteriores informaciones: http://www.new-humanity.org/en/learning-fraternity.html

Invitación

La audacia de ser educadores

La audacia de ser educadores

“Recordar a quien nos ha hecho el bien es una actitud urgente y poco común que hoy día es necesario promover, ante una cultura que parece recordar sólo la agresividad y negatividad del ser humano”. Son palabras del psicoterapeuta y pedagogo Michele de Beni para quien es importante resaltar la influencia positiva que el educador puede ejercitar en el desarrollo de la personalidad y del potencial humano.

Sobre estos temas se desarrolla el libro recopilado por él y editado por Città Nuova: “Ser educadores”. Fue presentado el 3 de mayo pasado en la Universidad de Bérgamo –en el Departamento de Ciencias Humanas y Sociales- , recordando la figura de Chiara Lubich educadora.

A partir de la original experiencia de la joven maestra Silvia Lubich (más conocida como Chiara), el volumen se abre sobre temáticas pedagógicas muy actuales: el valor de la tradición y de la innovación, la formación de las conciencias, las cuestiones abiertas por los nuevos conocimientos, la exigencia de nuevas competencias, la necesidad de renovación de la didáctica, la importancia de la relación educativa, la aceptación y el diálogo.

El libro va enriquecido con un DVD con el título: “La maestra Silvia no usaba lápiz rojo” – a cargo de Donato Chiampi, contiene recuerdos y episodios inéditos contados por sus ex alumnos y una colega.

En Castello en Val di Sole donde Chiara daba clases en el año escolar 1938-39, Caterina, Carmela, Dolores y Edda cuentan que la clase estaba compuesta por 40-42 niños de todos los niveles, la maestra no le limitaba a la actividad didáctica, con ella se aprendía educación,  fraternidad y… “a quererse”.

Había algún alumno que tenía dificultades –recuerdan-, pero «hasta que no alcanzaba el nivel de los demás, ella repetía siempre, esperaba a todos. La última semana que estuvo con nosotros nos recomendó una y otra vez que estuviéramos unidas, que ayudáramos, especialmente a los ancianos». Cuando terminó el año escolar Chiara siguió manteniendo relaciones vivas con ellas a través de cartitas.

También el Padre Contardo Zeni, franciscano capuchino, un ex alumno suyo de Cognola del Instituto para niños huérfanos, donde Chiara dio clases después, recuerda: «¡La maestra Silvia era realmente una mamá para nosotros! Cuando preguntaba decía: ‘Tú ¿qué piensas, qué dirías? Sobre la base de la respuesta recibida agregaba su palabra. Respetaba la personalidad y también al niño. Ahora lo entiendo, más allá del rostro humano veía, la presencia de Dios en la persona. Yo nunca voy a terminar de agradecer a Dios por haberme hecho encontrar una persona tan excepcional».

Fraternidad y centralidad de la persona, paradigmas que hay que devolver al corazón del discurso educativo: sobre estos dos rieles viaja la propuesta del próximo encuentro internacional Learning Fraternity que tendrá lugar en Castelgandolfo (Italia) del 6 al 8 de septiembre próximos, dirigido a todos los involucrados en el proceso educativo: la familia, los docentes, los catequistas, los líderes de grupos, los especialistas en pedagogía, los mismos chicos.

Preescolar Arco Iris, “haciendo el bien” en la periferia venezolana

Preescolar Arco Iris, “haciendo el bien” en la periferia venezolana

En las Colinas de La Guacamaya, un barrio marginal de Valencia, importante ciudad industrial de Venezuela, muchos padres no tienen dónde dejar a sus niños durante las horas de trabajo, como sucede en tantas otras partes.

Ya desde hace varios años Ofelia, una voluntaria del Movimiento de los Focolares, fundó el preescolar Arco Iris, y construyó las instalaciones en el jardín de su casa. Estos niños reciben una atención personalizada, allí aprenden las nociones básicas para poder frecuentar con éxito la escuela.

Los niños que asisten al preescolar son actualmente 40, de los cuatro a los… catorce años. De hecho, dado que hay niños que por motivos ajenos a su voluntad no pueden ir a la escuela regular, se decidió ofrecerles la posibilidad de seguir instruyéndose de algún modo en las instalaciones del preescolar.

Hace algún tiempo tuvo lugar un tiroteo entre la policía y la banda organizada que domina el barrio. No era la primera vez, tanto que ya habían muerto 6 personas. Pero en esta ocasión el hecho sucedió cerca del preescolar.

Cuenta Ofelia: “Para evitar que los niños se asustaran los pusimos a cantar. Después, cuando las mamás desesperadas vinieron a buscar a los niños hablamos con cada una, tratando de calmarlas, les explicamos que tenían que tratar de controlarse por el bien de los niños. Las invitamos a rezar juntas para que cesara la violencia”.

Prosigue Ofelia: “Al día siguiente lanzamos con los niños el ‘dado del amor’ y cuando salió ‘amar a todos’ nos preguntaron: ‘¿pero también a los bandidos?’ y después ‘¿pero también a la policía?’. Nosotras maestras respondimos: ‘¡Sí! Y saben ¿qué podemos hacer?’ Podemos rezar por ellos’. Entonces invitamos a todos los niños a hacer oraciones espontáneas que por su inocencia eran bellísimas. Una niña de cuatro años pidió que ya no haya pistolas en el mundo, y otro niño le pidió a Dios que nos ayude a amar más y que cambie el corazón de los bandidos”.

Otra prioridad del preescolar Arco Iris es la relación con los padres de familia. Es muy importante, porque los niños permanecen en el preescolar sólo algunos años y por lo tanto la experiencia que hacen, aunque es bella y rica de valores, es temporal; mientras que con sus padres estarán todo el tiempo que sea necesario para su formación como personas.

El tema que afrontamos este año fue “Cómo comunicarnos con nuestros niños”. Las distintas actividades previstas en los talleres fueron desarrolladas por las mismas maestras, quienes aceptaron generosamente dedicar todo el domingo a los padres, conscientes de que estaban haciendo una inversión en el futuro de sus pequeños alumnos.

El preescolar Arco Iris: una pequeña semilla de esperanza en la violenta periferia venezolana.

Cristianos y musulmanes unidos por el amor a Dios y al hombre

Cristianos y musulmanes unidos por el amor a Dios y al hombre

El Prof. Mohammad Shomali, muy activo en el campo del diálogo interreligioso es Decano de Estudios de Postgrado en la sección internacional de la Jami’at al-Zahra y Director del Instituto Internacional de Estudios Islámicos de Qum, Irán. Gracias a él se organizaron distintos momentos de diálogo entre musulmanes chiítas  y monjes benedictinos, y también entre chiístas  y menonitas. Fue guía de tres delegaciones de estudiantes iraníes que culminaron  sus estudios con la maestría y doctorado visitando Roma a fin de  realizar contactos espirituales con el mundo cristiano. Recientemente el Prof. Shomalí estuvo nuevamente en Roma con un grupo femenino de estudiantes. Le hemos dirigido algunas preguntas de las que publicamos dos: Usted acaba de guiar una delegación de mujeres iraníes en visita a Roma. ¿Cuál fue su experiencia y la de ellas?  «En el mes de mayo de 2013, con mi esposa acompañé a un grupo de diez mujeres, estudiantes de Mastría y Doctorado de Jami’atul Zahra, el seminario teológico más grande para mujeres  en Irán (Qum). Era la séptima visita que hacíamos a Italia, pero fue la que tuvo más éxito (…) porque, con el correr del tiempo se construye la confianza recíproca, se establece una relación de amistad y se puede ahondar el nivel de diálogo y de amistad». ¿Cuál es su experiencia de diálogo con los Focolares y cuáles son las características de este diálogo? « (…) Para nosotros este Movimiento ha representado la puerta abierta hacia el cristianismo. Con los amigos del Focolar uno se siente a gusto, gracias a su sentido de compromiso con Dios, del amor profundo a Dios y al hombre, y al mismo tiempo, por la  actitud de gran apertura (…). Se advierte que ponen lo mejor de sí mismos para que uno se sienta cómodo, mientras se aseguran de que juntos podamos construir el bien. Estoy convencido de que el carisma de Chiara Lubich, su espiritualidad es un don de Dios para el siglo XX y esperemos que pueda dar aún más fruto en el siglo XXI. Personalmente, aprecio mucho la idea de la unidad en el sentido de actuarla como comunidad. Deberíamos reflexionar juntos, hacer programas comunes, trabajar unidos. Esto es muy semejante, me parece, al punto central del mensaje del Islam, especialmente de la escuela de Ahlulbayt (corriente del Islam chiíta) que subraya y se concentra mucho en el amor que debería existir entre los creyentes. Por esto,  encuentro que la espiritualidad del Focolar es muy interesante. Lo que predican y lo que muestran en su comportamiento confirma que podemos llegar a grandes resultados si tenemos un amor verdadero hacia Dios y hacia el prójimo».